Epilogo

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《Consejos de amor 》

Narrador omnisciente<

Isabella estaba cocinando en la cocina, sumergida en sus pensamientos mientras mezclaba los ingredientes para la cena.

De repente, escuchó pasos detrás de ella y se dio la vuelta para ver a su hija Zoe, de 16 años, acercarse a ella con una expresión nerviosa en su rostro. Zoe había heredado los ojos verdes de ella y su sonrisa radiante, pero los hermosos rizos de su padre y  no podía evitar sentir un orgullo maternal al verla.

- Oye, mami-. dijo Zoe, con una voz temblorosa. -Necesito hablar contigo sobre algo-.

Isabella se secó las manos con un paño y se acercó a Zoe, notando que estaba nerviosa.

-¿Qué pasa, cariño? ¿Qué te preocupa?-

Zoe se mordió el labio y miró hacia abajo antes de responder. -Hay un chico... un año más grande que yo... y me invitó a salir a una cita-.

Isabella se sorprendió, pero trató de mantener la calma. -¿Y qué te hace sentir nerviosa, cariño? ¿Te gusta él?-.

Zoe asintió con la cabeza.

-Sí, me gusta. Pero no sé qué hacer. No quiero decepcionar a papá ni a ti, pero tampoco quiero perder la oportunidad de conocer a alguien nuevo-.

Isabella sonrió y abrazó a Zoe. -No te preocupes, cariño. Tu padre y yo solo queremos que seas feliz. ¿Por qué no me cuentas más sobre este chico? ¿Cómo se llama? ¿Qué te gusta de él?-.

Zoe se iluminó y comenzó a hablar sobre el chico, sus intereses y su personalidad.

-Se llama Ethan, y es muy divertido. Nos gusta la misma música y los mismos libros. Y es muy amable y atento-.

Isabella escuchó atentamente, tratando de darle consejos y apoyo sin ser demasiado protectora.

-Eso suena genial, cariño. Pero recuerda que debes ser tú misma y no hacer nada que te haga sentir incómoda. ¿Has hablado con él sobre qué os gustaría hacer en la cita?-.

Zoe asintió de nuevo.

-Sí, hemos hablado. Quiere llevarme al cine y luego a un café. Pero no sé qué vestirme..-.

-Eso es fácil, cariño. Puedes preguntarme cualquier cosa mi amor. Pero lo más importante es que te sientas cómoda y segura. ¿Quieres que hable con tu padre sobre esto?-.

Zoe negó con la cabeza.

-No, mami. Quiero hablar con él yo misma. Pero gracias por escucharme y por ser tan comprensiva-.

(...)

Héctor estaba entrenando en el gimnasio con su hijo Jadenn, de 16 años, quien era la viva imagen de su madre, Isabella. Tenía el mismo cabello castaño y los mismos ojos verdes que brillaban con intensidad. Mientras descansaban entre series, Jadenn se acercó a su padre con una mirada nerviosa.

"Papá, necesito hablar contigo sobre algo", dijo Jadenn.

Héctor se sentó en un banco y miró a su hijo con atención. "¿Qué pasa, hijo? ¿Qué te preocupa?"

Jadenn se mordió el labio antes de responder.

-Hay una chica en la escuela... me gusta mucho. Pero no sé cómo invitarla a salir-.

Héctor sonrió recordando cuando conoció a Isabella.

-Ah, conozco esa sensación. Recuerdo cuando te conocí a tu madre... era como si el mundo se hubiera detenido-.

Jaden ríe un poco ya que su padre se la pasa contándole esa misma historia una y otra vez a ella y a su hermana Zoe.

-Lo que pasa, es que sus amigas se la pasan diciendo que soy el típico "fuckboy" rompecorazones, y no quiero que ella piense lo mismo-.

Héctor asintió.
-Entiendo. Pero no puedes dejar que las opiniones de los demás te detengan. Si realmente te gusta esta chica, entonces debes encontrar una forma de acercarte a ella-.

Jadenn suspiró. - Lo sé, papá. Pero no sé cómo hacerlo sin parecer un idiota-.

Héctor sonrió.

-Bueno, hijo, te voy a dar un consejo. En lugar de tratar de acercarte a ella de golpe, trata de hacerlo poco a poco. Comienza por saludarla en el pasillo, luego trata de sentarte cerca de ella en la cafeteria o en la biblioteca. Y gradualmente, ve acercándote más y más-.

Jadenn pensó por un momento. -Sí, eso es una buena idea, papá. Gracias por el consejo-.

Héctor se inclinó hacia adelante, con curiosidad.

-Hijo, ahora que hemos hablado de la chica que te gusta, hay algo más que quiero preguntarte-.

Jadenn lo miró con una sonrisa. -¿Qué es, papá?-.

Héctor sonrió. -¿Sabes si tu hermana Zoe tiene un novio?-.

Jadenn se rió. -Bueno, papá, hay un chico que se llama Ethan que siempre me dice "cuñado" cuando me ve-.

Héctor frunció el ceño. -¿Cuñado?¿Y qué sabes de ese tal Ethan?-.

Jadenn se encogió de hombros. -No mucho, papá, solo que es un año más grande y también esta en el equipo de fútbol, pero no socializo mucho con el . Pero parece un buen chico. Siempre está pendiente de Zoe y trata de hacerla feliz-.

Héctor se puso celoso. -Hmm, no me gusta que algún chico esté tan cerca de mi hija. Voy a tener que investigar un poco más sobre este Ethan-.

Jadenn se rió. -Papá, no seas tan sobreprotector. Zoe puede cuidarse sola-.

Héctor cruzó los brazos. -No importa, voy a asegurarme de que este Ethan sea digno de mi hija-

(...)

Héctor entró en la habitación y se sentó junto a Isabella en la cama.

-Amor. Necesito hablar contigo sobre algo-.

Isabella cerró el libro que se encontraba leyendo y lo miró con curiosidad. -¿Qué pasa? ¿Qué sucede?-.

Héctor frunció el ceño. -.Es sobre Zoe. Jadenn me dijo que hay un chico que se llama Ethan que está interesado en ella. Y según Jadenn, Ethan es muy amable y respetuoso-.

Isabella sonrió. -Ah, sí! Ethan es un chico muy guapo y encantador. Me parece perfecto para Zoe-.

Héctor se puso celoso. -¿Guapo? No me gusta que mi hija esté saliendo con alguien más grande que ella-.

Isabella se rió. -Héctor, no seas tan posesivo, solo es un año mayor. Además Zoe puede cuidarse sola. Además, Ethan parece un chico muy maduro y responsable-.

Héctor cambió de tema. -Hablando de eso, Jadenn me dijo que hay una chica que le gusta mucho. Y según él, es muy bonita e inteligente-.

- ¿QUEEEEEEEEEE?-.














Holaaa con esto me despido de ustedes, espero que hayan disfrutado mi historia, escribiré una nueva historia pero aún no se cuando la publicaré talvez pronto. 
Byeee

confusing love -Héctor FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora