Tan pronto sonó la alarma, la apagó y gritó acercando su rostro a la pantalla.
—Muérete tú también, despertador de mierda.
Se levantó de la cama desganado, frotándose los ojos con notorio cansancio. No tardó demasiado en prepararse y abandonar el lar para ir camino a la academia. Hoy no tenía demasiadas ganas de asistir, pero el deber era más fuerte que sus ganas de dormir.
La mañana pasó increíblemente lenta. En más de una ocasión casi se duerme durante las clases, hecho del que se percató Izuku, el cual sospechó que tal vez ese cansancio fuera por hablar hasta tarde con Todoroki. No pudo hacer más que acercarse lentamente y preguntar.—Kacchan, ¿Estás... Bien? —preguntó en voz baja.
—Lárgate. Tanto Kacchan, Kacchan... me estresas —masculló.
—Es que... Estás raro últimamente... Y... B-bueno...
—Que te largues —subió el tono—. Además, tú qué cojones sabrás.Ni tiempo le dio al de hebras verdosas a abrir la boca de nuevo cuando Uraraka le hizo señas para que se acercase a ella y a Tsuyu para hablar de temas académicos y, ya de paso, alejarle de una posible disputa con el blondo.
A decir verdad, a Midoriya le preocupaba el estado en el que se encontraba su amigo de la infancia. No sabía con exactitud cómo se sentía el susodicho, pero estaba claro, según él, que la ausencia de Todoroki le afectó más de lo que suponía.
Desde que habló con el medio albino, podía saber que Bakugō estaba mejor de ánimo, pero para volver al estado previo a la partida de Shōto, debería pasar tiempo o quizá el retorno por parte del heterocromo a la academia.
No quería meterse en demasía, no quería recibir una explosión en su cara si volvía a preguntarle a Katsuki, pero era inevitable pensar en ello de vez en cuando, ya que el característico semblante malhumorado de su compañero, se vio sustituído por uno más triste, más apagado. Llegando a la conclusión de que la causa del humor de Katsuki era que echaba de menos a Todoroki y, en caso de ser así, el mejor remedio era esperar su regreso.
Tampoco quería sacar conclusiones sin analizar bien la situación, sin hablar de vez en cuando con Shōto para ver qué le contaba y sin sacar pruebas más que evidentes, ya que lo único que deseaba el de orbes esmeralda era ayudar a su amigo y le daba igual si era en las sombras. Y eso era lo que trató de hacer cuando llegó a casa. Hablar con Todoroki.
Sacó el teléfono móvil del bolsillo, escribiendo lo justo y lo necesario para empezar una conversación con el medio pelirrojo.
❝¡Todoroki! ¿Cómo estás? Desde aquel día que hablamos por Kacchan, no nos hemos vuelto a escribir.❞Dejó el móvil en el escritorio mientras sacaba la libreta de la mochila para estudiar, pero una breve vibración le hizo dejar sus obligaciones de lado para atender al posible mensaje que le había llegado.
❝No me puedo quejar, ¿Tú qué tal estás? ¿Todo bien por la academia?❞
Esperaba otro tipo de respuesta y pregunta, así que debería sacar el tema él solo y cambiar sus respuestas.
❝Bastante bien, acabo de llegar de la academia, todo está muy tranquilo.❞
❝Vaya, parece que desde que me fui no ha habido ningún percance por allí.❞
❝Lo más extraño que pasó desde que marchaste, fue la actitud de Kacchan. Nada más.❞
—Con esto espero que me diga o pregunte algo de él... —dijo para sí mismo.
❝¿Bakugō? Pues cuando hablé con él me parecía igual de borde que siempre.❞
El peliverde no pudo evitar esbozar una sonrisa, a la vez que mordía su pulgar izquierdo cuando había logrado su cometido. Hablar de Katsuki.
❝Bueno, conmigo no es muy simpático tampoco... Como siempre, vaya.❞
❝¿Pero no me dijiste que había cambiado? ¿Que estaba más apagado que de costumbre?❞
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Te echo de menos, idiota (hiatus)
Fiksi Penggemar¿Qué pasa cuándo alguien que se supone que odias se va? No dicen que, cuándo pierdes algo o alguien, ¿valoras más haberlo tenido indiferentemente si era de tu agrado o no? Y sobretodo, ¿Qué pasa si has estado tiempo confundiendo sentimientos? Inici...