Lo que me une a ti

Capítulo 23

Martín

No hay posibilidad de que me vaya a casar con Sofía, pero mientras veo a todos entrar y prepararse para la ceremonia, repito en mi mente como la rechazaré adelante de todos, que le dolerá más que tener que cancelarles a todos.

Estoy jodidamente enfermo de enojo y no puedo ocultarlo, miro la hora y a estas alturas Teo ya debería estar aquí pero aún no llego.

— Martín, debemos hablar, es urgente — dice Tomas y cierra la puerta detrás de él.

— Dime que sucede

— Acaba de llamarme la policía — me dice y frunzo el ceño mientras lo encuentro buscando las palabras correctas para decirme lo que está ocurriendo.

— ¿Hiciste algo? — pregunto, pero niega

— Stefi y Teo tuvieron un accidente — dice y me levanto de inmediato para llegar hasta el

— Vamos a donde estén, deben necesitarnos

— Es que... — dice y me corta, logrando que pierda mis nervios — No estaban ellos en el auto — dice y lo miro extrañado.

— ¿Entonces?

— Stefi llamo a la policía para pedir ayuda porque un auto los perseguía y quería chocarlos. Los efectivos piensan que han sido secuestrados — dice y paso mi mano por mi rostro con cargada frustración.

— No puede ser posible — Susurro

— Fue Lucas — dice Teo — Llamé a su familia y nadie sabe dónde está, se llevo todas sus cosas, es muy sospechoso, además sabemos que es capaz de cualquier locura.

— Bien, como primera medida no les diremos nada ni a tu madre, ni a mi padre ¿De acuerdo? No van a querer que vayamos a buscarla y quizás si llamamos a la policía, podemos asustarlo y puede hacerle daño.

— Tienes razón, hablaré con Helena para que los distraiga mientras tanto.

— Por otro lado ¿Sabes dónde pueden estar? ¿Se te ocurre algún lugar que él pueda llevarlos?

— La casa — dice después de unos segundos y lo miro expectante — La casa de sus abuelos, era donde iban a vivir juntos.

— Bien, vamos allí entonces — contesto y salgo de la habitación como si me llevara el diablo

Escucho a la gente murmurar que no debería estar espiando porque podría llegar la novia, así que pido la atención de todo.

— Por favor, necesito la atención de todos, estoy apurado, esto llevará unos segundos — digo y tomo aire para hablar — No me casaré ni ahora ni nunca con Sofía, no la amo, no me interesa y es la peor mujer que pude haber conocido. De igual forma los invito a todos a que disfruten de la fiesta, que, al fin y al cabo, la hemos pagado.

Digo y salgo corriendo hasta el auto, no sin antes pasar por el despacho de mi padre y buscar las llaves como loco por sus cajones.

Me subo y escucho la puerta del copiloto, veo a Tomás sentarse a mi lado y asentimos, cuando en el GPS marco la dirección que el me provisiona y emprendemos camino a la casa en medio del bosque.

La tormenta de nieve se hace sentir en la ruta, la casa rural de mi padre donde íbamos a celebrar la boda queda del otro lado de la ciudad por lo que el camino va a llevar más de media hora y golpeo el volante queriendo ir más rápido.

No hablamos en todo el trayecto, es más que obvio la tensión que hay en el ambiente. Stefi puede estar en real peligro con ese loco y mi auto no levanta más velocidad, la nieve no ayuda y mi ansiedad tampoco.