Kalisto—¿Cuando tenéis pensado marchar a Polis?
Seco de golpe sus lagrimas, y se incorporo, buscaba sus ropas, aunque solamente había ropa del pueblo celeste, poco a poco bajo de la cama, su amiga en silencio la ayudo, parecía apresurada por salir, como la otra joven, pero no entendí bien que pasaba con esas dos.
Lexa--¿No deberías preguntarle a Abby?
Kalisto—Estoy bien, necesito volver a Polis... tengo que visitar a alguien. —decía apenada y dolorida, sus músculos estaba entumecidos, demasiado descanso.
Lexa--¿Entonces Estrelle...?—no sabía si preguntar o simplemente esperar.
Kalisto—Deberá quedarse aquí con los suyos, y nosotras con los nuestros...--dijo tajante, tratando de ir hacia la puerta, pero sus piernas andaban adormiladas, con cuidado la morena la ayudo a sentarse.
Lexa—Deberíamos esperar que dice Abby, y esto es una orden...--dijo seria mirándola.—Quiero saber que ha pasado... con Estrella, a quien tienes que ir a ver tan importante que dejas a la chica así... desolada, después de decirle a todos que estabais comprometidas, no te entiendo.
Kalisto—Tenemos que irnos a Polis, sinceramente... la I.A. ya no me controla, no tengo que salvar a la humanidad ni nada, mi deber es ir a Polis. Tú gobernar como comandante y Estrella estar aquí...
Lexa—Relájate, primero; bien sabes que no soy la comandante...
Kalisto—¿Todo el mundo al verte a tu llegada en plena batalla se arrodillaron ante ti?—lo sabía pero quería que se lo confirmara con una amplia sonrisa, su amiga sentó.—¿Eliminaste aquellos que te traicionaron?—sorprendida volvió a sentir la cabeza afirmando.—Alguien ha intentado contradecirte en la paz... en la unión con el decimotercer clan? Sé que tu también demostraste a los nuestros el compromiso...--le guiño divertida.
Lexa—Fue Clarke...--decía avergonzada.—Pero sí a todo lo que me preguntas, todo el mundo cree que soy la Elegida especial, que soy como la primera Comandante reencarnada, pero yo sé la verdad... ni tu ni yo podemos volver a ponernos la "FLAMA", eso bien ha sido clara Abby, nos puede costar la vida, es como si reconociera nuestro ADN y nos exigiera más...
Kalisto—Lo sé, la he tenido otra vez...--decía acariciándose la cicatriz de su cuello parecía que habían hecho un buen trabajo cerrándosela.
Lexa--¿Cómo la tuviste?—eso la sorprendió y nadie la pregunto.
Kalisto—Te acuerdas cuando Clarke nos encerró en el armario en su campamento?—asentó recordando aquel día agotador y pasional con una amplia sonrisa.—Soy muy curiosa y rebusque en la ropa de Clarke, ahí estaba... vi el símbolo sagrado, vi que era la "FLAMA", el destino me la volvió a poner en mis manos o eso creía, cuando llegamos al Bunquer y tú te quedaste dormida por tu noche de pasión...--la volvió a sonreír divertida.—Yo leí cosas de mi vida de mi pasado, de saber quién era, y no sé cómo decirlo, pero la "FLAMA" era como si me escuchara y se encendió sola, sus patitas salieron y creí que era mi destino, yo misma me la introduje, pude a verme matado, eso ya me lo dijo Abby mientras me la extraía, pero quería salvar al mundo...--decía apenada, aunque parecía que sus piernas estaban mejor, quería marcharse.--¡¡¡Venga debemos ir a Polis!!!
Lexa--¿Qué hay en Polis que te impide ser feliz aquí?—salto molesta agarrándola del brazo para que no se saliera de la habitación.
Kalisto—La futura comandante me lo impide...
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Ángel Guardian (Lexa y Clarke)
Science FictionBreve resumen: Tras la pérdida de Lexa, Wanheda acepta su papel de Comandante de la Muerte, de ser la líder de su Clan los Skraikul. Aunque la muerte no es el final, muchas vidas han cambiado por esa muerte, de todas formas hay que seguir hacia dela...