Lunes, 8:50 am
Marin preparaba el salón para sus pequeños estudiantes y sus padres. Colocaba las pequeñas mesas en el centro para que los adultos pudieran estar en las orillas, observando cada detalle para asegurarse de que todo estuviera perfecto. No era la primera vez que convivía con aquellos adultos, pero había un niño que tenía en mente, pues en realidad no sabía si Megumi tendría compañía.
Miró por el rabillo del ojo cómo los pequeños niños comenzaban a entrar por el portón principal.
—Buenos días, maestra —Yuuji fue el primero en asomarse, llevando a Nobara junto a Megumi de la mano.
—Buenos días, mis niños. Pasen, pasen —Marin les sonrió, llenando el ambiente de calidez.
—Maestra, hoy sí vendrá mi papá —el pequeño pelinegro le mencionó mientras sonreía, sus ojos brillando de emoción.
Marin se sorprendió, sintiendo una mezcla de alivio y alegría— Me alegra mucho, Megumi.
—¿Maestra, estará con nosotros el profesor Gojo? —una peliazul preguntaba con vergüenza y sus mejillas sonrojadas.
—El día de hoy no, Miwa, pero el viernes estaremos todos juntos con ustedes —Marin sonrió ante el sonrojo de su alumna, notando lo adorable que se veía.
—Profesora, mi mamá ya está aquí —Nobara señalaba a la puerta, al ver que algunos papás ya estaban esperando.
La morena volteó en aquella dirección y, en efecto, vio que ya estaban los padres afuera. Caminó hacia la puerta con una sonrisa—Pasen, pasen —les dijo amablemente, haciendo un gesto para que entraran.
Divisó a la mayoría de los padres que ya conocía, intercambiando saludos y sonrisas, pero uno en particular le llamó la atención.
El hombre alto que había visto cuando acompañó a Megumi, el mismo que se había destacado por su presencia imponente y su atuendo casual, resultaba ser el padre del pequeño.
Antes de entrar al salón, Toji se acercó a ella, mostrando una mezcla de cortesía y nerviosismo en su rostro.—Buenos días, maestra. Ya nos habíamos visto el viernes; yo soy el—
—¿El padre de Megumi? —lo interrumpió Marin con una sonrisa cálida, al instante reconociendo a la figura imponente del viernes, cuando acompaño a Tsumiki —Bienvenido, es bueno verlo.
Toji se quedó en silencio por un momento, pensando en lo que casi había dicho: "Yo soy el enfermero del viernes." Se reprochó mentalmente, sintiéndose algo torpe
—Sí, me disculpo de antemano —dijo, aliviado de haber evitado hacer una broma inapropiada en ese momento.
—Nunca es tarde para poner atención a los pequeños —Marin le respondió con una sonrisa comprensiva— Pero ahora pase, o si no nos tardaremos más.
Hizo un gesto hacia la puerta, invitándolo a entrar. Toji asintió y cruzó el umbral, notando de inmediato la atmósfera cálida y acogedora del salón. Sin embargo, lo que realmente le llamaba la atención era Marin. Ella era sumamente atractiva, su sonrisa y su presencia irradiaban una calidez que hacía que Toji se sintiera un poco incómodo y fascinado al mismo tiempo.
Mientras Toji se dirigía hacia la mesa de su hijo, escuchó otra voz .
—Señorita Uzui —dijo el padre de Yuuji, corriendo hacia ella— Lamento la demora.
—No se preocupe, señor Kento, pase —Marin respondió con la misma sonrisa amable que le había brindado a Toji, una sonrisa que hizo que Toji se preguntara si esa calidez era algo reservado solo para él o si lo compartía con todos los padres.
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Hurt-Toji Fushiguro
FanfictionPrimer paso: Ser maestra de preescolar Segundo paso: enamorar a uno de los padres de familia Mejor no pasemos al tercer paso ¿O si?