Capítulo 18

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MARTÍN

Salgo de mi escondite preferido, mi habitación. Me sorprendo al no escuchar bullicio por ningún lado. No están ni Tomás, ni Helena, ni Stefi, ni mi padre, ni su madre, ni Teo.

Bajo a la cocina y no, definitivamente no hay nadie en la casa lo cuál me parece extraño pero no pregunto ni intento que me cuenten que están haciendo.

Me voy a preparar un emparedado cuando veo a Carlota entrar.

— Vaya joven, me ha asustado.

— ¿Porqué Carlota, si siempre hay gente en la casa?

— Pero pensé que usted estaría en el hospital con los demás.

— ¿En el hospital? ¿Porqué están en el hospital?

— ¿Es que usted no sabe lo que sucedió? — me pregunta y niego — La joven Stefanía tuvo un accidente y está en terapia intensiva en este momento.

Las palabras de Carlota resuenan por mi mente dejándome aturdido. ¿Stefi en cirugía? ¿Pero que habrá pasado?

Sin siquiera contestarle. salgo por la puerta de la cocina directo al garaje para buscar mi auto y llegar lo más rápido posible. Como Lucas tenga algo que ver con todo esto, lo mataré sin más.

El miedo empieza a invadirme y no puedo sacar de mi pecho esa sensación de desesperación que siento desde hace unas horas y ahora cobra todo sentido. El que ella esté así es el causante de mi sensación que no podía describir antes, porque estamos unidos y siempre lo estaremos, este con quién este.

Llego al estacionamiento del hospital y una vez que dejo el auto en un lugar vacío, salgo hacia recepción para saber de ella. Veo a la secretaría y no estoy de ánimos para lidiar con ella. Saco mi celular y veo llamadas perdidas de todos, he sido un completo estúpido, como le pase algo... Sacudo un poco mi cabeza para no pensar en eso y marco a Teo.

— Teo, estoy abajo en el hospital, ¿Puedes venir a buscarme?

— Con que al fin te dignas a aparecer. No creo que sea necesario que vengas, ya somos muchos y...

— Por favor Teo, estoy tratando de sonar sensato. Quiero estar para ella, por favor — digo con la voz entrecortada por el estrés y lo escucho suspirar.

— Ya bajo.

Dice para luego cortar la llamada. Camino de un lado a otro mientras espero que llegue y los minutos parecen eternos hasta que lo veo a Lucas salir por el ascensor. Se acerca a hablar con la secretaria y me dejan pasar.

Nos subimos al ascensor ambos en completo silencio. Quiero hablarle y saber que paso pero intento controlar mi impulso. Porque al saber que fue su culpa no voy a poder frenar mi ira.

El ascensor llega al piso deseado y ambos bajamos. Logro vislumbrar por lo lejos a Helena y apresuro mi paso para llegar a ellos.

— Helena por favor dime que ocurre.

— Martín, ¿Por qué no has estado aquí desde antes? Eres un completo idiota — me dice mientras la veo sumamente preocupada y puedo notar por su maquillaje un poco corrido, que ha estado llorando.

— Perdóname, no fue a propósito, lo juro — digo para después abrazarla y demostrarle que siento la forma en la que me estoy comportando últimamente.

— Familiares de Stefanía Scarpello — dice una enfermera y nos acercamos.

— Somos nosotros — dice Tomás.

— Les informamos que se está haciendo lo posible para controlar la hemorragia que tiene en el cerebro, seguirá en terapia intensiva hasta que se encuentre fuera de peligro. Estará bastante aturdida por horas e incluso días, pero creemos que podrá controlarse con medicación.

Lo que me une a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora