El miércoles nos besamos con Martín, es viernes y fingimos demencia. No nos hablamos, nos evitamos y demás está contar que no fuimos a almorzar juntos ese mismo día.
Estoy saliendo de la facultad y me coloco mis cascos para escuchar música de camino a casa. Froto mis manos que llevan guantes porque el frío me carcome. Entre música y música, las calles se me pasan rápido y antes de lo esperado, llego a casa.
Cuando abro la puerta me encuentro a nuestra madre preparando el almuerzo, mi sonrisa se ensancha y corro a abrazarla.
— Mamá, cuanto te he necesitado estos días — digo haciendo puchero.
— Y yo a ti hija, ni te imaginas, bueno, a los tres — termina diciendo mientras nos separamos — Pero haremos pijamada y me contarás todos los últimos chismes.
— Hoy no puedo, tenemos fiesta en la casa de Teo y decidí ir.
— Bueno, podremos hacerla mañana, con aún más chismes — dice y niego con mi sonrisa plasmada en mi rostro — Vamos, ve a lavarte las manos, que creo que solo almorzaremos nosotras dos.
— Creo que Tomás está en casa de Martín, al igual que Teo, maldito traidor — digo esto último en un suspiro.
— Bueno, pero podemos prepararte para esta noche mientras ellos hacen cosas de chicos — dice y me apresuro a lavarme las manos para sentarnos a comer porque mi estómago ya se está comiendo a sí mismo.
Nuestro almuerzo lo hacemos en el sillón, mientras ella me cuenta de su viaje y lo bien que le fue. Tiene nueva pareja, después de la muerte de mi padre, ella estuvo sumida en una gran depresión y ahora somos felices por ella y que pueda rehacer su vida. Nos presentará su pareja cuando lo vea conveniente, mientras tanto nos conformamos con verla feliz.
Después de lavar los platos, insistir con que duerma una siesta, hago lo mismo. Subo a mi cuarto y me recuesto, en vano, porque lo que menos hago es dormir.
Reviso las redes sociales, veo que Lola irá a la fiesta de esta noche y bufó fastidiada, suficiente con cruzarla en la facultad como para también tener que verla hoy. Por momentos dudo en ir, considero la opción de mi combo favorito, películas + helado + cama. Hasta que me llega un mensaje que me revuelve el estómago en el buen sentido.
"Espero verte hoy :)"
"¿Quién eres?" pregunto mientras sonrío y mi celular no tarda en contestar
"Pues Martín, ¿Quién más?"
"Ah, cierto, aquí estás después de tanto tiempo :)"
"Tú te escapas de mi, me ignoras, espero que hoy no lo hagas en la fiesta ;)"
Termina diciendo y dejo el celular en mi pecho mientras respiro hondo, miro el armario y decido levantarme para buscar ropa. Tiro todo lo que tengo en mi cama y nada me convence.
Escucho el golpe en la puerta, de que alguien va a pasar y veo a mi madre. Sonrío porque está aquí conmigo y nadie mejor que ella para vestirme sexy como quiero estar esta noche.
— Necesito tu ayuda Mami — le digo y pasa, mientras mira mi ropa.
— Espérame aquí unos minutos — me dice y sale por la puerta de mi habitación. Me siento y espero unos minutos a que llega con un poco de ropa — Antes que nada, ¿Queremos impresionar a Lucas? — dice y siento un sabor amargo en mi boca.
— Tengo que ponerte al tanto de lo que ha pasado con Lucas.
— ¿A qué te refieres? — me pregunta y agarro su mano para sentarla a mi lado y contarle todo.
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Lo que me une a ti
Teen FictionStefanía Scarpello tenía su vida resuelta. Un novio con el que planeaba mudarse a fin de año, unos amigos que la amaban y una pequeña familia que siempre la apoyaba. Pero llegará la traición, que cambiará todos sus planes, descubrirá secretos y enga...