Jenner's princess ; the Jenner Sisters

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ALEXA SMITH:

Por fin el día que volvería a casa había llegado y no podía estar más feliz por eso. Victoria insistió durante casi un día entero para que fuera ella la que me llevará al aeropuerto y al final tuve que aceptar solo para que se callara la boca, en serio ella llega a cansar cuando se lo propone.

En dos horas saldría mi vuelo, pero ya estábamos metiendo todas las maletas en la camioneta de Victoria.

— Te voy a extrañar — se secó las lágrimas falsas — ¿A quien molestaré durante estás dos semanas?

— Probablemente a alguien que no soy yo — reí cuando me empujó.

Ambas entramos al carro y nos pusimos los cinturones de seguridad, yo en el asiento de copiloto y ella en el del piloto. El carro comenzó a a andar y me dediqué a ver por la ventanilla y sentir el aire frío de la mañana chocar contra mi rostro, cerré los ojos por unos segundos disfrutando de la sensación.

— Puedes poner algo de música, estoy se me está haciendo aburrido — abrí los ojos y busqué en la mochila que tenía sobre las piernas mi celular. Lo conecté a la bocina del auto y puse en aleatorio mi playlist. La canción que se escuchó fue Yo no soy celoso de Bad Bunny y sonreí, amo esa canción.

— Él que esté libre de pecado que tire una piedra y yo tiro un peñón — canté y mi amiga se movió en su asiento siguiendo el ritmo de la música.

— ¿Ya sabes que vas a hacer cuando llegues? — preguntó y asentí como respuesta.

— Primero ver a mi mamá, darle un abrazo que dire horas y después dormir — dije tranquilamente mientras disfrutaba de la canción — Ver a mi abuela también está en la lista y después ver a mis amistades. En mi familia iban a hacer una fiesta familia, así que voy a ir. Lo demás salir con mi mamá y abuela a disfrutar

— Ojala poder ir contigo. Muero por conocer Cuba — estábamos en un semáforo así que aprovechó para mirarme — Espero que me mandes muchas fotos y me hagas videollamada.

— Eso no me puede faltar — afirmé — ¿Y tú qué harás? — volteó su mirada a la carretera y siguió conduciendo cuando la luz pasó a verde.

— Kylie me dió unas vacaciones — habló pero se le notaba un poco nerviosa.

— ¿En serio? — pregunté analizándola.

— Si, dice que hace mucho no las tomo y me merezco unas también — habló y asentí.

— ¿Entonces a dónde irás? No me habías dicho nada

— Aún no sé, después veré dónde voy. Y no te dije porque primero teníamos que ver tus cosas — dijo echándome un vistazo rápido.

— Tonterías — exclamé — También tenemos que ver tus cosas — ella negó y yo refunfuñé.

Después de eso nos quedamos en silencio, no estamos molestas solo preferimos quedarnos disfrutando de las canciones que se reproducían una tras otra y hacíamos pequeños bailes.

Estuvimos un gran tiempo en el auto de camino al aeropuerto pero una vez llegamos sentí la emoción crecer mucho más en mi corazón, por fin volvería a casa. Mi corazón latía a mil en mi pecho y solo me quedé mirando a las personas salir y entrar del aeropuerto, unas despidiéndose con lágrimas en los ojos y otras llegando abrazando a sus sres queridos, otros simplemente estaban tranquilos.

— Ha llegado la hora — anunció la venezolana cuando el carro estuvo bien aparcado. Se giró y tomó una de mis manos entre las suyas — Te voy a extrañar.