Un nuevo día empieza y no quiero ir a la facultad. Estos días no estuve yendo para no cruzarme ni con Lucas y mucho menos con Lola. Pero tengo que volver, esos parciales no se rinden solos.
Apago mi alarma por tercera vez, suspiro, me estiro en mis cobijas calentitas y me levanto para darme una ducha y seguir.
Mis ánimos, aunque siguen estando en el suelo, me fue de gran ayuda estar distraída con Martín, Tomás, Helena y Teo. Se turnaban para hacerme olvidar todo el dolor que sentía, pero creo que esa coraza, hoy va a desaparecer cuando los vuelva a ver.
Me baño lo más rápido que puedo y al salir de la ducha, me pinto mis ojos, para tapar las ojeras de no haber dormido bien. "Vamos Stefi, muéstrale lo que se perdió" me digo a mí misma y me sonrío en el espejo.
Salgo a mi habitación, abro mi ropero, me pongo unos vaqueros ajustados, una polera, una campera de cordero marrón clara, y mis botas. Me peino, me hago una coleta alta y conforme por como estoy, bajo para reunirme con los demás e irnos.
Bajo las escaleras y al entrar en la cocina, todos dejan de hablar y me miran.
— Si que sabes resaltar — me dice Teo y le sonrío.
Muevo un poco mi rostro y mis ojos se cruzan con los de Martín, que me mira sin decir nada y sin expresiones.
— ¿Segura que iras así? ¿Quieres hacerle creer que ya no te interesa y has seguido con tu vida? — me pregunta mi hermano y es cuando salgo de mi trance y lo miro para responderle.
— No creo que esté yendo muy arreglada, siento que voy normal — contesto y se miran entre sí, menos Martín que me sigue examinando.
No soporto mucho más la tensión, busco mi taza de café y me adelanto al comedor.
— Bien que te fuiste porque Martín te está comiendo con los ojos y Tomás se dará cuenta — me susurra Teo caminando detrás de mi y se desvía al baño.
Me veo en el espejo de pared y caigo en que mi atuendo marca todas mis curvas, en especial mi trasero y me enderezo satisfecha con lo que veo.
— ¿Vamos? — pregunta Helena bajando las escaleras — Wow hermana, tu sí que quieres llamar la atención de todos y vengarte — me dice y la empujo suavemente.
— Ya, no es para tanto. Vamos — digo y los demás se acercan a nosotras. Salimos por la puerta de entrada y nos dirigimos al carro de Martín.
— Deberías ir tu adelante — dice Teo y Martín lo mira fijamente.
— Si, eh, si quieres puedes ir adelante — dice Martín mientras se sube y no voy a desaprovechar la oportunidad de ir como copiloto, el mejor asiento en el coche.
Nos sentamos juntos y los demás detrás, peleando entre ellos. Mientras, antes de arrancar, busco música y encuentro "Call out my name" de The Weekend y no puedo no seleccionarla y subir el volumen para no escuchar más nada que no sea la música inundando mis oídos.
De repente escucho a Martín a mi lado cantar y lo miro extrañada, ya que no sabía de su talento oculto. Me descubre hipnotizada mirándolo y me guiña un ojo. Aparto mi vista porque siento como puedo ruborizarme y finjo mirar la carretera, pero nada me importa menos.
Diablos, que me está pasando con este chico. Si bien, estos días estuvimos muy juntos, también con mis hermanos y Teo. Pero siento que puede poner mis nervios de punta.
— Llegamos — dice Helena saliendo disparada del auto, mientras nos saluda con su mano agitada y sale corriendo a su escuela.
Seguimos unas calles más hasta que paramos en el estacionamiento de la facultad.
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Lo que me une a ti
Teen FictionStefanía Scarpello tenía su vida resuelta. Un novio con el que planeaba mudarse a fin de año, unos amigos que la amaban y una pequeña familia que siempre la apoyaba. Pero llegará la traición, que cambiará todos sus planes, descubrirá secretos y enga...