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Capítulo con un poco de contenido NSFW

Era domingo, el último del mes, y Toji se encontraba disfrutando de su libertad mientras los niños estaban en casa de sus abuelos. Había planeado pasar el día solo, con la intención de devorar helado y sumergirse en algún videojuego. Era un lujo que rara vez se permitía debido a las constantes peticiones de sus hijos. Sin embargo, sus planes de tranquilidad se vieron alterados cuando Marin, al enterarse de su domingo solitario, lo invitó a su departamento.

Con el entusiasmo a flor de piel, Toji se alistaba frente al espejo, cantando a pleno pulmón la pegajosa canción de la radio que le encantaba. La sonrisa en su rostro era evidente mientras revisaba su atuendo por última vez. Todo estaba en orden, y se sentía preparado para lo que prometía ser una tarde especial.

Por otro lado, Marin estaba en su departamento, corriendo de un lado a otro mientras hablaba por videollamada con Mei. Su nerviosismo era palpable.

—¿Segura que escogimos el atuendo correcto? —preguntó Marin, mientras se miraba en el espejo, frunciendo el ceño.

—Vamos, Mads, eso se te ve encantador. Me dan ganas de yo misma quit... —Mei fue interrumpida abruptamente por el timbre.

—¡Mierda, él está aquí! —Marin exclamó, dando algunos brincos nerviosos. —Te veo mañana —añadió apresuradamente antes de colgar la llamada.

Se miró una última vez en el espejo frente a la puerta y suspiró profundamente.

—¿Quién es? —preguntó con voz temblorosa al abrir la puerta.

—El hombre por el que mueres —respondió Toji juguetón desde el otro lado, mientras levantaba una bolsa— Traje helado por si no te convences en dejarme entrar.

Marin soltó una risa nerviosa, sus mejillas enrojeciendo. A pesar de su nerviosismo, abrió la puerta de par en par, permitiendo que Toji entrara. La reacción de Toji al ver a Marin en su atuendo la dejó avergonzada, y  él sin pensarlo, dejó caer la bolsa que llevaba. Sin embargo, con un rápido movimiento, la recogió y entró con ella, cerrando la puerta tras de sí, esperando que nadie más lo hubiera visto.

—Tú... —susurró, sus ojos recorriendo cada detalle del atuendo de Marin. Se mordió el labio inferior, mientras la miraba de pies a cabeza con admiración. —Te ves... deliciosa.

Marin estaba vestida con una bonita bata semi-transparente de color rosa, amarrada con un coqueto moño que apenas cubría el babydoll de encaje que llevaba debajo. La combinación de la bata y el babydoll creaba una imagen sensual pero elegante que deslumbró a Toji.

Toji dejó escapar un suspiro largo, su mirada fija en la figura de su amada. Cada detalle de su atuendo parecía encajar perfectamente con la sensación de anticipación y emoción que llenaba la habitación.

—Espero que no te importe si me quedo un poco... —dijo Toji, acercándose lentamente a Marin, con la intención de no romper la atmósfera mágica que se había creado.

Marin, sintiendo la calidez y la ternura de la mirada de Toji, no pudo evitar sonreír. —No, para nada —respondió, sintiendo cómo el nerviosismo se transformaba en una agradable mezcla de expectación y alegría — Pero espero puedas disfrutar de tocarme esta tarde — se dirigió con velocidad a la habitación

Toji aun intentaba digerir esto, pero después de reaccionar corrió hasta la cocina para seguir congelando el helado y volvió hacía la habitación donde ella debía estar

Al entrar fue recibido por una exquisita fragancia de un dulce perfume de Victoria Secret

Y ella estaba sentada a la orilla de la cama con las piernas cruzadas

Hurt-Toji FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora