🥀 Príncipe a escondidas 🥀

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Daniel y Dennis parecían no tener problemas en la escuela, más que nada por que Daniel parecía ignorarlo.

Dennis si que volteaba para nuestros lugares de vez en cuando, podía notarlo con tanta facilidad.

« Realmente ni siquiera intenta ocultarlo... »

En el proyecto que hice en parejas con Daniel sacamos excelente calificación, 10/10 con felicitaciones de la profesora y del aula.

Es raro que no me maldigan, pero probablemente era porque esa maestra no se dejaba llevar por la multitud grosera y les pone el alto cuando están en su presencia.

Dennis sacó también buena calificación. Por ahí se decía que el lo hizo todo porque no quería tener que ver a su compañera.

Recargue mi cabeza en la mesita de mi asiento cerrando los ojos, me dolía la cabeza.

– ¿Te encuentras bien Jane?

Escuché la voz de Daniel casi retumbar en mis oídos, realmente no sabía porque pero todo el ruido estaba intensificado en esos momentos.

– No, yo… me duele demasiado la cabeza, escucho todo al triple o más...

– Oh vaya, será mejor que vayas a casa.

– ¿Tu crees? Si puedo aguantarlo un par de clases más…

– Jane.. Te ves super enferma, no te aguantes ese tipo de cosas. Porfavor, vuelve a casa y ve al médico.

– Bien, bien... ¿Puedes avisar a los profesores por mí?

– Seguro, yo les digo.

Asentí levemente, guarde mis útiles y libretas en la mochila para luego pararme para irme.

– Espera, te acompaño a la salida.

– No no, estaré bien. ¿Puedes mandarme los apuntes después?

– Está bien.. Si claro, te los mandaré apenas salgamos.

Asentí para después salir del aula. Sólo había logrado dar un par de pasos fuera del instituto cuando por el mareo que sentía mi cuerpo se dejó caer.

O eso creí que pasaría

Unos brazos fuertes lograron sostenerme en un abrazo por la cintura, realmente no sabía quién era hasta que con mucha dificultad volteé a verlo.

Era Dennis

– Si que eres problematica

El siguió sosteniéndome de esa manera mientras hablaba por teléfono, como pude traté de ponerme de pie pero me era imposible. Me sentía súper débil

– Puedes soltarme, puedo sola…

Dije apenas balbuceando, realmente no sabía ni cómo había llegado a ese estado de la nada.

« Ayer estaba tan bien.. »

– ¿Estás loca? Ni de broma te suelto. Caerás de cara al suelo si lo hago.

Al ver llegar el auto que había llamado estacionado frente a nosotros él volteó a verme, terminando con un suspiro.

– No hay de otra.

Me tomó entre sus brazos cargandome todo el tramo faltante para salir de la escuela hasta llegar al automóvil y así subirme en el.

« ¿A donde.. vamos? »

El subió después y ordeno al chófer manejar al centro médico.

El auto comenzó a andar, con los movimientos que este hacía mi cabeza se mareaba cada vez más. Dennis al notarlo tomó mi cabeza y la recargó en su hombro.

– ¿Siempre te pones tan mal cuando enfermas?

– Es algo que me sucede desde pequeña, probablemente los 6 años…

Sólo se limitó a escucharme, sabía que si seguía hablándome podría hacer que mi dolor de cabeza se intensificará aun más.

Con una camisa que tenía en la parte trasera del auto cubrió mi rostro del potente sol de la tarde.

« ¿Será que no vi bien quien era quien me estaba ayudando? ¿Como Dennis quien pareciera odiarme y soportarme por obligación está siendo tan amable y cuidadoso conmigo?

Incluso me cargó como princesa

¿Se supone que el sea un príncipe?

¿Quería verse genial ante todos?

Pero, eso no le conviene si todos piensan que me odia

El ahora sigue tratando de evitarme lo más que pueda en la escuela, y si me ve y hay gente alrededor saca su asqueroso papel actoral de hater numero uno mío. »

Mis pensamientos siguieron divagando mientras parecía quedarme dormida, el tener su hombro para descansar fue un alivio al menos para que el sueño se hiciera presente en mí.

Al llegar al hospital el me cargó nuevamente hasta llegar a la habitación donde rápidamente al despertar me hicieron chequeos.

Me dieron suero y demás cosas para reponerme.

Con el silencio de la habitación me quedé dormida nuevamente, sin darme cuenta que alguien llego y permaneció cuidándome ahí.

Era Dennis.

Desperté después de unas horas, ya estaba anocheciendo.

Cuando vi a Dennis mi cara de confusión debió ser muy notoria, pues permaneció viéndome.

– ¿Tengo algo en la cara?

– ¿Realmente has sido tú? ¿Me has ayudado?

– ¿Tengo que anunciarlo para que te des cuenta? Te mandaré la factura mañana

Al escuchar su respuesta pero mirar su rostro levemente sonrojado mi estado de ánimo mejoró.

Ese rostro era uno que nunca antes había visto, era increíble.

Me hizo sonreír al verlo

Sonrisa que pareció sorprenderlo.

Me dejaron salir del hospital ese mismo día, sólo dijeron que tuviera más cuidado con mi salud.

El me llevó a casa en el auto, al llegar las luces en casa estaban encendidas.

– Justo en este momento tienen que llegar temprano a casa...

– ¿Nunca están en casa?

– Es super raro que pase... Justo hoy que probablemente aún me veo mal están ahí..

– Siempre te vez mal, no te preocupes por eso.

El rió apretando mis mejillas con algo de delicadeza para después dejar un sutil beso en mi mano, subir al auto e irse del lugar.

Este día a sido… realmente extraño

Pero.. bastante agradable

Me gusta esto..

Amor IndeseableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora