Capítulo 15

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Las miradas del pecoso no se separaban del blondo, el cual no paró de bostezar, gritar y estar en constante estrés él solo durante casi toda la mañana.

Midoriya no era el único que se percataba del nombrado cansancio, Kirishima también notó que, fuese por lo que fuese, Bakugō necesitaba descansar y, lo único que fue capaz de preguntar el susodicho, es si estaba bien y si necesitaba alguna cosa. Eran amigos, por lo que creía conveniente hacerle saber que estaría ahí para lo que fuese.

Deku creía que la clase comenzaría a sospechar, más aún, sobre el estado de Kacchan. Que sacarían conclusiones, tal vez absurdas o tal vez acertadas. Y más tras haber aparecido en clase con los ojos hinchados y rojos como consecuencia de haber llorado.

Más de uno pudo observarlo, pero al ser Katsuki y, al haber estado así durante varias semanas sin comentar nada, casi nadie creyó conveniente acercarse a preguntar seriamente. Solo Iida, como persona responsable, que se preocupa por sus compañeros de clase, creyó oportuno hablar en nombre de todos con Izuku, ya que era el que más conocía al joven Bakugō. Y es lo que hizo en cuanto ambos estuviesen solos y pudiese aprovechar la oportunidad.

-Midoriya, ¿tienes un momento? -cuestionó el portador de gafas.

-Claro -el nombrado centró la mirada en Iida para prestar total atención.

-Es por Bakugō. Esta mañana viniste junto a él y... Bueno -empezó-. Se le ve raro. Hoy más que de costumbre, ¿sabes qué le ocurre? Como responsable de la clase, estoy preocupado por su rendimiento académico.

No se esperaba para nada ese tipo de pregunta, ¿por Bakugō? ¿Y si decía que no sabía nada? Lógicamente no le iba a decir: "Es que Bakugō está enamorado de Todoroki y, entre que le echa de menos y no sabe cómo llevar el asunto, no está bien.", pero cabe la posibilidad de que Iida sea lo suficientemente perspicaz como para darse cuenta que ese "nada" sería de todo menos un nada.

Dejó de meditar qué responder, puesto que si pasaban demasiados segundos sin dar una respuesta, la sospecha de que ocurre algo serio con Katsuki aumentaría.

-Digamos que no me lo quiere decir. Tal vez esté más distante que de costumbre y... Bueno -comentó-. Creo que eso sería todo.

El joven de gafas frunció el ceño, observando los gestos de Midoriya que, por un motivo u otro, le resultaban más agitados y nerviosos de lo habitual, sintiendo que algo ocultaba.

-Midoriya, confío en que le ayudarás. Sea lo que sea -sentenció.

-Cla-claro.

Iida posó la diestra sobre el hombro impropio y finalizó la conversación añadiendo las últimas palabras antes de marchar.

-Eres un gran amigo al que se pueden confiar secretos, Midoriya.

No sabía a qué se refería con eso. Si sospechaba de algo más cercano a una confesión por parte de su amigo de la infancia o simplemente porque no había dicho la verdad para proteger la situación de Bakugō. Fuere lo que fuere, no le dio más vueltas. Las clases aún no habían dado su fin y necesitaba concentrarse en ellas, pero nada es eterno y por fin podían abandonar la academia de héroes.

Esperó al blondo fuera de clase. Quería volver con el nombrado y ver que estaba más tranquilo en comparación a la mañana y, tal vez, podrían hablar de Todoroki sin miedo a ser escuchados.

-Kacchan, ¿va-vamos juntos? -cuestionó al ver salir al citado por la puerta.

-Ajá.

Caminaron lento, uno al lado del otro sin decir palabra, hasta ser Izuku el que tomó las riendas de la conversación.

Te echo de menos, idiota (hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora