confusing love -Héctor Fort

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《¿FELIZ CUMPLEAÑOS?》

Isabella <

Party favor - Billie Eilish

Me desperté con una sonrisa en el rostro, hoy era mi cumpleaños. Hace un mes que habia regresado a Barcelona y había estado evitando a Héctor desde mi regreso.

-¡Feliz cumpleaños, hija! Iremos a verte hoy para celebrar, te vemos en la tarde-. me dijeron mis padres al unísono cuando me llamaron mientras me arreglaba para ir a entrenar.

Me emocioné al saber que vendrían a verme, los extraño muchísimo. Llegué a La Masia y comencé el entrenamiento, el entrenador nos estaba poniendo a prueba con un entrenamiento demasiado intenso.

-Oye Isa,  Héctor vino a mi habitación buscándote, llevaba un ramo de flores y unos regalos, pero como no te encontró, me pidió que te los entregara", me dijo Sofia cuando terminamos el entrenamiento.

-¿Qué? No entiendo", le respondí, sorprendida.

-Me pidió que te dijera que te extraña mucho-.agregó Sofia.

En ese momento no identificaba muy bien lo que sentía ¿porque me hace las cosas más dificiles?

Mientras estaba a punto de salir hacia mi coche, me encontré con Lamine.

-¡Feliz cumpleaños, Isabella! ¿Qué planes tienes para hoy?-. me preguntó con una sonrisa.

-Mi familia viene a visitarme-. le dije.

-.Ah, eso es genial. Escucha, Isabella, ¿puedes hacerme un favor?-. Pregunto

- si, dime-.

- Porfavor habla con Héctor, él esta muy mal-. Dijo mirándome a los ojos.

-Está bien, dile que lo veo a las 9 de la noche en el mirador-. le dije.

-. De verdad muchas gracias, Isa-. me dijo Lamine.

Me subí a mi coche con una mezcla de emociones, no sabía qué esperar de la noche, pero estaba lista para enfrentar mis sentimientos. Estaba lista para enfrentarlo.

Sofía venia conmigo en el coche, estaba contándome algo que la verdad no entendía muy bien ya que no estaba prestando atención.

- Isa ¿me estas escuchando?-. Pregunto la rubia

- La verdad es que no, lo siento sofi. Oye que te parece si te quedas conmigo y así conoces a mi familia-. Dije dándole una mirada rápida.

- si claro.- me respondió con una sonrisa.

(...)

Estaba emocionada de que mis padres estuvieran aquí para mi cumpleaños. Siempre me encantaba pasar tiempo con ellos, y esta vez parecía que habían venido con una sorpresa especial. La sala de estar estaba llena de regalos, y mi madre me sonreía con una mirada pícara.

-¿Qué es todo esto?-. le pregunté, mirando alrededor.

-Espera y verás-.me respondió mi padre, con una sonrisa igual de misteriosa.

Entonces, mi padre se acercó a mí y me tapó los ojos con sus manos.

-¡Cierra los ojos, Isabella! ¡Tengo una sorpresa para ti!-? me dijo, con una voz llena de emoción.

Me llevó afuera, y yo trataba de adivinar qué podría ser. ¿Un viaje? ¿Un nuevo teléfono? No podía imaginarlo.

Cuando abrí los ojos, no podía creer lo que veía. Allí, en la entrada, estaba una hermosa camioneta "Mojave" del último modelo. ¡Siempre había querido una! Me encantaba su diseño.

- wooow ¡Es exactamente lo que siempre he querido! ¡Gracias los amo!-. le dije, abrazándolo con emoción.

Mi madre se unió a nosotros, sonriendo.

-Nos alegra que te guste, cariño-.me dijo. -Sabíamos que te encantaría-.

Después de la sorpresa, nos dirigimos a uno de los mejores restaurantes de Barcelona. La cena fue tranquila y agradable, con una charla amena. Mi madre me preguntó sobre mis planes para el futuro, y mi padre me contó historias divertidas de su trabajo.

La cena fue deliciosa, y la compañía, aún mejor. Me sentí muy afortunada de tener padres tan amorosos y generosos.

(...)

Ya eran las nueve y yo iba un poco tarde hacia el mirador donde había quedado de encontrarme con Héctor para hablar de las cosas.

Manejaba con nerviosismo, el volante resbalaba entre mis manos sudorosas. La herida de su infidelidad aún seguía abierta, y cada kilómetro recorrido la sentía arder más.

Al llegar, estacioné cerca del auto de Héctor. El estaba de espaldas, a algunos pasos, mirando la ciudad iluminada. Bajé del auto y caminé hacia él, el sonido de mis pasos en la grava parecía resonar en el silencio de la noche.

Héctor fue el primero en hablar.

-Isabella, te amo mucho y no quiero perderte-.  dijo con la voz quebrada, sin voltear a mirarme.

Me quedé en silencio, esperando más, pero también temiendo lo que iba a decir.Finalmente, giró sobre sus talones y me miró con ojos llenos de tristeza.

-No recuerdo nada de lo que pasó aquella noche-. dijo. -Juro que no sé cómo sucedió-.