Capítulo 1

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John Lennon, de 25 años, avanzaba por los pasillos de la prestigiosa universidad acompañado de su hermano menor, George. Era un día soleado en pleno otoño y el campus estaba lleno de estudiantes que se preparaban para el nuevo semestre. La atmósfera era electrizante, llena de posibilidades y promesas de un futuro brillante. John, en su quinto ciclo de medicina, conocía bien esa sensación; el entusiasmo de los primeros días nunca se desvanecía.

—John, ¿estás seguro de que esta es la mejor opción para mí? —preguntó George, con cierta inquietud en su voz. A punto de terminar la escuela secundaria, George confiaba en el juicio de su hermano mayor, pero no podía evitar sentirse nervioso ante la idea de cambiar de ambiente.

—Sí, George. Esta universidad tiene un excelente programa y te dará muchas oportunidades —respondió John, tratando de infundir confianza en su hermano. Aunque él mismo estaba nervioso, su preocupación principal era hacer que George se sintiera seguro y apoyado.

Mientras se dirigían a la oficina del rector para iniciar el proceso de matriculación, John se sintió atraído por una figura que caminaba a lo lejos. Era un joven alto y delgado, con una sonrisa encantadora y una energía que parecía iluminar el ambiente a su alrededor. John se quedó observándolo, fascinado.

—George, ve adelante. Te alcanzaré en un momento —dijo John, apenas consciente de las palabras que salían de su boca.

George lo miró con curiosidad pero asintió, dirigiéndose hacia la oficina del rector. John, por su parte, siguió al joven con la mirada mientras este se acercaba a un grupo de estudiantes. Al escucharlos hablar, John descubrió que el nombre del joven era Paul McCartney, un estudiante de 19 años en su segundo ciclo de medicina.

Había algo en Paul que capturaba completamente la atención de John. No era solo su apariencia, sino también la manera en que se movía y hablaba, con una confianza y una calidez que eran inusuales. Sin poder evitarlo, John sintió un fuerte deseo de conocerlo más.

Pero pronto la realidad lo golpeó de nuevo. La universidad estaba situada en una de las zonas más lujosas de la ciudad y sobrepasaba con creces el presupuesto familiar. La madre de John y George había hecho enormes sacrificios para que ellos pudieran seguir sus estudios, y esta nueva institución representaba un desafío financiero casi imposible.

Sin embargo, la atracción que John sentía por Paul era tan intensa que eclipsaba todas sus preocupaciones. Mientras se unía a George en la oficina del rector, su mente ya estaba trabajando en mil y un formas de mantenerse cerca de Paul. Empezó a considerar todas las posibles becas y ayudas financieras disponibles, así como cualquier trabajo que pudiera realizar para aliviar la carga económica de su familia.

El proceso de matriculación fue largo y tedioso. George llenaba formularios y escuchaba atentamente las explicaciones del personal administrativo, mientras John apenas podía concentrarse. Su mente volvía una y otra vez a Paul. ¿Cómo podría acercarse a él? ¿Cómo podría hacer que sus caminos se cruzaran más a menudo?

—John, ¿estás bien? —preguntó George, notando la distracción en su hermano mayor.

—Sí, solo estoy pensando en cómo podemos hacer esto funcionar —respondió John, esbozando una sonrisa. No era una mentira completa; estaba pensando en cómo hacer que George pudiera asistir a esta universidad, pero también en cómo acercarse a Paul.

Después de completar los trámites, los hermanos salieron de la oficina. Mientras caminaban por el campus, John no podía evitar buscar a Paul con la mirada. Finalmente, lo vio sentado en una banca, hablando animadamente con un grupo de amigos. La risa de Paul resonaba en el aire, clara y contagiosa.

John sabía que tenía que hacer algo. No podía dejar pasar esta oportunidad. Con un profundo suspiro y armado de valor, decidió que encontraría una manera de hacer que George pudiera asistir a esta universidad y, al mismo tiempo, que él pudiera conocer a Paul. Sería un desafío, pero John estaba dispuesto a enfrentarlo. Porque en ese momento, bajo el sol brillante y rodeado de las vibrantes energías del campus, John sintió que su vida había cambiado para siempre.

1001 Formas De Enamorar A Un ColegialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora