El sol apenas asomaba sobre el horizonte cuando John se despertó en su habitación temporal. La luz suave de la mañana entraba por la ventana, y por un momento, todo parecía tranquilo. Sin embargo, la paz fue interrumpida cuando su teléfono vibró en la mesita de noche. Medio dormido, John lo alcanzó y vio que tenía varios mensajes de George.
_"Oye, John, ¿dónde estás? No te vi en casa anoche."_
_"¿Todo bien? Mamá está preguntando por ti."_
_"¡John, responde! ¿Dónde demonios te has metido?"_
John se frotó los ojos, intentando despejarse mientras procesaba los mensajes. Había salido de casa tan apresuradamente para infiltrarse en el viaje que se había olvidado completamente de informar a George o a su madre sobre sus planes. Sabía que tendría que inventar una excusa rápida, algo que no levantara sospechas.
_"Tranquilo, George. Estoy en un viaje corto de la universidad, nada grave. Volveré pronto."_
John envió la respuesta, sintiéndose un poco culpable por ocultarle la verdad a su hermano. Sabía que George era lo suficientemente perspicaz como para sospechar que algo andaba mal, pero no tenía otra opción. Si George llegaba a enterarse de que había seguido a Paul y se había infiltrado en el viaje, seguramente habría preguntas difíciles de responder.
Después de enviar el mensaje, John se levantó y comenzó a prepararse para el día. Sabía que eventualmente tendría que enfrentarse a Paul y a sus compañeros de clase, y no estaba seguro de cómo se desarrollarían las cosas. Mientras se vestía, su mente comenzó a divagar, recordando la noche anterior y el incómodo pero significativo contacto entre él y Paul. John no pudo evitar sonreír ante la memoria, a pesar de que la situación se estaba volviendo cada vez más complicada.
Un rato después, cuando John bajó al comedor para el desayuno, sintió de inmediato las miradas de algunos de los estudiantes sobre él. No eran solo miradas de curiosidad; había algo más, algo que John no pudo descifrar de inmediato. Se sirvió una taza de café y se sentó en una mesa apartada, intentando pasar desapercibido, pero no tardó mucho en notar que algunos de los compañeros de Paul lo observaban con particular interés.
Entre ellos estaban los mismos chicos que habían tomado la foto la noche anterior. Estaban reunidos en una mesa cercana, hablando en voz baja mientras lanzaban miradas furtivas hacia John. Aunque trataban de ser discretos, John pudo escuchar fragmentos de su conversación.
—No me cuadra, ¿sabes? —dijo uno de los chicos, mirando fijamente a John—. Ese tipo no es de nuestra universidad, estoy seguro.
—Sí, lo vi anoche. No tiene nada que ver con nuestro grupo, pero ahí estaba, sentado al lado de Paul como si fueran amigos de toda la vida —agregó otro, frunciendo el ceño.
—Y no es la primera vez que lo veo con Paul —comentó un tercero—. De hecho, siempre que lo veo, está con él. ¿No les parece raro?
—Definitivamente algo está pasando —dijo el primero, bajando la voz—. Pero la verdadera pregunta es... ¿qué? ¿Por qué está aquí si no es estudiante de nuestra universidad? Y lo que es más, ¿por qué siempre está junto a Paul?
John intentó concentrarse en su café, pero las palabras de los chicos resonaban en su cabeza. La situación estaba empezando a complicarse más de lo que había previsto. No solo tenía que preocuparse por sus propios sentimientos hacia Paul, sino que ahora parecía que los amigos de Paul también estaban comenzando a notar su presencia y a hacer preguntas incómodas.
Mientras John intentaba encontrar una manera de salir de esa situación, Paul entró en el comedor, con su actitud habitual y confiada. Saludó a algunos compañeros de manera casual antes de dirigirse hacia la mesa de John. Sin embargo, la forma en que los otros chicos lo observaron mientras se acercaba a John no pasó desapercibida.
—Buenos días —dijo Paul, sentándose frente a John con una sonrisa despreocupada, como si nada hubiera sucedido la noche anterior.
—Buenos días —respondió John, forzando una sonrisa mientras sentía las miradas de los demás clavadas en ellos.
Paul parecía no darse cuenta de la tensión en el aire o, si lo hacía, no dejaba que afectara su comportamiento. Comenzó a hablar sobre el itinerario del día, detallando las actividades programadas y los lugares que visitarían. Pero John apenas podía concentrarse en las palabras de Paul; su mente estaba ocupada tratando de entender cuánto sabía Paul y si había percibido las sospechas de sus amigos.
—Por cierto —dijo Paul de repente, interrumpiendo los pensamientos de John—, anoche no terminé de hacerte la pregunta que tenía en mente.
El corazón de John dio un vuelco. ¿Había llegado el momento de enfrentarse a la verdad?
—¿Pregunta? —repitió John, tratando de sonar despreocupado mientras su interior se revolvía.
—Sí, sobre el viaje. Quería saber si ya habías hecho algo similar antes. Este tipo de viajes puede ser agotador para alguien que no está acostumbrado —dijo Paul, mirándolo con curiosidad.
John se relajó un poco al darse cuenta de que Paul no había vuelto a la incómoda pregunta de la noche anterior. Parecía que Paul, al igual que él, había decidido dejar el incidente atrás y centrarse en disfrutar el viaje. Sin embargo, las palabras de Paul sobre lo inusual del viaje para alguien "no acostumbrado" le recordaron que él no pertenecía realmente a ese grupo.
Pero mientras Paul hablaba, John no pudo evitar notar que los compañeros de Paul seguían susurrando entre ellos, sus miradas cada vez más inquisitivas. A pesar de que Paul había dejado el tema, parecía que los otros no estaban dispuestos a hacerlo tan fácilmente.
La mañana transcurrió en una mezcla de conversaciones casuales y preparativos para el día que les esperaba. Sin embargo, a medida que avanzaban las horas, la tensión entre John y los amigos de Paul se hacía más palpable. John podía sentir que lo observaban, analizando cada uno de sus movimientos, intentando descubrir qué hacía allí y, sobre todo, cuál era su verdadera relación con Paul.
John sabía que no podría mantener la farsa por mucho tiempo. Cada vez que uno de los chicos le lanzaba una mirada sospechosa, sentía como si la verdad estuviera a punto de salir a la luz. Sabía que tendría que ser extremadamente cuidadoso si quería evitar que la situación se volviera en su contra.
Pero lo más inquietante de todo era que, a pesar de la incomodidad de la situación, John no podía evitar sentirse emocionado. Había algo en la adrenalina de estar tan cerca de Paul, incluso bajo la sospecha de sus amigos, que lo mantenía en un estado de constante anticipación. Era peligroso, sí, pero también increíblemente atractivo.
Mientras el grupo se preparaba para salir hacia el primer destino del día, John notó que uno de los chicos se acercó a Paul y le susurró algo al oído. Paul frunció el ceño por un momento, pero luego asintió, aparentemente desestimando el comentario.
John no pudo escuchar lo que se dijeron, pero el gesto fue suficiente para que su preocupación aumentara. Sabía que la curiosidad de los amigos de Paul solo crecería con el tiempo, y eventualmente, alguno de ellos podría decidir confrontarlo directamente.
El autobús los esperaba fuera del comedor, y los estudiantes comenzaron a subir, emocionados por el día que tenían por delante. John se mantuvo cerca de Paul, pero esta vez lo hizo con más cautela, consciente de que cualquier movimiento en falso podría delatarlo.
Mientras el autobús arrancaba y se dirigía hacia su primer destino, John no pudo evitar preguntarse cuánto tiempo podría seguir manteniendo las apariencias. Y lo más importante, si Paul llegaría a enterarse de las verdaderas razones por las que había decidido unirse a este viaje.
Los ojos inquisitivos de los amigos de Paul seguían posados sobre él, y aunque Paul parecía haber olvidado su pregunta inicial, John sabía que no podría evitar las preguntas para siempre. Era solo cuestión de tiempo antes de que todo llegara a un punto crítico, y cuando eso sucediera, tendría que estar preparado para enfrentarlo, sin importar las consecuencias.
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1001 Formas De Enamorar A Un Colegial
Storie d'amoreJohn Lennon, de 25 años y en su quinto ciclo de medicina, acompaña a su hermano menor, George, de 17 años, a una prestigiosa universidad para su matriculación. Mientras recorren el campus, John se queda prendado de Paul McCartney, un joven de 19 año...