𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 18

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El aire en la ambulancia era denso, cargado con la angustia y el miedo palpable que emanaba de Jimin.

Cada contracción de dolor lo hacía retroceder y su rostro se contorsionaba en una mueca de sufrimiento.

Jungkook se sentía impotente, atrapado en una situación que parecía fuera de su control.

Aquella noticia que habían recibido recientemente, que serían padre por segunda vez, debería haber sido motivo de alegría, pero ahora todo se tornaba oscuro.

Jk: ¡Jimin, por favor! -exclamó, tratando de hacer contacto visual, de transmitirle un poco de fuerza. -¡Tienes que mantenerte despierto! El bebé necesita que estés aquí.

Jimin tenía los ojos cerrados, y su respiración se tornaba irregular. Sentía que la oscuridad lo arrastraba, como si el mundo estuviera desvaneciéndose a su alrededor.

En su mente, las imágenes de su vida junto a Jungkook y el primer bebé que había tenido con Taehyung se entremezclaban con la realidad cruel que estaba viviendo en ese momento.

Los paramédicos estaban haciendo todo lo posible. Uno ajustaba el equipo, otro le hablaba con calma, intentando aliviar su angustia, pero nada parecía funcionar.

Jungkook notaba su desesperación y sentía que su propio corazón se tambaleaba ante la posibilidad de perder a Jimin, de perder a su bebé.

Jm: Jungkook... -murmuró , su voz apenas un susurro, como si cada palabra le costara un esfuerzo extremo. Jungkook se inclinó más cerca, aferrando la mano de Jimin con fuerza.

Jk: Estoy aquí, Jimin. Nunca te dejaré solo, no importa lo que pase.

Pero a medida que los segundos pasaban, la mirada de Jimin se tornaba cada vez más vidriosa.

Jungkook sintió que el pánico lo invadía, su mente pasando a mil por hora, pensando en lo que podía hacer, pero sintiendo que las palabras y las acciones se le escapaban de las manos como agua.

Jk: ¡Vamos, Jimin! ¡Tienes que pelear! No puedes rendirte ahora -rogó, su voz quebrándose mientras una ola de lágrimas asomaba en sus ojos.

Un paramédico se acercó, poniéndole una mano en el hombro como intento de calmarlo, pero Jungkook estaba demasiado alterado, su mente llena de pensamientos negativos. ¿Qué pasaría si perdían a Jimin? ¿Y el bebé? No podía dejar que eso ocurriera.

Estamos casi allí, Jimin. Aguanta un poco más -dijo el paramédico, tratando de mantener la esperanza viva en medio del caos. Pero Jungkook ya no escuchaba, su mente daba vueltas, ahogada en miedo e incertidumbre.

Finalmente, la ambulancia se detuvo y la puerta se abrió de golpe. En un torbellino de actividad, los paramédicos sacaron a Jimin en la camilla, llevándolo rápidamente hacia el área de emergencia. Jungkook corrió a su lado, aferrándose a la mano de Jimin con una determinación feroz.

Jk: ¡Tu puedes Jimin! -gritó , sintiendo que su corazón se rompía. La mirada de Jimin se volvió más tenue, y en ese momento, el mundo de Jungkook se paralizó.

Rodeado de médicos y luces brillantes, lo único que deseaba era que Jimin supiera que no estaba solo, que siempre estarían juntos, luchando por ese futuro el que tanto habían soñado.

Mientras se lo llevaban, Jungkook sintió que el suelo se deslizaba bajo sus pies, pero se aferró a la esperanza, a la fe de que el amor podría superar cualquier dificultad. En ese momento, supo que haría todo lo posible por proteger a su familia, porque, sin duda, eso era lo que más amaba en el mundo.

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En la casa de los Jeon seguía palpable. La señora Jeon estaba furiosa, su rostro enrojecido por la rabia y la indignación, mientras miraba a Taehyung con desdén.

𝚅𝙾𝙻𝚅𝙴𝚁𝙸𝙰 𝙰 𝙼𝙴𝙽𝚃𝙸𝚁 |𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora