09

660 17 4
                                    

《Nuevos comienzos》

♫︎ ︎Amor de cine - Humbe

Isabella <

Después de la confesión de Héctor, todo cambió entre nosotros. Intentamos olvidar la discusión que habíamos tenido y empezamos a ser más cercanos. Empezamos a compartir momentos juntos, sin ninguna presión.

(...)

Estábamos en el parque, sentados en un banco, mirando el lago.
Héctor me tomó la mano y me dijo: -Isabella, me encanta tu risa, es contagiosa-.

Me sonrojé y le dije:
-Gracias, me gusta la forma en que me haces reír. Me hace sentir libre-.

Héctor sonrió y me apretó la mano.
-Me alegra que estemos haciendo esto-. me dijo. -Me alegra que estemos dando una oportunidad a esto. A nosotros-.

-¿Qué quieres decir con "a nosotros"?-. le pregunté, mirándolo con curiosidad.

-Quiero decir que estamos construyendo algo juntos-. me respondió. -Algo que no sabemos qué es, pero que nos hace sentir bien-.

Me gustó la forma en que lo dijo, con tanta sinceridad en sus ojos. Me gustó la forma en que me miró, como si realmente me viera por primera vez.

Empezamos a hablar de todo y de nada, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo.
Hablamos de nuestros sueños, de nuestros miedos, de nuestras pasiones. Me di cuenta de que había mucho más en Héctor que lo que había llegado a conocer de el.

(...)

Un día, fuimos al museo de arte moderno. Héctor me mostró sus pintores favoritos, me explicó por qué le gustaban. Me di cuenta de que tenía un lado artístico que no había visto antes.

-Me encanta la forma en que ves el arte-. le dije, mirando una de las pinturas. -Es como si lo vieras con el corazón-.

-Me encanta la forma en que ves el mundo-. me respondió, sonriendo. -Me hace querer explorar más-.

Me gustó esa respuesta, me gustó la forma en que se abrió conmigo.

Y así seguimos, descubriendo nuevas facetas de la relación, de nosotros mismos. No era una relación tradicional, no había etiquetas ni expectativas. Solo estábamos explorando, descubriendo.

Y en ese proceso, me di cuenta de que mis sentimientos por Héctor habían cambiado. Ya no era solo admiración, ya no era solo respeto. Era algo más, algo que no podía explicar.

Pero no estaba lista para enfrentarlo, no estaba lista para admitirlo. Así que seguí explorando, seguí descubriendo. Y Héctor hizo lo mismo.

(...)

Un día, mientras estábamos en el parque, Héctor me miro.

-Isabella, ¿te has dado cuenta de que estamos creando algo especial aquí? Algo que no podemos explicar, algo que solo podemos sentir-. Dijo

-¿Qué quieres decir?-. le pregunté, mirándolo con curiosidad.

-Quiero decir que estamos conectados de una manera que no puedo explicar-. me respondió. -Es como si nuestros corazones estuvieran sincronizados-.

Me gustó la forma en que lo dijo, con tanta pasión en su voz. Me gustó la forma en que me miró, como si realmente creyera en lo que estaba diciendo.

-Sí-. Le dije, sonriendo. -Me he dado cuenta. Y me gusta-.

Héctor sonrió y me abrazó.

-Me alegra-. me dijo. -Me alegra que estemos en esto juntos-.

( ...)

Narrador omnisciente <

Isabella y Héctor se pararon frente al gran tanque de agua del acuario, observando en silencio la variedad de peces que nadaban frente a ellos.

- ¡Mira! ¡Un pez payaso! - exclamó Isabella, señalando al pez que hacía caras graciosas en el vidrio.

- ¡Sí! ¡Y se parece a ti! - respondió Héctor, sonriendo y poniendo su brazo alrededor de sus hombros.

- ¡Héctor! - dijo Isabella, riendo y dándole un suave codazo. - ¿Qué te gusta más del acuario?

- Me gusta todo - respondió Héctor. - Pero lo que más me gusta es estar aquí contigo.

Isabella, sonrio y apoyo su cabeza en su hombro. - Me gusta estar aquí contigo también.

- ¡Mira! ¡Un tiburón! - gritó Héctor de repente, señalando al gran tiburón que nadaba lentamente frente a ellos.

- ¡Ahh! - exclamó Isabella. - ¡Vamos a salir de aquí antes de que nos coma!

- ¡No te preocupes, estoy aquí para protegerte! - dijo Héctor, sonriendo y abrazándola más fuerte.

Después de un rato, decidieron sentarse en un banco frente al tanque de los peces tropicales. Isabella se recostó en Héctor y cerró los ojos, disfrutando del sonido suave del agua y la calidez de su abrazo.

- Estoy tan feliz de estar aquí contigo - dijo Isabella, con los ojos aún cerrados.

- Yo también, mi amor - respondió Héctor, besando su frente. - Me encanta verte sonreír.

- Me encanta verte sonreír también - dijo Isabella, abriendo los ojos y mirándolo. - ¿Sabes qué es lo que más me gusta de ti?

- ¿Qué? - preguntó Héctor, curioso.

- Tu sonrisa - respondió Isabella. - Me hace sentir segura y amada.

Héctor sonrió y la abrazó más fuerte.

- Eso es lo más lindo que alguien me ha dicho - dijo. - Te quiero, Isabella.

- Te quiero también, Héctor - respondió Isabella, sonriendo y besando su mejilla.

confusing love -Héctor FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora