confusing love -Héctor Fort

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El bolero - Yami Safdie, Milo j.
In my room - Chance Peña

《Distancia Emocional 》

Narrador omnisciente <

En la quietud de su habitación, Isabella se sentía atrapada en un laberinto de recuerdos y pensamientos que no podía sacudir. La sensación de estar atrapada reflejaba su sentimiento de impotencia y frustración ante la situación. Se sentía incapaz de escapar del dolor y la nostalgia que la consumían.

La ruptura con Héctor había dejado un vacío en su corazón, y ahora se encontraba sumida en una nostalgia que la consumía. La nostalgia era un sentimiento de anhelo y tristeza por lo que había perdido. Isabella extrañaba su presencia, su sonrisa, su risa, sus abrazos. La nostalgia la hacía sentirse vacía y sola.

Mientras la oscuridad envolvía su cuarto, ella se sentía cada vez más sola, rodeada de sombras que parecían susurrarle recuerdos del pasado. La soledad era un sentimiento de aislamiento y desamparo. se sentía abandonada y sin apoyo, como si nadie pudiera entender su dolor.

La memoria de Héctor la perseguía, y ella no podía escapar de la sensación de pérdida que la ahogaba. La memoria era un recordatorio constante de lo que había perdido. Isabella se sentía abrumada por sus recuerdos con él, y no podía escapar de la sensación de que lo había perdido para siempre.

En su mente, revivía momentos felices que habían compartido, pero ahora parecían lejanos y irreales. La melancolía era un sentimiento de tristeza y nostalgia por lo que había pasado. Se sentía triste por lo que había perdido, y no podía creer que aquellos momentos felices ya no existieran.

La realidad era cruel, y Héctor ya no estaba a su lado. La aceptación era un sentimiento de resignación y rendición. Isabella se sentía derrotada por la realidad, y no podía hacer nada para cambiarla.

La soledad era su única compañera, y la habitación se había convertido en una prisión de recuerdos y dolor. La soledad era un sentimiento de aislamiento y desamparo. Ella se sentía sola y sin apoyo, y la habitación se había convertido en un refugio y una cárcel al mismo tiempo.

(...)

Mientras tanto Héctor caminaba por la calle, sumido en una niebla de tristeza que lo envolvía por completo, como una bruma densa que no permitía ver más allá de unos pasos. La nostalgia era un peso que llevaba en el pecho, un lastre que no podía sacudir, un recordatorio constante de lo que había perdido. Cada paso que daba, cada esquina que doblaba, le recordaba a Isabella, su sonrisa, su risa, su abrazo. La extrañaba con una intensidad que lo dejaba sin aliento, como si el aire se hubiera escapado de sus pulmones y no pudiera volver a entrar.

El aroma a rosas rojas lo golpeó como un puñetazo en el estómago, y se detuvo en seco, como si hubiera chocado contra un muro invisible. La memoria de ella lo inundó, y se sintió abrumado por la emoción, como si un río desbordado hubiera arrasado con todo a su paso. La sonrisa de ella, su risa.... todo volvía a su mente como un torrente de recuerdos que no podía detener, como una catarata de imágenes que se sucedían sin cesar.

Héctor se sentía perdido en un laberinto de dolor, sin saber cómo encontrar la salida, como si estuviera atrapado en un rompecabezas sin solución. La nostalgia lo había convertido en un prisionero de su propio corazón, y no podía escapar, como si estuviera encerrado en una cárcel sin llaves. La ciudad, que antes había sido un lugar de alegría y descubrimiento, ahora se había convertido en un paisaje desolado y vacío sin Isabella, como un jardín sin flores, un río sin agua.

La tristeza lo envolvía como una manta fría, y no podía sentir el calor de la vida, como si estuviera envuelto en una capa de hielo que no podía derretir. La nostalgia era un eco que resonaba en su mente, un recordatorio constante de lo que había perdido, como un golpe que no cesaba de resonar. Se sentía como si estuviera viviendo en un sueño, donde la realidad era una pesadilla que no podía despertar, como si estuviera atrapado en una telaraña de ilusiones.