🥀 Inicio de torbellino 🥀

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Al día siguiente avisaron que en la junta se había tomado la decisión de ampliar algunas secciones de salones, por lo que se seleccionaron que salones se juntarían en una sola aula.

El coordinador académico pegó la hoja de la unión de salones en el lugar de anuncios. Tan pronto como lo hizo todos se comenzaron a acercar.

Era demasiado incómodo el pensar a ir en ese momento, por lo que mientras esperaba a que se disipará la gente fui a comprar una bebida.

No había podido encontrar a mis amigos, no se en donde estaban.

« No creo que hayan faltado los tres.. »

Al llegar a la cafetería de la escuela pedí un licuado de fresa, realmente me encantaba tomarlo.

Mientras lo preparaban me dispuse a mandar mensajes a nuestro grupo.


Pastel de fresa y videojuegos

– ¿Chicos en donde están? No los he visto hoy

Eduardo: Aprovechamos el desastre que se hizo por la unión de salones y salimos por pasteles

Santiago: Te llevaremos algo, ya casi vamos de regreso.

Daniel: ¿Te gustan las fresas cierto? ¿Que tal un pastel de fresa como siempre?

- Te lo agradecería mucho

Escribí ese último mensaje para después guardar mi celular en el bolsillo de mi pantalón.

« Es cierto que se ha hecho un desastre con las uniones de salones, todo está de cabeza ahora »

Me entregaron el licuado, lo pagué y tome un poco del popote, justo cuando iba a tomarle nuevamente alguien se acercó a agarrarlo de mi mano.

– Dennis, eso es mío.

– ¿Esta bueno? – Dijo para casi de inmediato tomar de este.

« ¿Sabía el que ya le he tomado? ¿Que está haciendo?»

Traté de no ponerme nerviosa por lo que había hecho y me pospuse a contestarle lo más normal posible.

– ¿Me estás cobrando los panqueques de ayer?

– Talvez. ¿Te gustaron?

– Estaban buenos ¿Tu los hiciste?

– Claro que no ¿Porque te haría panqueques?

– Igual me los has regalado, gracias.

El se quedó helado al escuchar mi respuesta, por unos segundos no supo que decir.

– Habían sobrado de los que compré, te lo dije ayer. Por cierto, me llevaré esto.

Señaló el licuado y se fue.

Negué levemente para mí misma, tratando de dejar de pensar en las cosas con las que ese tipo me hacía confundir.

« Ya mejor vamos al aula.. igual me darán un pastel de fresa »

Ya no pedí otro licuado, sólo me límite a caminar de regreso, al final igual comería algo de fresa gracias a los chicos.

«Oh, ya no hay tanta gente en los tableros.. será que voy.. »

Caminé rápidamente al tablero, en este ya no se encontraba más que un par de personas por lo que me acerqué con más confianza y tranquilidad.

El Salón A y B serían juntados.

« ¡Mi salón se juntará con el de Daniel y los chicos! »

Estaba tan contenta que incluso di algunos pequeños saltos. Después me arrepentí un poco pues me habían visto algunos cuantos.

« Vámonos de aquí Jane, sólo huye.. »

Caminé rápidamente hacia el salón de Daniel y entre acercándome a ellos.

– Aquí está tu pastel Jane.

Daniel me dio el pastel y una cuchara, comencé a comerlo. Realmente estaba delicioso.

– Me encanta el sabor, muchas gracias! Oh, a que no adivinan que? Nosotros nos vamos a juntar con...

Me detuve abruptamente, lo cual de inmediato les pareció sospechoso.

« Eso significa que se juntaran también con Dennis.. »

– ¿Con quien te toco? – Cuestionó Santiago al mirarme un tanto conflictuada para seguir hablando.

– Con ustedes...

Eduardo hizo un berrinche. – ¿Que, no quieres estar con nosotros?

– No es eso, es... en mi salón esta... Dennis

Santiago y Eduardo se voltearon a ver entre sí por instinto al escuchar ese nombre, a lo cual me uní a ellos para mirar a Daniel.

– No me voy a estar peleando con Dennis, justo aquí Daniel promete no caer en sus molestas bromas.

- Jaja bien, ya lo has prometido. – Mencionó Eduardo riendo por la respuesta que Daniel había dado.

Comimos nuestros postres hasta que sonó el timbre, el cual indicaba que ahora si todos debíamos estar en los salones unidos.

– Es hora. – Me levante del asiento y junto a los demás salimos del salón.

Los guíe a mi salón, ellos se sentaron a mi alrededor en la parte izquierda de en medio.

Entre clases platicábamos sobre programas, comida y restaurantes cerca, mascotas, etc.

En ocasiones sin intención miraba hacía atrás debido a la risa, eso me hacía darme cuenta que cada vez que pasaba Dennis nos estaba mirando.

Cuando las clases terminaron cada quien se fue a casa, yo no. Fui por un pastel de fresa, un flan y algunos panes a la cafetería cerca de la escuela para con ellos dirigirme a visitar a la señora Catalina.

A fin de cuentas, el otro día no pude hacerlo por cosas que pasaron, pero

Hoy tiene que ser, si o si

Amor IndeseableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora