Jenner's princess ; the Jenner Sisters

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KYLIE JENNER

Toqué repetidas veces el lado contrario de la cama buscando a Alexa, lo único que logré sentir fue un espacio  totalmente desolado y frío. Abrí los ojos de manera inmediata y confirmé que estaba sola en aquel desorden de sábanas de hotel, una de ellas cubriendo vagamente mi desnudez, y almohadas. Mi cuerpo se sentía cansado como si hubiera corrido un maraton.

— No está — mi hermana informó sentada cómodamente en un sofá marron alejada de mi, un libro en sus manos, su pelo mojado y usando una camiseta mía. Solté todo el aire que contenían mis pulmones y me acosté de nuevo con los brazos abiertos, con la vista en el techo — lo sé, es una mierda despertar y no verla — cubrí mi rostro de la luz entrando por el balcón abierto con uno de mis antebrazos.

— ¿Se fue hace mucho? — mi voz salía unas notas más agudas que de normalidad y todo por la siesta de la que acaba de despertar.

— Hace como hora y media — respondió y yo gruñí molesta conmigo misma por dormirme sabiendo que entre mis brazos tenía a una conejita escurridiza que huiría a la primera oportunidad que se le diera. Lo peor es que ella lo quiere, tanto como nosotras, incluso más, pero Alexa siempre buscará la manera de negarlo, sobre todo a si misma.

— Esto es jodido, Kendall — hablé, Kendall me dió toda la razón — por un momento piensas que se va a quedar y cierras los ojos y cuando los abres tienes que correr detrás de ella otra vez porque sabes que tu vida sin ella perdió el sentido. Deja un vacío que solo puede llenarse con su presencia.

Con la sábana aún envolviendo mi cuerpo me levanté de la cama y caminé hacia la mesa con la jarra de cristal llena de agua, agarré uno de los vasos junto a esta y lo llené de agua. Me bebí el contenido de una calmando la sed que sentí de momento.

— Prometió ir con nosotras a Varadero — Kendall dijo, el vaso vacío en mi mano cayó en cámara lenta hacia el piso causando un ruido y separándose en pequeños pedazos esparciéndose alrededor de mis pies — ¿Kylie? ¿Te hiciste algún daño? — mi hermana dejó de su libro sobre su asiento y corrió hasta mi teniendo cuidado de no pisar algún pedazo de vidrio, con su mirada buscó alguna herida pero no tenía nada.

— ¿Hablas en serio? — asintió, sentí la sonrisa aparecer en mi rostro y la alegría volver a mi cuerpo. Salté a los brazos de mi hermana mayor que estaba sin entender el por qué de mi reacción — ¡Eso quiere decir que tenemos una oportunidad, Kenny! ¡Alexa nos dió una oportunidad! — expresé emocionada, poniéndole más fuerza al abrazo.

— Eso parece, creo que no somos tan malas en el sexo de todas maneras — ambas soltamos una carcajada y nos separamos — Tenemos que ganarnos a su familia — afirmé con la cabeza — Y su corazón, eso es lo más importante.
















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ALEXA SMITH

A veces realmente creo que soy estúpida, y otras lo confirmo sin lugar a duda y tal vez hoy sea una de esas tantas veces. Al salir de aquella habitación dejando atrás a dos de las mujeres más reconocidas a nivel mundial y con las cuales disfruté de una noche llena de encuentros pasionales entre nuestros cuerpos, mi pecho comenzó a apretarse y dudé en entrar y quedarme a su lado el día entero hablando o solo disfrutando de la compañía que últimamente me he dado cuenta, estoy adorando.