Se rascó la nuca tras haber leído 4 veces seguidas el mensaje del heterocromo. Pensaba que le había bloqueado, que no volvería a escribirle, pues la foto de perfil de Todoroki seguía sin aparecer. No sabía qué responderle, su cabeza era una maraña de pensamientos y nada tenía sentido para él mismo. Su orgullo le impedía ver más allá.Se quedó con el teléfono entre ambas manos, con los pulgares a escasos centímetros del teclado.
«Ah, que al final no me bloqueó... Solo me borró...» dijo en su interior y al instante sacudió su cabeza.
—Di que sí, Katsuki. Pensando en lo importante. En vez de en dar una respuesta, en si te ha bloqueado. Es que yo me autoaplaudiría la cara a veces —musitó.
Pasó 5 minutos en la misma posición, con el chat de Shōto abierto, pero mala suerte la suya, estaba en línea y él también. Hecho que le provocó una ligera punzada en el abdomen.
❝¿Piensas responder? Te estoy viendo en línea y me acabas de leer...❞
Apartó la mirada hacia la ventana de su habitación, sentándose en la cama. Observando un punto fijo sin pestañear, en blanco.
No sabía qué decir. Estaba enfadado, triste, con ganas de matar a alguien y feliz de tener la oportunidad de hablar de nuevo con el ausente. Añadiendo que se sentía sumamente estúpido por su forma de actuar las últimas semanas. Y sí, tenía todos esos sentimientos juntos en un saco atado a su espalda.❝Podemos hablar, sí.❞ Se limitó a escribir.
Suspiraba cada 2 minutos, encerrado en sus cuatro paredes particular, con el teléfono en mano, esperando ese "pip" de respuesta a su contestación, sonido que no tardó en hacerse presente.
❝Hablando en serio, ¿se puede saber qué te pasa?❞
❝Puedes preguntárselo también a tu amiguito Deku si quieres.❞
❝¿Qué pinta Midoriya en la conversación?❞
❝Tú sabrás.❞
❝No sé si estoy hablando con Katsuki Bakugō o con una niña de 11 años que se ha peleado con su mejor amiga porque se habla con otras chicas en clase.❞
Chasqueó la lengua, sabía que tenía razón. Estaba actuando a raíz de una mezcla de celos, rabia, enfado, tristeza y odio en su interior por lo sucedido con el pecoso anteriormente.
❝Simplemente sé que habláis de mí, podéis seguir haciéndolo sin problema. Me la suda en grande.❞
❝Ahora también te has peleado con Midoriya, ¿no?❞
❝Llámalo como te salga de las narices.❞
❝Lo creas o no, Midoriya se preocupa más por ti que tú mismo y, viendo cómo actúas, no te lo mereces en absoluto.❞
Esa respuesta le dolió cual cuchillo clavándose lentamente en el pecho, ¿y lo peor? Que tenía razón. El pensamiento de que se estaban riendo de él estaba a flor de piel y no podía quitárselo de la cabeza. Por A, por B, por C, en su cabeza rondaba que, todo lo externo a él, era negativo.
Que se reían y/o que le estaban tomando el pelo, era su escudo para negar sus sentimientos, su coraza para que nadie le hiciese daño y una opción al alcance de su mano para olvidarse de Todoroki. ¿Qué pasaría si se entera? ¿Se reirían aún más porque le gusta un chico? Absolutamente todos los pensamientos del blondo eran negativos, no había ni un ápice de positividad dentro de ellos. Sólo los escasos momentos que habló con Todoroki días atrás le hacían sonreír y el sentir el apoyo de Deku a pesar de todo lo que le hizo años atrás. Eso era el pilar que le mantenía bien construido y de humor aceptable (de mala hostia como siempre, para que nos entendamos) desde que supo entender lo que sentía por el que ahora se hallaba lejos de él. Estaba cambiando, lo nuevo que llevaba semanas cargando le estaba haciendo cambiar, le hacía sentir débil, frágil, como si al tocarle o hablarle, se pudiese romper o ponerse a llorar con una facilidad +200% a lo que fue antaño. Y no le gustaba. Sentirse débil ante las dos personas que más se juró a sí mismo vencer y superar, era un hecho que no podía tolerar. Aunque una diminuta parte dentro de su corazón, sabía que tenía que aceptar sus sentimientos, hacerle frente y acoger y agradecer la mano que le tendió su amigo de infancia. Y era como si tuviese a ambos lados de su cabeza un ángel y un demonio. El ángel que le decía que fuera más delicado, amable y amigable con ellos y el demonio, que le chillaba a los cuatro vientos que quería ver el mundo arder y explotar, como si le obligase a utilizar el quirk contra sí. Mientras lo único que ardía eran sus manos sujetando el teléfono. Por ahora, creyó oportuno no tragarse el orgullo y seguir siendo un poquito (poquito según él) borde, ya que desde su punto de vista se lo merecían por ocultarle que hablaban a sus espaldas.
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Te echo de menos, idiota (hiatus)
Fanfic¿Qué pasa cuándo alguien que se supone que odias se va? No dicen que, cuándo pierdes algo o alguien, ¿valoras más haberlo tenido indiferentemente si era de tu agrado o no? Y sobretodo, ¿Qué pasa si has estado tiempo confundiendo sentimientos? Inici...