Te echo de menos, idiota (hiatus)

Capítulo 11

Durante las clases prácticas, recordaba la escena con Izuku Midoriya en la cual confesaba que se había enamorado de Todoroki.

«Maldita sea, qué puta vergüenza.» Pensó llevando ambas manos sobre su cabeza, ignorando que era llamado por el profesor.

-¡Bakugō! -Gritó Aizawa por cuarta vez-. ¿Se puede saber qué te pasa?
-¿Hah?
-Ni hah ni hoh... Atiende y haz las cosas como las digo, no como te dé la gana.

El regañado bufó y siguió con la clase, notando las miradas furtivas de Midoriya de vez en cuando.

«No, si se cree que soy tonto y no me doy cuenta que tiene los ojos pegados a mí... Maldito Deku... Para qué te digo nada, tsk...» Dijo para sus adentros.

Otro día más, otro día menos. Según se mire. Estaba agotado, demasiado esfuerzo en clase y demasiado pensar le agotaba la energía y, para colmo, hoy no iría solo hasta casa. El peliverde le estaba esperando para hablar durante el camino.

No le molestaba, pero sabía que durante la ruta sacaría a Todoroki de un modo u otro.

-¿T-te importa si vamos juntos? -preguntó Izuku antes de nada.
-Nah... Vamos -musitó y se adelantó.

El joven de hebras verdosas se posicionó al lado del blondo, quedando ambos en silencio hasta salir de la academia.

-Kacch...
-Dek...

Hablaron a la vez y callaron ambos antes de terminar por unos segundos hasta que Katsuki decidió hablar él primero.

-Deku... En serio. De lo que te he dicho ni una palabra a nadie o te lo juro que será la última cosa que hagas en esta vida -advirtió.
-N-no pensaba hacerlo -dijo agitando ambas manos como negación.
-Eso espero...
-¿Has hablado con él hoy? -preguntó para cambiar de tema. No le gustaba para nada la idea de ser asesinado por su amigo de la infancia.
-Seh... ¿Por? -respondía mirando al frente.
-Nada, por saber. Igual se te hace menos difícil su ausencia.
-No es lo mismo -comentó centrando su mirada al frente, casi sin pestañear. Frunciendo levemente el ceño.
-Y-ya lo sé, pero mientras...

Miró a Katsuki por el rabillo del ojo, notando de nuevo un aura triste que envolvía a su compañero, buscando otro tema más alegre, que le hiciese olvidar que él no estaba. ¿Quizá sacar el futuro?

-¿Y qué harás cuando vuelva? -preguntó sin pensar demasiado para no quedar en silencio.
-¿Cómo que qué haré? -esta vez le miró, arqueando una ceja.
-¿Se lo dirás?
-¿¡Qué!? -Gritó y echó la cabeza para atrás.

El de ojos verdes tuvo que taparse disimuladamente la boca para evitar reír ante la reacción de Bakugō, el cual se iba poniendo paulatinamente rojo. Midoriya pensó que la causa de esa rojez era que se estaba imaginando la escena con Todoroki. Y la verdad es que no estaba equivocado. Era precisamente lo que estaba pensando el de irises carmesí.

-No pensarás quedarte con eso para siempre sin decirle nada...
-Tú eres tonto. ¿Cómo cojones esperas que le diga tal cosa? Del estilo: ''Oye, Todoroki. Me he colado por ti.'' Mimimi... Suena estúpido y ridículo a la vez. No pienso decirle tal cosa, imbécil -balbuceó a la vez que el color de sus mejillas se tornaba más intenso.

Sinceramente, Deku estaba disfrutando de la situación. Nunca le había visto tan nervioso, tímido, indefenso y tsundere a la vez. Reía para sus adentros, observando cada detalle, cada gesto de Katsuki.

-No tan así, Kacchan... Sin soltarlo de golpe, poco a poco. Sabiendo con anterioridad lo que piensa Todoroki, si le gusta o atrae alguien o si tal vez es algo mutuo -lo último lo dijo adrede. Sabiendo que eso le haría reaccionar de forma ''graciosa'', o al menos eso esperaba-. Cosas así.
-¿¡MUTUO!? ¿¡CÓMO ESPERAS QUE SEA ALGO MUTUO, DEKU!? -Farfulló agitando sus manos con nerviosismo.