Capitulo 19.3. Todo lo que sucedió.

63 6 20
                                    


                                            * * *

Cuando retomaron los entrenamientos, Eilean les explicó lo sucedido en su ausencia .

- Cuando salisteis yo pensé que volveríais al poco tiempo. Quizá os servía tiempo para estar juntos, para pensar... cuando al pasar las horas no volvisteis pensé que quizá os había pasado algo. Organicé la salida de los maestros en vuestra búsqueda. on casi todos ellos fuera, Ferin al entrar se encontró Alasdain en el peor momento de debilidad para atacar y se hizo con el control.

Beril y Auris evitaron mirarse en este momento.

- Los que quedaron permanecieron en una batalla toda una noche. Al final la situación era devastadora. Ellos luchan atacando a matar. Perdimos de nuevo elementales... lucharon con mucha valentía, pero estábamos en total desventaja numérica. Llamamos refuerzos de los expertos de fuera pero no aparecían, y había demasiadas vidas en peligro, así que decidí entregarme. En ese momento llegasteis vosotros. Por lo que sentí Ferin parecía creer que, al verla, tú mismo eliminarías a Auris y entonces, ya en poseso de tu elemento crearías la aleación con ella. Y, a decir verdad, - continuó, bajando la voz - hubo un momento en el que me pregunté si estaba en lo cierto. Tus sentimientos parecían totalmente gélidos cuando viste a Auris crear la lanza de oro y te interpusiste... cuando te enfrentaste a Auris pensé que había confiado en la persona equivocada...

Beril suspiró mirando a Auris que se había oscurecido ligeramente.


Una vez solos ella lo miró triste.

- Hay una cosa que quiero contarte.

Beril se volvió hacia ella para prestarle toda la atención.

- Cuando estabas inconsciente liberé a Ferin en la profundidad de las aguas de la vida y la muerte. Lo hice como si fuera uno de nosotros, porque así lo sentía yo. También Eilean quiso hacerlo así y a nadie le pareció fuera de lugar. En el fondo ella seguía lo que la habían enseñado. Lo hice personalmente. Todo lo que dijo... habría podido decirlo yo también. Una parte de mí la sentía como si se tratase de mí misma. Si tan solo...

Los ojos de Auris se llenaron de unas lágrimas contenidas.

Beril se acercó a ella, conmovido también él, para abrazarla.

- Gracias Auris.


* * *

Ya en el jardín de Beril se habían reunido todo el grupo de amigos, como empezaba a ser costumbre, y escuchaban con asombro lo sucedido.

- Cuando vi a Ferin viva...no supe qué pensar...había muerto entre mis brazos, hace casi un año...y no me había dicho nada de lo que realmente era...ni de por qué había vuelto...

- ¡¡Pero te interpusiste!! – le dijo Aramen.

- Yo no habría podido hacerla daño. Ella ha sido siempre parte de mi vida. Y de alguna forma, aunque ella no fuera enteramente quien yo pensaba, había mucho de nuestra relación que no podía ser una mentira.

Auris tragó saliva mientras lo escuchaba.

- Interponiéndote creaste además una oportunidad para Auris. – dijo Olivin.

Auris se levantó enfadada.

- Fue una decisión horrible. - dijo.

- Ya... a decir verdad no me esperaba que te atrevieras a hacer lo que hiciste... Me lanzaste una flecha directa al corazón. Por segunda vez. 

- Creo que es mejor que nos quedemos con que Beril sigue vivo.. – dijo Opal.

- No te lancé una flecha al corazón...era casi un hilo de oro lo que te atravesó, varios centímetros por debajo el corazón.

- Ya, pero no podías saber exactamente dónde estaba mi corazón...

Auris lo miró con sorna cuando vio que la comprensión se iba abriendo camino en los ojos desmesuradamente abiertos de Beril.

- ¡¡Lo sabías exactamente!!

- Sentí donde estaba tu corazón para esquivarlo y entonces lancé un hilo de oro que aumentaba a medida que avanzaba. Cuando llegó hasta Ferin era ya una lanza. Pero lo que te atravesó a ti era poco mas que un hilo.

Beril no podía imaginar lo rápido que Auris pensó todas aquellas cosas en el minuto que había estado delante de Ferin.

Hubo una pausa de silencio antes de que Olivin se aventurase a decir.

- Tiene que ser horrible darte cuenta de que la mujer que amabas es una persona diferente... – dijo Olivin.

Beril no contestó y respiró pesadamente.

- En práctica, creo que es lo que sucede cuando uno pasa demasiado tiempo con su pareja – dijo cómicamente Aramen. – ¡¡Así que vosotros dos preparaos!!

Todos rieron de la frase típica de Aramen, quien después alargó la mano para agarrar la de Olivin con ternura. Ella sonreía tranquila.

Beril se tumbó junto a Auris y también le agarró la mano delicadamente. Notó en su dedo el anillo con el peculiar ópalo de oro.


Mas tarde, cuando solo quedaban las dos parejas, Aramen rompió el silencio.

- Me queda solo una duda. - decía pensativo este último.

Beril se giró hacia él.

- Dispara.

- ¿Como conseguiste robarnos los elementos? – preguntó.

- ¿Robaros los elementos? – repitió Beril extrañado.

- Si...cuando querías ir al encuentro de Auris y nos interpusimos...llamaste a nuestros elementos y te hiciste con el control de ellos... y pasaron a ser cristal verde...

Auris lo observó curiosa. Ella no había presenciado este fenómeno y no lo había oído hasta ahora. Miró a Beril que miraba al firmamento con expresión enigmática.

- Igual te confundiste...también el elemento de Olivin es una especie de cristal verde... – dijo.

- Ya...pero el mío no...y estoy bastante seguro de lo que vi.

- A mí no me parece que lo que tú dices se pueda hacer... – dijo Auris riendo suavemente.

- Y sin embargo lo vi también yo... – susurró Olivin.

Los dos miraron a Beril. Auris los observó y la sonrisa desapareció de su boca. Se giró a mirarlo también ella.

Beril se encogió de hombros, pero no dijo nada más. Contemplaba las estrellas pensativo.


Descubriendo AlasdainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora