Al día siguiente se despertó con Auris en la habitación llamándolo. Estaba sentada con los pies descalzos sobre su cama.
- Buenos días dormilón.
Le tendió una taza de su típico café amargo.
- No diría buenos días si aún es de noche. – dijo abriendo a mal apenas los ojos.
Cogió el café y comenzó a beberlo aún sin haber salido siquiera de la cama.
Se arregló en poco tiempo mientras Auris lo esperaba en el piso de abajo.
La encontró en el jardín observando el muro que separaba las dos casas.
- En el fondo podíamos hacer desaparecer este muro...
- Preferiría dejarlo donde esta, si no te importa. – dijo mirándola directamente.
- No haré comentarios sobre la escena de ayer – dijo ella alzando las manos a la defensiva.
- Y yo no haré comentarios sobre que tú espías mis conversaciones privadas. – respondió imitándola. – Pero mejor dejemos el muro donde esta...
- ¡¡Era solo cuestión de comodidad!! Y de agrandar los espacios. – respondió ella con sorna.
Al abrir la puerta Auris se chocó con Aramen y Olivin. Enrojeció al darse cuenta de que miró primero a su amigo y luego interrogativamente a ella.
- Ah...veo que habéis tomado en serio eso de formar nuevo equipo, ¿eh? – bromeó Aramen.
- Idiota, le he traído el café, igual que hacías tú muchas veces, ¿no? – dijo desafiándolo.
- Auris – intervino Olivin – era solo una broma...no tienes por qué ofenderte... solo queríamos pasar a desearos suerte.
Beril interrumpió a todos lanzando miradas de amenaza a su amigo y a su compañera.
- Gracias Olivin. Bueno, ¿a dónde se supone que tenemos que ir nosotros a entrenar hoy? – pregunto en general.
Auris no lo sabía. Tampoco los otros tenían idea. Se despidieron rumbo al campo de entrenamiento y Auris y Beril decidieron ir a casa de Eilean.
Eilean los esperaba en el banco del jardín exterior, delante de un pequeño campo triangular de rosas.
- Buenos días.
Saludaron al nuevo maestro con una inclinación como se acostumbraba.
- Bien...como sabéis me encargaré a partir de ahora de vosotros dos. No he llegado yo solo a la conclusión de que es una necesidad. Todos los maestros me transmitieron su preocupación por algunas cuestiones relativas a...vuestra particular conexión. El extraño lazo que os une tiene varias facetas y aún no comprendemos bien como se articulan.
- En resumen, que no quieren tener nada que ver con nosotros.
- No es así Auris. – suspiró Eilean – Tenéis una relación muy complicada. El hecho de que la madre de Beril haya fallecido debido a una lanza tuya y te siga considerando la culpable de lo sucedido, la unión de Beril con tu hermana Argentis, muerta para protegerlo, la...atracción mutua que indiscutiblemente existe entre vosotros... y lo más sorprendente de todo: la aleación.
- ¡No hay ninguna atracción mutua papá! – dijo Auris, escandalizada.
- No te está permitido interrumpirme mientras estamos en una lección ni discutirme, compórtate.
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Descubriendo Alasdain
Romance"Miró dentro de los ojos de ella, ahora frente a los suyos. Eran brillantes, de oro. El dolor se hizo intenso, insoportable, y el cuerpo de Beril comenzó a ceder, cayendo entre los propios brazos de su enemiga, que no lo soltaba. Quiso alejarse de e...