6| Es mejor ser "feliz"

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—Bien, aquí están los papeles.

—No sabes cuanto te lo agradezco, Nico.

—No hay problema. Y perdóname por lo de aquella noche, ya que cancelaste la reunión había decidido pasar tiempo con mi esposa.

Que irónico. Un abogado que se especializa en divorcios está más que feliz con una esposa y dos hijos.

—Lo entiendo, no te preocupes.

—¿Sabes? Cuando vi en las noticias que Amely Watson se iba a divorciar del famosísimo multimillonario Lee Thomas Walter, no me lo creí. Luego vi tus mensajes y dije "Ah, las noticias eran ciertas." Supongo que tu esposo-futuro ex esposo- no sabe de esto.

—Al menos no porque yo se lo dije. Espero que no haya visto las noticias.

—Lo dudo. Pero ten algo de fe. ¿Se lo piensas decir hoy?

—¿Tal vez? No sé, Nico. No tengo ni puta idea de que hacer.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—¿Otra?

—Sí. ¿Puedo?

—¿La famosa pregunta?

—¿Por qué te quieres divorciar?

—Sí, la famosa pregunta.—suspiré.—Ya te lo dije, no siento lo mismo.

—Según lo que me dijiste, no sientes lo mismo desde hace años. ¿Por qué hasta ahora?

—Porque—no sabía como explicarlo— no es igual. Mierda.

—¿Sientes que ya no puedes? ¿Te maltrata o te ofende?

—No, nada de eso. Lee nunca me podría llegar a incomodar o a pegar o a levantar la voz. Nada. Es solo que vivimos como divorciados. Entonces ¿por qué no estarlos?

—Bueno, Amely, tú sabrás.—me entregó un folder amarillo.—Sábelo usar.

—Gracias.—lo recibí y lo guardé en la mochila negra que traía conmigo.—Te aviso cualquier cosa.

—Bien. Solo recuerda, en tu expediente de vida ahora saldrá que eres divorciada, no casada.

—¿Y eso significa qué?

—Que no lo manches si no hace falta.

No entiendo por qué todos quieren intentar hacer que no me divorcie-salvo por Maxwell-. Es mi divorcio, no el de ellos. Quien decide soy yo, no ellos. Eso y que estoy segura que Lee piensa igual. Haya o no haya visto las noticias.

Le regalé una sonrisa, que al final resultó más falsa de lo que pretendía, y me marché.

Fui directo al estudio, en el que se encontraba Eli, Roxy, Sarah y Maxwell, para seguir planeando las cosas. Tenía pensado hacer eso y luego, por la noche, plantearle la idea a Lee del divorcio.

Plan perfecto.

Claro, "perfecto".

Quince minutos más tarde, llegué al estudio-sí, el que queda en el mismo edificio que la oficina de Lee- y, junto a todos, nos pusimos manos a la obra.

—Preciosa, ¿ya sabes que vas a hacer?—indagó Maxwell.

—¿Sí sabes que tiene esposo, verdad?—preguntó Roxy, mientras trazaba suaves pinceladas de color rojo a su obra.

—Sí.

—¿Y por qué la llamas Preciosa?

—¿Por qué siento que le caigo mal a todas aquí?

Ámame Como NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora