3. Ni una sola palabra

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La noche empieza y con ella mi camino

Te busco a solas con mi mejor vestido


-...y luego de Argentina ya nos vamos a Chile - Juanjo llevaba gafas de sol y chapoteaba con medio cuerpo dentro del agua.

Había dormido extrañamente bien. Al despertarse, conversación de la noche anterior se desdibujaba en su mente rodeada de un aura de irrealidad. La voz de Martin llenando el comedor, la penumbra envolviéndoles casi con calidez, el tacto de otra mano contra la suya... no estaba seguro de si había sucedido o se trataba solo de un sueño.

Las dudas se habían despejado a medida que avanzaba la mañana; Martin se había dirigido a él de manera casual, preguntando por el estado de su pie. No había rastro del flirteo que había plagado sus avances el día anterior y sus cuerpos se mantenían a una distancia prudencial.

- Aaaah, en Chile grabé yo una película.

Ambos tomaban limonada en la piscina mientras de fondo sonaban canciones de antiguos veranos.

-¿Cuál?

-Una producción basada en una novela, se llamaba "El salto más grande", - el chico miraba hacia el cielo despejado, como si allí pudiera ver reflejadas las escenas, - ¿dónde vas tú para la gira?

-Santiago, ¿tú estuviste?

-!Sí! ¡Dios, me encantó la ciudad! – a Martin se le iluminaba el rostro al recordarlo – rodamos algunas partes allí y otras en la costa. Te pasaré lugares a los que tienes que ir.

-¡Ay sí, por favor!, - Juanjo soltó un chillido, emocionado por la proximidad de los acontecimientos, - aunque no creo que podamos ver demasiado; entre llegar, preparar las cosas, hacer algún ensayo...

-Ya... - Martin estuvo de acuerdo - mi hermana siempre quiere que le compre cosas, y es como: literalmente, no tengo tiempo.

-Totalmente- asintió, -!Ay, qué agobio, dios mío! - exclamó mientras apoyaba la frente contra el borde de la piscina.

-¿Pero qué dices?, - el vasco lo miró, haciendo una mueca con los labios, - ¿agobio por qué?

-Pues porque es la primera gira que hago por América Latina y, joder... he dejado a mi equipo a cargo de todo y yo estoy aquí, tocándome los - bajó la mano hacia su bañador e hizo el gesto de agarrarse el paquete.

Martin rió, sentado en el bordillo, con los pies en el agua, miraba a su compañero desde arriba.

-Bueno, – dijo en tono conciliador – puedes aprovechar para coger fuerzas y... tienes un objetivo, ¿no? - chocó su vaso de limonada contra el de Juanjo, mientras le guiñaba el ojo, - además, ¿has visto qué nivel de pretendientes? Como poco te vas con cinco proyectos nuevos.

El maño zarandeó la cabeza con gesto de negación y rió.

- !Maggtin¡

Martin se giró para ver quien le llamaba y Juanjo levantó la vista hacia las tumbonas.

Sam agitaba el bote de crema en el aire y ponía ojos de súplica. Tenía cara de niño y el pelo rubio y alborotado.

-¿Cgeo que necesitag más cgema o me quemaggé? - Sam gritó con su español chapurreado.

-¿Me disculpas? - Martin parecía divertido - Creo que tengo tareas de seducción que atender.

-A por ellos, tigre.



Dejó la limonada en el borde de la piscina, zambulló la cabeza en el agua e intentó nadar algunos metros.

CaribeMix2000Donde viven las historias. Descúbrelo ahora