Jenner's princess ; the Jenner Sisters

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ALEXA SMITH 

     UNOS BRAZOS se enroscaron alrededor de mi cintura descubierta, no me inmuté sabiendo que la mujer detrás de mi era Kendall, su aroma floral siendo inolvidable para mi después de haber pasado más de una noche durmiendo entre  sus brazos. Acomodó mi cabello rebelde y con pequeños rizos hacia un lado, su cabeza quedando apoyada sobre mi hombro.

— Es precioso — dije refiriéndome al mar frente a nosotras, las olas en constante choque con la orilla. El cielo sin nubes el día de hoy, solo con el Sol brillando en lo más alto.

— Si, eres preciosa — contestó ignorando que yo hablaba del paisaje, giré para quedar frente a frente no queriendo perderme como los rayos del Sol se reflejaban en su piel o como el viento movía su cabello. Sus lentes sobre su cabeza, no tenía ni una gota de maquillaje, ni siquiera lip gloss, usaba un bikini de dos piezas pero lo más importante era que estaba hermosa, y sabía que no importara como los demás la vieran yo no cambiaría mis palabras — Si me sigues mirando así te besaré y no me detendré — informó.

 — Hazlo —demandé. Sus labios se encontraron con los míos que los recibieron gustosos de volver a estar juntos. Mis manos detrás de su cuello y las de ella sin moverse de mi cintura — creí escuchar que no te detendrías — dije recuperando un poco el aliento, una sonrisa coqueta apareciendo en su rostro.

— Repite lo que dijiste anoche y volveré a besarte  — la seguridad que yo tenía hace unos segundo huyó de mi lo más rápido que pudo al momento que esas palabras salieron de su boca. Nunca pensé que hubieran logrado escuchar mi confesión hasta pensé que lo hice en mi sueño, la verdad hubiera preferido que no lo hicieran para poder decirlo en un momento como este donde no estuviera prácticamente en el mundo de los sueños acompañando a Morfeo a una fiesta del té — Por favor, Alexa, dilo —suplicó.

— No me ruegues, Kenny, no supliques, lo diré las veces necesarias, te amo, en serio las amo. No supliquen por algo que les pertenece, mi corazón, mi vida es suya — sus labios sobre los míos me callaron.

— No quiero que me pertenezca, no queremos que seas nuestra — habló, nuestras miradas fijas en la de la otra, perdiéndonos en el universo que ellas representaban — se tuya, mi amor, y desde ahí ámanos como lo haces ahora.

— ¿Dónde han estado toda mi vida? — cuestioné sabiendo que ninguna persona antes en mi vida me había tratado de esta manera sin que fuera mi mamá o mi abuela. Ellas siempre me priorizaban, ya era parte de su vida antes de que yo siquiera lo aceptara.

— Aprendiendo a amar para no cometer ningún error contigo — miré detrás de la castaña, Kylie con un coco y su teléfono en su mano, llevaba un bikini naranja tambien de dos piezas. Me separé de la mayor para ir a sus brazos y besarla como si fuera la ultima vez que lo haría.

— Disculpen por demorar tanto en reconocer que las amo — hablé para ambas, ellas negando ante mis palabras.

— No demoraste, Ale, fue el tiempo necesario para demostrarnos que lo que queremos contigo es la eternidad — Kylie dijo — Ahora vamos, es tiempo de cambiarse para conocer los alrededores — asentí comenzando a caminar de regreso a la casa de la playa que alquilaron para pasar estos dos días en Varadero, pero ellas tenían otros planes, comenzaron a correr viendo quien llega primero a la supuesta meta, sin pensarlo dos veces me uní a su carrera sintiéndome feliz de poder compartir estos momentos con ellas.

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Veía a través de la pantalla del celular de la empresaria abrazada a mi como Stormi iba de un lado a otro en la habitación llena de juguetes enseñando los nuevos dibujos que había hecho en estos día a la vez que contaba todo lo que hizo con sus amigas y primeras, por otra parte el pequeño Aire estaba tranquilo mirando embelesado a su mamá, en algunos momentos extendiendo sus brazos hacia ella queriendo abrazarla algo que me hizo doler el corazón y sé que a Kylie también por la forma en que agarraba mi mano en esos momentos.

— Esta eres tú cuando estás sentada frente a tu laptop leyendo todas esas letras y números raro — explicó señalando el papel con figuras en él. La mujer a mi lado removiéndose y saliendo del salón a dios sabrá donde, seguro a ver a Kendall quien minutos atrás desapareció.

— Oye pero me veo más linda en el dibujo que en la vida real — ella soltó una pequeña risa seguida de un bostezo — es hora de ir a la cama baby storm y baby air, yo les despido de mamá — su niñera junto a Stassie apareciendo en el ángulo de la cámara, lancé besos para los niños y me despedí con un gesto de la mano de las chicas antes de colgar la llamada y salir a buscar a las dos mujeres.

Unas manos suaves cubrieron mis ojos impidiendo ver todo a mi alrededor — solo déjate guiar, preciosa — reconocí que era la menor de ellas. Dejé que me guiara sin ningún problema y siguiendo las orientaciones que me daba para no caer o tropezar. Sentí la arena debajo de mi incluso teniendo sandalias puestas.

Podía escuchar las olas y sentir el aroma a sal del mar, nos detuvimos después de varios segundos, su manos descubriendo mis ojos dejándome apreciar lo que tenía delante. Las miré a ambas sorprendida, habían armado un mini picnic, una sabana blanca debajo de todos los platos de comida bien organizados. Pero lo más impresionante era el mar de velas de distintos tamaños a nuestro alrededor que mantenían iluminado el lugar y le deban un toque más romántico.

— Si hubiera sabido que tú serías la mujer que vendría a cambiar mi vida me hubiera puesto a buscarte desde el día de mi nacimiento — Kendall comenzó a hablar acercándose — Eres la estrella que más brilla en un cielo repleto de ellas, llamas mi atención sin ni siquiera intentarlo. Amo verte sonreír porque provocas mi risa tambien, estoy completamente obsesionada con la forma que me miras y como tu mirada se suaviza. Eres la bendita pureza hecha mujer tan dulce y adictiva para simples mortales como nosotras.

— Nosotras no nos elegimos, fueron nuestras almas que vinieron a este mundo con ese propósito y agradezco muchísimo al universo que no tardara demasiado en juntarnos porque no hubiera aguantado más vivir sin ti a mi lado. Un día comencé a quererte y ahora ya te amo y mañana tendré que crear una nueva palabra porque este sentimiento solo sabe crecer cada día mas — Kylie siguió a su hermana — Te dimos unos collares de promesa hace semanas atrás, hoy te decimos que queremos ser tus novias — las vi arrodillarse delante de mi, cada una con una caja de terciopelo negro que al ser abierta reveló dos pulseras doradas.

— Esperamos que lo próximo que te demos sea el anillo — si antes dije que tomaría el riesgo ahora digo, no importa si al final de esto termino destruida sin manera alguna de repararme no importa si pude vivir algo como esto.

Llevaba tres días continuos de apagón desde el viernes, tampoco tenía internet ni podía llamar por teléfono. Ni siquiera sabía si podía publicarles este capitulo pero aquí  está.

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