El camino fue largo, incluso tuvieron que abandonar los camiones a las orillas, pues la casa de ALIE se encontraba en una especie de isla, apartada, Kalisto ya lo sabía, e informo a Kane de que necesitaría barcas potentes, por la noche los animales marinos salían a cazar y no era aconsejable simplemente remar, enseguida divisaron un Faro plateado, funcionaba a pesar de los años, cuando desembarcaron, comprobaron que no era plateado, sino fabricado con placas de luz solar, así funcionaria siempre, aunque muchas placas estaban en pésimas condiciones.
De repente del cielo vieron como descendía una nave, muchos estaban asombrados, salvo Clarke que ya supuso que Kane le había dicho cualquier cosa para que bajase a las coordenadas de la casa de ALIE y no fuera a Arkadia por si la guerra empezaba, esperaron hasta que la nave aterrizo, al no escuchar más ruido de inyectores se acercaron, encontrando la nave en un claro y tras ella la casa... o más bien mansión de ALIE, perfecta, como si de un templo romano fuese, no había pasado los años encima suya, no tenía signos de envejecimiento, destrucción o diversas cosas. Con cautela pero sin demora fueron acordonando el perímetro, pero Kalisto camino firmemente sin esperar, tenía que llegar a la casa de una vez, justo, las compuertas de la nave se abrieron, asomando la cabeza Raven, en ese momento solo vio a una terrestre caminando cerca de su nave, pero de repente ésta parecía que las piernas no le funcionaban bien y se tuvo que apoyar en la caliente nave, ni se inmuto por el abrasamiento, Raven de un salto bajo a apartar su mano, viendo su rostro, está vez de los dos orificios de la nariz sangraba. La joven mecánica, y ahora pilota, estaba alucinando era sangre negra, muy espesa, Abby al ver la imagen se acerco a la joven para ayudarla y darle primeros auxilios. Pero Kalisto, saco de un bolsillo un bote blanco de Arkadia y se trago unas pastillas, reusó la ayuda y continuo la caminata al escuchar alguno de los suyos decir que estaba despejado.
Clarke--¡¡¡Mama estás bien!!! Me alegro de verte...
Abby--¿Qué le pasa a esa joven?—salto preocupada, parecía que tambalease.
Clarke—No sé... en las últimas horas se ha puesto peor. Solo quiere entrar ahí incluso cuando estabais aterrizando, Le...--paro en secó, no sabía si Kane le había dicho esa verdad—Una guerrera la tuvo que agarrar fuerte para que no la mataseis.
Raven—Pues tiene una grave quemadura en la mano izquierda, se ha tenido que apoyar en la nave y estaba muy caliente, además... su sangre es negra.
Clarke—Sí... es una novicia del conclave de la comandante. —qué más podía decirle, hasta ella misma no entendía porque no fue comandante, se la veía capacitada, cuando Lexa la contaba de ella, incluso sobre que eran las dos últimas de su raza con esa sangre, le parecía extraño.—Correr va a entrar y todavía no he ordenado a nadie que lo haga.
Todas salieron corriendo, los vigilantes que acordonaban la zona al ver aquella situación también corrieron a la casa, una vez dentro Kalisto había desaparecido, Clarke ordeno que la buscaran, Octavia señalo hacia un lado de la escalera que daba a la segunda planta.
Octavia--¡Ahí está!
Kalisto estaba de rodillas era como si intentara recuperar aliento, la caminata apresurada la había hecho esforzarse mucho, pero tenía que entrar, no quedaba mucho tiempo. Poco a poco Lexa la levantó pero con tanto esfuerzo el pañuelo que la cubría la cabeza y el rostro se le cayó dejándose ver por completo, aunque eso ya no importaba mucho a la ex Comandante, muchos guerreros terrestres se arrodillaron al reconocerla, Octavia estaba estupefacta. Clarke cogió un pañuelo y trato de parar la hemorragia de la nariz de la pelirroja, era como si no tuviera fin, esta seguía rehusando la ayuda, una vez de pies, de repente abrió un compartimiento, donde apareció una pantalla...
Clarke—Debemos asegurarnos que no hay nadie...--decía preocupada y asombrada que supiera que eso estaba ahí.
Kalisto—La reina roja se llevo todas sus piezas, entrar de una vez.
ESTÁS LEYENDO
Ángel Guardian (Lexa y Clarke)
Science FictionBreve resumen: Tras la pérdida de Lexa, Wanheda acepta su papel de Comandante de la Muerte, de ser la líder de su Clan los Skraikul. Aunque la muerte no es el final, muchas vidas han cambiado por esa muerte, de todas formas hay que seguir hacia dela...