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Amelia se había quedado sorprendida. Luisita había echado tanto por tierra su poema que no esperaba para nada lo que había recibido. No solo se notaba que Luisita se había esforzado por hacerlo especial, es que le acaba de regalar algo totalmente único.Amelia no podía fardar de que ligara demasiado, pero había tenido su mercado. Muchas chicas habían intentado impresionarla y conquistarla. Aún así, no recordaba que ningún detalle la hiciera sentir tan bien como el poema que acababa de recibir.
Estaba recostada en la cama de Sofía, con la pequeña dormidita encima suya. Le acariciaba el pelo pasando la palma de la mano lentamente una y otra vez. Sabía que tenía que contestar algo pronto, pero estaba abrumada. Ese poema iba más allá del tonteo y no estaba segura de que fuera buena idea cruzar esa línea. Luisita le importaba demasiado como para precipitase y acabar por hacerse daño la una a la otra.
Miró unos segundos más a Sofía mientras dormía plácidamente, esa pequeña era su prioridad y no podía olvidarlo.
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- Wow Me has dejado sin palabras. Nunca me habían escrito un poema y dudo mucho que alguien me pueda escribir uno como este. Ni tan bonito, ni tan especial. Gracias Luisita, me ha encantado
- ¿Lo dices en serio?
- Muy en serio. Es precioso.
- Yo nunca le había escrito un poema a nadie. Antes de conocerte, hacía mucho tiempo que no escribía nada. Gracias por inspirarme, Amelia. No te imaginas lo importante que es para mí.
- Me encanta como escribes, lo haces muy bien. Espero que sigas haciéndolo.
- Yo espero seguir inspirándome. Es una sensación mágica cuando fluye lo que quieres transmitir y el resultado te satisface. Que es muy difícil pero no sé, tú lo pones fácil.
- Yo no hago nada Luisita, eres tú. Eres muy especial.
- No tanto como tú, Amelia. Eres increíble. Eres valiente, atrevida, fuerte y perseverante. Pero también eres dulce, tierna, delicada y cariñosa. Eres una madre ejemplar, una mujer preciosa y la mejor poli que conozco.
- Luisita tú no conoces más policías... jajajaja
- Ya bueno, pero todo lo que he dicho sigue siendo verdad.
- Tú eres increíble Luisita, la manera en que te preocupas de las cosas y las personas que te importan, la manera en que te entregas, no lo había visto nunca. Sería un sueño tener una pareja como tú.
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¿Pareja? He leído bien. Pone pareja.
Luista escribía y borraba una y otra vez. Quería corresponder ese mensaje pero sin pasarse de la ralla. Ya estaban entrando en terreno pantanoso y ella no tenia nada claro aún. No quería engañar a Amelia ni hacerle daño. Sentía muchas cosas por ella, ya se lo había dicho. ¿Pero tanto como para seguir dando pasos adelante? No estaba nada segura. Volvió a borrar una vez más y justo entonces le llegó otro mensaje.
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- Pero tengo a Sofía, ella me necesita y yo no haría nada que la perjudicara.
- Por supuesto. Sofía es tu prioridad y tiene muchísima suerte de tenerte, Amelia. Por cierto, ¿estás acostada con ella?
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Luisita desvió la conversación. Entendía perfectamente a Amelia y en cierto modo estaba aliviada de no tener que enfrentarse a una decisión tan pronto. No quería renunciar a nada y la verdad que disfrutaba de la situación tal cual estaba.
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Pongamos que hablo de Luisita y Amelia
FanfictionUn día te levantas ya cansada de darle vueltas en tu cabeza y dices, o lo escribo o reviento.