Capítulo 48

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CAPÍTULO 48

>T A M A R A D H E I V O U R<

Salgo de mi oficina para reunirme con los habitantes de mi aldea y explicarles la llegada de desconocidos a mi territorio. La verdad es que estoy pensando qué decirles, pues no pienso mentirles pero tampoco voy a decirles la verdad.

Tuve que fingir un poco delante de Cox y Power, ya que al idiota se le ocurrió entrar por donde no debía y los descubrieron.

Mierda, ¿por qué a mí? Siempre tengo que cargar lo más pesado.

Todo es tu culpa Tyler Aston, sino hubieras aparecido en mi vida nuevamente, si tan sólo no me hubieras llamado... maldito Aston.

Y hablando del rey de Roma, me lo encuentro frente a mí, nada más cerrar la puerta de mi oficina. No ha cambiado nada desde la última vez que lo vi, aunque siendo sincera, me gustaba mucho más su versión de chico rebelde pero bueno, de antes, cuando vivíamos en Londres. Ese chico amable conmigo y pesado con otros, que me ayudaba con las flores de mi jardín cada vez que venía a mi antiguo hogar. Pero viéndolo ahora, así con su semblante inexpresivo y esos ojos que me miran con intensidad, como si quisiera ver a través de mí, todo su ser, todo él, me amarga los buenos recuerdos que quedaron en mi memoria, reemplazándolos por aquel día, que por más que quise, no pude enterrarla en lo más recóndito de mi mente.

>P A S A D O<

Provengo de familia de vampiros purasangre y un poco de brujos. Mi tatarabuelo Luther Bülem era un vampiro originario de Alemania, estando de visita en tierras italianas conoció a mi tatarabuela Annalise Dheivour, la italiana más codiciada del país y con el secreto de la magia en sus venas. De ahí surgió la familia Bülem-Dheivour. Todos se complicó cuando mis abuelos tuvieron a mi madre, pues al esta nacer, como se esperaba, ella tendría que desarrollar sus poderes de bruja a los quince y los de vampiro a los diecisiete, pero no sucedió así, mi madre no llegó a desarrollar poderes de bruja porque no lo era a pesar de que en sus venas corría sangre de esta, ella era sólo una vampiresa purasangre y al saber esto, sus sueños se fueron a la mierda ya que cuando encontró a su alma gemela, un vampiro, mi padre, no podían procrear, no podían tener hijos. Nací yo y fui el milagro, no sólo por ser hija de dos vampiros, sino porque yo si desarrollé los poderes de bruja y vampiresa a la edad estimada, a diferencia de mi hermana gemela —quien nació dos minutos después de mí— que sólo es una vampiresa, como mi madre.

Talisha, mi hermana, le molestaba no ser una híbrida como yo. Tal vez porque Talisha era solamente una vampiresa, fue que mi madre me alejó sin darse cuenta y le prestaba más atención a ella que a mí. De mi padre no puedo decir nada porque murió cuando nosotras cumplimos los siete años y casi nunca le veía por su trabajo, casi no le recuerdo pero si dolió su decapitación. Luego eso, nuestra madre nos obligó a abandonar nuestro hogar allá en Italia para irnos a Londres, donde sólo habían vampiros purasangre y ningún híbrido o brujo.

Estaba claro; me encontraba sola.

Por ser una híbrida me señalaban y se burlaban, incluída Talisha. Yo era la rarita del cabello blanco.

Todo eso terminó cuando conocí a Tyler Aston, y experimenté ese flechazo del primer amor... y también el verdadero y único. Él se convirtió en mi mejor amigo, no me miraba con otros ojos que no fueran las de un hermano sobreprotector. Cuando creí que era el momento de confesarle mi amor por él, me llevé la decepción y sorpresa de que se había convertido en mi cuñado, era el novio de Talisha. Al principio pensé que fue una broma ya que jamás los vi juntos y cuando coincidían ni se dirigían una mirada, pero con el beso que se dieron frente s mis narices fue suficiente como para alejarme y tratar de olvidarlo.

Pacto de Sangre (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora