🥀 Imaginación 🥀

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Estaba emocionada, y no. No por lo que cualquiera pudiera estar pensando, nada que ver.

Estaba emocionada porque por fin podría volver a salir de casa a ver a los chicos, incluso ir a visitar a la señora Catalina.

Eso era lo que más me emocionaba, pero pensándolo bien. Eso poquito que pudiera ser, en comparación con lo que tenía años atrás, es muchísimo.

Me vestí con la ropa que tenía cerca y arreglé un poco mi cabello, para después salir de casa rumbo a la cafetería.

No quería que el chófer me vigilará mientras hablo con Dennis, así que me fui caminando.

« ¿Debería de llevarle algo de la cafetería a la señora Catalina? Seguro sería buena idea, sólo que no se que es lo que le gusta comer.

¿Talvez algunos dulces? Un pastelito de tres leches de fresa o un pay? »

– Hm realmente es complicado elegir algo para regalar cuando no conoces bien a la persona

– Si me piensas regalar algo ni te molestes, no lo tomaré.

La voz molestosa de Dennis interrumpió mi plática conmigo misma.

– ¿ Esperabas afuera, porque no entraste? – Lo mire un tanto confundida.

– Entré. Ya estaba por irme en realidad, tardas mucho niña.

– Si vale, sólo entra vamos.

Caminé a través de la puerta hacía el interior del local siendo seguida por Dennis, así al sentarme elegí una mesa cerca de la ventana.

– ¿Pedirás algo primero?

« ¿Eh? ¿El me está preguntando eso? ¿Esta intentando ser amable o algo así? Puede ser, hay que aprovechar.. »

– Talvez un licuado de fresa

Sonreí ante él por mis propios pensamientos anteriores.

– Me pides un capuchino, va?

Al escucharlo mi sonrisa se esfumó en segundos. Lo sabía, siempre todo lo que hace es para conseguir algo.

– Bien, ahora vuelvo.

– No te tardes.

Molesta me levanté de mi asiento yendo al mostrador. Pedí el licuado de fresa y el capuchino a un empleado del lugar, el cual después fue a prepararlo.

– Ahora vuelvo con su pedido señorita.

– Si porfavor.

Mientras esperaba miraba a Dennis, tratando de leer sus pensamientos y tratando de averiguar el porqué llegó a ser un tipo así.

« ¿Que le habrá pasado? ¿Tendrá traumas o algo así? ¿Quién le hizo tanto daño? »

Me encontraba simplemente distrayendome, perdida en mis pensamientos sobre Dennis, cuando un vaso fresco tocó mi hombro.

Era el chico con las bebidas listas.

– ¿El es tu novio?

– E..Eh? Claro que no, apenas y lo soporto por obligación.

El rió, lo que llamó la atención de Dennis prestando especial atención a nuestras voces, fingiendo no darse cuenta de nuestra plática al mantenerse sin voltear.

– Vaya entonces no están saliendo.. eso me alegra de alguna manera.

No sabía cómo reaccionar a sus palabras, incluso dudaba si me lo estaba imaginando solamente.

Él volvió a hablar.

– Ese chico tiene tiempo aquí, pero sólo por afuera del local. Nunca entró, sólo permanecía parado en la puerta por lo que me daba curiosidad, pensé en llamar a la policía.

Me hizo reír.

– No se puede dudar, en ocasiones tiene pintas muy sospechosas.

– ¿Lo es cierto? – Dijo él.

El chico y yo reímos juntos, era una plática muy amena a pesar de no conocernos, parecía que nos podíamos llevar bastante bien.

– Aquí están tus bebidas, pero.. ¿Puedo preguntar algo más antes de que regreses a tu mesa?

– Seguro ¿Qué es?

– ¿Puedes darme tu número de teléfono? Me has parecido muy bonita y quisiera conocerte más

El lo dijo mirándome a los ojos, mi rostro se comenzó a sentir caliente signos de mi aún más sonrojado rostro.

– Seguro

Con manos algo temblorosa tomé su teléfono y coloque mí número de teléfono, el me miraba con una sonrisa.

– Te tardas mucho.

Apareció Dennis detrás de mí y me agarró del brazo para arrastrarme hacía la mesa.

– Dennis ¿Que haces?..

Como pude antes de alejarme le había devuelto el celular con mi nombre como contacto, y había agarrado mi bebida.

– Soy Leon, las bebidas son de mi parte. Nos vemos Jane. – Gritó el chico.

Dennis por su parte había agarrado la suya mientras me arrastraba hacía él.

En su rostro se demostraba el descontento, no lo ocultaba ni un poco.

– Bueno perdón por tardar. Peroo, nos dejó las bebidas gratis

– ¿Y que? ¿No tienes el suficiente dinero para comprar esta cafetería?

Me quedé en silencio.

« Realmente con el no se puede hablar, no conectamos en lo absoluto.

O será que... ¿Esta celoso?

Llegó justo cuando me pidieron mi número y me alagaron.

Me esperó afuera aunque a mí me dijo que no lo hizo.. »

Ya sentada en mi lugar miraba a Dennis de reojo, en ocaciones podía verlo mirar al chico del mostrador con furia total.

Luego me hablaba y mi teoría se destrozaba.

Claro que no es lo que me imagino, solo está molesto porque lo cite y lo hice esperar.

Son puros cuentos míos

Ese no sería Dennis en lo absoluto.

Amor IndeseableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora