Capitulo 19.2. Despertar.

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       * * *

Beril abrió los ojos con un sobresalto.

Al lado de su cama se encontraba Eilean que lo miraba atentamente. Miró hacia la puerta y vio a Olivin y a Aramen, este último con un brazo en cabestrillo. Detrás, en la sombra del pasillo vio una figura dorada que desapareció en una décima de segundo.

Se miró el costado y vio una herida no demasiado grande cubierta por una venda. Aproximadamente medio palmo bajo la antigua cicatriz. Sin embargo, era la antigua herida donde le dolía ahora, no la herida abierta. Entendió por qué. Miró en dirección a la puerta, pero ella ya no estaba allí.

- ¿Cómo estás? – preguntó Eilean.

- Vivo... – dijo sorprendiéndose él mismo.

Recordaba a la perfección la escena en la que Auris le había lanzado al pecho aquella flecha. Recordaba cómo lo había sostenido un segundo después, sollozando.

Y tras eso, nada... en el momento en que cerró los ojos no creía que despertaría de nuevo.
Sabía que la flecha lo había atravesado, y sabía quién estaba detrás de él.

- Ferin...

- Ferin está muerta. Yo mismo la he visto hundirse en las profundidades del lago dulce.

Lo dijo casi con satisfacción, lo que dolió a Beril. 

- Lo siento... – le dijo Eilean.

Olvidaba que Eilean podía notar su estado y sus sentimientos.

- La ha matado de la misma forma que ha matado a mi madre.

Eilean se movió incómodo.

- Beril, ¿de verdad quieres entrar de nuevo en ese círculo?

Beril sacudió la cabeza.

- No...lo cierto es que me gustaría verla.

- Auris se ha ido – dijo Olivin.

- ¿Cómo? – preguntó.

Se miraron entre ellos como si ninguno quisiera darle la noticia.

- Acabo de verla...

- Auris nos ha pedido que te diéramos esta carta.

Eilean le entregó un sobre que contenía varios folios. Beril los extrajo y los extendió.
Miró a los presentes como si esperara que comprendieran que prefería leerlo estando solo.

- Nos ha pedido que estemos aquí – le explicó Eilean.

Beril comenzó a leer.

"Al príncipe de los ojos verdes...

Si estás leyendo esto es porque he conseguido despertarte, y en ese caso yo me habré ido, pero no quiero que nadie te cuente lo que ha pasado o que tu imagines el porqué de lo que hice.

Ante todo, debo decirte que no hubiera esperado nunca una unión así con nadie, me doy cuenta de que todos los niveles de tu persona encajan perfectamente con algo que no creía que existiera dentro de mí. Algo que desconozco.

Desde que te encontré delante de tu casa en Mulg me sorprendiste, cuando me atacaste con esa fiereza que se leía dentro de esos ojos verdes encendidos... intuí parte de la extraordinaria grandeza que se oculta en ti.

Desgraciadamente desde que entraste en mi vida me ha tocado siempre herirte...y cada vez que lo he hecho, ha sido una nueva herida para mí también. Ingenua de mí, que me creía una gran elemental por encima de cualquier sentimiento.

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