Amor Indeseable

🥀 Pequeño paso 🥀

Al día siguiente no hubieron clases. La escuela estaba cerrada por un tipo de reunión importante entre el personal o al menos eso dijeron.

Tomé mi celular y mandé a Dennis el siguiente mensaje "¿Estás ahí? Hay que planear algo pronto"

El mensaje apareció como leído segundos después.

« Eso fue realmente rápido, no me lo esperaba para nada. »

No contestó. En su lugar mi teléfono sonó alertando de una llamada entrante.

– ¿Que tienes pensado? – Soltó Dennis.

– ¿Porque me llamaste? ¿No puedes hablar por mensajes?

– Es un fastidio tener que estar escribiendo, sólo habla.

– Bien. Podemos intentar sabotear las planeaciones de nuestros padres. Mostrar diferencias abismales entre nuestros gustos y decisiones en cuanto a la ropa, anillos, lugares, comida y de más.

– ¿Crees que eso los detendrá?

– No estoy segura. Pero al menos nos dará más tiempo para pensar en más planes para evitar la unión

– Tsk ¿Para eso no tenemos que saber los gustos del otro?

– Si… al menos para que se vea creíble.

– Hm. Te espero en la cafetería cerca a la escuela en 20 minutos.

– No puedo. Mi Madre aún me mantiene cautiva por el show que arme aquél día frente a tu familia.

– ¿Entonces como piensas que vamos a lograr esto? Siendo así es un desperdicio hablar para hacer planes, no te parece?

– Calla y escucha. Mándame mensajes, normales. No tienen que ser cariñosos tampoco. Sólo quiero demostrarle que me disculpé contigo y nos llevamos mejor. Así ella me dejará ir a encontrarme contigo.

– Ugh. ¿Es la Unica manera?

– Es la que se me ocurre, sólo hazlo. No te vas a morir por tratarme bien una vez en tu vida. Además, no siquiera es en llamada solo un texto y ya.

– Lo haré, sólo porque quiero desaparecer esta tonta idea del matrimonio entre nosotros y alejarte de mí lo más antes posible.

– Si, si, ya cuelga y manda el mensaje. Ten en cuenta, mi madre es algo difícil de convencer.

– Si, ajá. Nos vemos allá en 20 minutos.

Apenas esas palabras salieron de sus labios pude escuchar el teléfono sonar, había colgado.

No tardó mucho en mandarme mensajes, fueron varios es realidad.

Incluso creí que se había equivocado de número, era de más convincente hasta para mí que le conozco bien.

Su mensaje decía: Hola, Soy Dennis. Por la disculpa que me has dado la otra ocasión, la verdad es que no hay nada que perdonar.. También puedo decir que no me he comportado de la mejor manera contigo. Quisiera saber si podemos conocernos mejor. Salir a algún lado a hablar sobre nosotros. Te espero en la cafetería cerca de la escuela, estaré ahí en unos 20 minutos. Espero puedas asistir, realmente quiero hablar contigo y mejorar nuestra relación.

« Después de todo, sabe como usar todo a su antojo. No debería sorprenderme.»

Mi madre estaba en casa, acababa de llegar. Tuvo que regresar a casa a dejar algunos catálogos para mí, los cuales me pidió observará para elegir un tipo de diseño de anillo.

Me acerqué a ella mostrando la pantalla de mi celular, ella lo tomó y leyó todo al parecer con evidente contento, conmovida por las palabras escritas.

« No puedo creer que realmente caigas con eso madre, esperaba más sospechas de tu parte »

La miraba meticulosamente mientras ella leía el mensaje, esperando su respuesta.

– ¿Que haces aquí? Vete ahora, él te esta esperando en aquel lugar. No lo hagas esperar demasiado ¿Entendiste?

– Madre, entonces ya no estoy castigada? – Cuestioné.

– ¿Porque tendría que quitarte el castigo?

– ¿Que pasa si quiere verme y no estás para pedirte permiso? El se podría molestar por no aparecer o algo así

Estaba nerviosa esperando su respuesta, ella solo me miraba como sospechando de algo pero al final sólo asintió.

– Bien, ya no estás castigada. Ahora, si no tienes nada más que decir debo regresar al trabajo

Salió apresurada de la casa. Al asegurarme que no hubiera nadie que me viera, sonreí y alcé mis brazos emocionada por lo que había conseguido.

« ¡¡No más permanecer encerrada!! »

Rápidamente saqué mi teléfono y llamé al número de Dennis, esperando impaciente a que contestara.

– ¿Que quieres? ¿Ya vas a llegar?

– ¡¡Mi madre si me dejó!! ¡¡Me quitó el castigo, soy libre ahora!!

Mi emoción era tanta que de alguna manera no me daba cuenta a quien se lo contaba hasta que sus frías palabras cortaron como dagas mi desconcentración y me hicieron volver a pisar la tierra.

– ¿Y que quieres? ¿Quieres que te aplauda o algo? Apúrate, que no pienso esperarte más.

– Va Va, Ya voy.

Colgué la llamada.

« ¿Porque demonios le llamé a el para contarle eso? Fue tan estúpido.. »

Puede haber llamado a Daniel, Santiago o hasta Eduardo, ellos estarían súper felices de saberlo..

¿Entonces porque se me ocurrió hablarle a él?

Fue una decisión tan tonta..

Como sea, hay que seguir

Tengo que apurarme ahora que se puede hacer algo...