🥀 Colapso 🥀

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Los días siguieron pasando de manera desagradablemente lenta. Cinco días habían pasado, cada día recibiendo llamadas de Dennis las cuales nunca contesté.

Se volvió tan tedioso que incluso el ver mi celular era impensable, siempre tenía su nombre en las notificaciones.

Nombre que me recordaba lo que había pasado aquel día, cada palabra que dijo..

«Realmente no lo entiendo.

Si no soy nadie en tu vida, simplemente déjame en paz…»

Mi mente divagaba como siempre, pero ahora el pensamiento de Dennis junto a mis sentimientos y emociones de tristeza, enojo y traición eran mucho más fuertes que nunca.

– Señorita Jane, sus padres desean hablar con usted. Le esperan para el desayuno. – La voz de una de las cocineras se escuchó detrás de la puerta, con ello mi boca se desfiguró en un puchero de molestia.

– Está bien, allá voy.  – Me arreglé solo un poco y salí rumbo al comedor, al llegar tomé asiento y en silencio solo esperé a que hablarán

– Hija ¿Has hablado ya con Dennis? – Cuestionó mi madre al cansarse del silencio y cara larga que tenía en mi rostro.

– No. No veo porque deba hablar con él

– ¿Como dices eso? Te casarás con él, no es cierto?

Mi mente estaba tan cansada, que a este punto incluso era capaz de levantar la voz contra mí madre frente a mí padre a la más mínima molestia.

– Eso es lo que ustedes quieren. ¡No es algo que yo quiera! ¿Al menos saben que Dennis me repudia? ¡¡A el no le agrado, no soy nada para él, ya dejen de insistir!!!

Mis gritos se detuvieron al sentir una fuerte cachetada, estaba inmóvil, esa gran cachetada, había sido mi padre quien me le había dado.

Incluso si no me hablaba, el nunca me había puesto una mano encima.

El golpearme, nunca pensé que él llegaría a hacerlo..

« ¿Porque? De todos tú.. »

Mis ojos comenzaron a inundarse de lágrimas, las cuales tal como salían rápidamente caían por mis mejillas.

Mis manos se apretaron con fuerza y apenas tomé fuerza me di la vuelta para irme de casa.

Ese era el plan

No esperaba verlo ahí.

Dennis…

– ¿Que quieres ahora? ¿Estás feliz con esto? – Le dije mirándole a los ojos, para después salir corriendo de casa.

El parecía estar en shock, al menos por unos segundos lo estuvo. Cuando se recuperó salió tras de mí, buscándome.

Había llegado a aquel parque nuevamente. El clima era algo frío y había salido con una pijama de verano.

– Salir con short y blusa sin mangas no fue una buena decisión, para nada buena..

« Hace frío.. mucho frío.. »

Incluso si estaba acurrucada en aquel árbol mi cuerpo se fue enfriando, con ello mis dientes comenzaban a chocar entre sí hasta quedarme dormida.

Minutos después unos brazos me tomaron levantándome del césped, cargándome.

Mi cuerpo estaba en malas condiciones, mi salud era frágil y el estar ahí afuera me había afectado bastante.

Incluso el abrir bien los ojos se me complicó, pero con lo poco que pude logré ver quién era.

« ¿Como.. Como me encontraste?.. »

Mis ojos se volvieron a cerrar mientras seguía en sus brazos, perdí el sentido por completo dejándome llevar.

Fui llevada a un hospital nuevamente. Cuando desperté habían varias enfermeras a mi alrededor, algunas checando mi historial clínico, otras las máquinas conectadas a mí, etcétera.

– Oh, la paciente a despertado. – Dijo una de ellas al verme mover con insistencia los ojos para abrirlos.

– ¿ Porque... Estoy aquí? Tantas enfermeras... – Mencioné aún con dificultad para hablar

– No somos todas las encargadas de usted señorita, algunas están preparando sus medicamentos.

Mi rostro se demostraba con mucha más confusión ante ella y sus palabras, por lo que con una pequeña sonrisa vergonzosa habló nuevamente.

– El señor Dennis nos ha hecho la petición de cuidarla mientras no está, así que no se preocupe, nosotras nos encargaremos de todo lo que necesite.

Dijo con un tono un tanto emocionado, con sus mejillas de un color rojizo llamativo.

– N.. No estoy segura de lo que está pensando pero seguro no es así. – Traté de levantarme de la cama, aún con algo de mareos.

– Señorita porfavor vuelva a recostarse, necesita reposo.  – Ella se acercó tratando de acostarme con cuidado, a lo cual yo luchaba por no hacerlo.

« No puedo ceder, tengo que luchar... »

– No es necesario, sólo quiero salir de aquí. No quiero deberle nada a él

– ¿A qué se refiere señorita? El estaba tan preocupado que incluso lo ha dejado ya todo pagado. Incluso mencionó que pronto vendría a verla.

– ¿Que? No. Déjame salir ahora

Las demás enfermeras se acercaron al notar que una sola no podía conmigo. Trataron de convencerme de dejar la idea de irme, evitando que me levantará de la cama.

Esto está simplemente mal..

Tengo que salir de aquí ahora

No quiero verlo, no puedo hablar con él aún...

Amor IndeseableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora