15| Misión EAA

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(Lee)

—Deberías de hacer algo.

—¿Cómo qué?

—No lo sé, invitarla a cenar tal vez.

—Claro, que buena idea.—dije sarcástico.

—Hablo de verdad.

—Dylan, mejor ve a trabajar. Tengo que encargarme de otros asuntos.

—Sobre eso—me extendió un folder con expedientes.—Aquí está lo que me pediste.

—Gracias.—lo abrí y saqué currículum por currículum, leyendo cada detalle.

—¿Por qué me pediste que solo fueran de hombres?

—Porque una mujer no va a hacer el trabajo que necesito que hagan.

—¿Y exactamente el trabajo es...?

—Dylan, vete.

—Bien, solo preguntaba.—Él salió de mi oficina y continué revisando cada uno a detalle.

No tengo nada en contra con contratar mujeres, pero este trabajo no era para ellas. Necesitaba a alguien que siguiera a Amely a donde sea. Para que me cuente lo que pasa. Tengo a Eliza, sin embargo si algún idiota como Maxwell se le intenta acercar ella no la va a defender. Para eso ocupo a un chico, como un guardaespaldas. El folder estaba casi vacío, de hecho solo quedaban otros tres. Y justo encontré al indicado.

Pierson Steven.
Edad:39
Trabajos anteriores: Policía, secretario y guardaespaldas.
Estado: Soltero

—Perfecto—dije para mí mismo.—Será él.

Llamé al número que salía en la hoja. Contestó de inmediato.

—¿Sí?—sonó una voz ronca al otro lado de la línea.

—Disculpe, ¿hablo con Pierson?

—¿Por qué?

—Le habla Lee, creo que ya nos conocemos.

—¿Lee? ¿Lee Leather?

—Sí.

—¿El de la prepa?

—Ese mismo.

—Hola, Lee. ¿Cómo estás?

—Bien, Pierson.

—Me alegra. ¿Cómo tienes mi número por cierto?

—Soy el jefe de la compañía Amtal, estoy contratando.—expliqué.

Pierson y yo éramos mejores amigos en la secundaria. Nos conocíamos desde chicos, pero cuando nos graduamos cada quien tomó sh rumbo y no volvimos a saber nada del otro.
Cuando leí su curriculum y vi su foto, supe que era él.

—Sí, mandé mi currículum. ¿Entonces me estás contratando o solo me llamas para saludar?

—Un poco de ambas. El puesto es para un guardaespaldas para mi esposa, ¿te apuntas? Vi que tienes experiencia.

—Supongo que la guardia en un supermercado cuenta. Bien, ¿cuándo inicio?

—Mañana, cinco am.

—Dios, ¿tu esposa madruga o cómo?

—Es para darte ciertas instrucciones, ella es como la bella durmiente.

—Bien.—rió.—Te veo mañana, Lee.—colgué la llamada.

Pierson era perfecto para el trabajo. Desde que lo conozco ha sido muy protector y, según lo recuerdo, entrenaba boxeo.

Tomé los curriculums que quedaban y los metí en la trituradora. Me levanté de la silla y salí hacia la oficina. Estaba decidido, la misión "EAA" empieza ahora.

Ámame Como NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora