Capítulo 6

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Capítulo 6.

Ha pasado una semana desde que llegue y tengo una rutina bastante marcada desde hace un tiempo, una de las cosas que hago todos los días es ir por los alimentos de las actividades, al menos todo lo que son frutas, siendo honesta es mi parte favorita del día pues son los días que veo al chico misterioso, nuestras conversaciones de basan en saludarnos, entregar la orden y despedirnos, pero nunca cruzamos más palabras, en la casa ya estoy mucho más acoplada con Luis soy una amiga bastante cercana con la que hace bromas, ben es bastante serio pero hemos descubierto un gusto hacia una serie en específico, francisca sigue con la nostalgia que la caracteriza, sofí se encarga de los niños y es con la que menos hablo, pues con mar, mi jefa, la he estado conociendo y aunque sigue siendo igual de seca que el día numero 1, sin embargo me he dado cuenta que puede que tengamos gustos muy similares tales como el maquillaje o gustos musicales, mar es una joven señora, quedo en una brecha generacional pues tan solo tiene 30 años, solo que es una persona bastante dedicada así misma y su trabajo, siempre mantiene sus uñas muy arregladas, su cabello bien peinado y recogido, su ropa siempre esta impecable, es demasiado amable con las personas que van a la fundación, siempre las guía y les da asesorías de todo tipo, es una mujer multitareas que anda pendiente a cada detalle de la casa y fundación, no se le escapa un solo detalle, puede que alguno de nosotros se le olvide algunas cosas pero a ella, jamás, bueno al menos ella tiene una secretaria que le recuerda todo esa secretaria soy yo, básicamente en mi voluntariado hay muchas actividades que hago, no solo guio actividades bastante interesantes, sino que también me encargo de recoger los duraznos del jardín, arreglar un poquito el espacio oficina, imprimir algunas cosas y llevar en registro las actividades de mar, son varias cositas que a veces me encantan, a veces no tanto.

Al menos con tantas actividades que tengo en la actualidad no pienso constantemente en mis problemas del pasado y presente, como me sumergí en grandes tristezas, en los que no me quería levantar siquiera al baño, en las que estar en la cama llorando era mi mejor plan del día, a veces lo recuerdo y lloro al bañarme, después trato de ser un poco positiva pero recaigo con facilidad, ver a todos en su momento, siendo feliz y cumpliendo sus sueños, no me hace sentir feliz ni mucho menos cómoda, me sentía y me siento como una fracasada, una persona que se quedo de ultimas en una carrera de atletismo, sentía que no podía avanzar ni retroceder, mi sueño de todas las noches era no abrir los ojos al día siguiente, me sentía en un profundo océano y no quería salir, solo quería quedarme en el fondo o que una ballena me tragara, esos eran mis constantes pensamientos de los que no podía escapar. Quería salir de ahí, muchos me aconsejaban, tenían el descaro de mover mi agenda a su gusto, pero no era algo fácil, escapar de ti mismo no es fácil.

Esos que eran mis pensamientos matutinos me acompañaban en el camino pues debía ir a buscar los alimentos de hoy.

-Hola buenos días, por favor me das seis manzanas, un litro de yogur y una bolsa de cereales y dos mandarinas- termine de decirle al muchacho. El como siempre solo se dispuso a buscar las cosas empacarlas y entregármelas, pero hoy, hizo un comentario que no había hecho en todos estos días.

- ¿Tu sola te comes seis manzanas? - me lo dijo en un tono burlón casi con risa.

-No, es que en la casa somos muchos, además hay una empresa a la que alimentar- no sé por qué le di explicaciones, pero me hacía gracia como me miraba y como en mi nerviosismo no paraba de mover las manos de un lado a otro, él solo me miraba con una gran sonrisa.

-Claro lo que digas, yo te creo totalmente- me dijo eso al entregarme la bolsa, solo pude irme con una gran sonrisa.

Al llegar a la casa, los perros de la casa ya me consideraban parte de la manada pues cuando llegaba también salían a saludarme y a mover sus colas en sinónimo de felicidad, supongo que verme los hacía sentir amados, pues en mi caso yo hablaba con ellos, los acariciaba y a veces le daba de comer, era una lunática con los perros, siempre he sido mas una chica de perros que de gatos, en todos los sentidos. Eso me recordaba a una graciosa que había tenido con unos cuantos amigos en el pasado.

Así que yo era la mas dichosa al recibirlos en la puerta, sin embargo, todos tenían en su cara, ganas de escapar, solo me basto con mirar al fondo de la casa para averiguar qué estaba pasando, Luis tenia todo listo, hoy era día de baño y de todos los perros que había, no a todos les gustaba bañarse, sobre todo a Toby, ese grandulón odiaba los baños, algo muy gracioso pues cuando llovia, el y su manada debian si o si darse un baño bajo la lluvia.

Así que me dispuse a entrar con las cosas en las manos sin que se acercaran mucho, no tenían escape, y así como me había dado cuenta venia Luis con su gran ropa de bañar a los perros, vino corriendo y sin previo aviso alzo en los brazos a Chloe, era la más pequeña de todas, una miniatura, en su cara solo vi las ganas de bajase de ahí en ese instante.

-Ja ja ja, eres el terror de esta casa Luis- solo podía decir entre carcajadas, pues la situación que estaban viendo mis ojos solo me levantaban aun más el ánimo, si es que era posible.

-Créeme Ali esta situación no es nada fácil, pero si se mantuvieran limpios por mas tiempo, todo fuera mucho mejor- algo que me encantaba de Luis era la buena actitud que tenia siempre, por mas de que atravesara alguna dificultad, era muy difícil darse cuenta en el instante- ¿Quieres ayudarme? Esto no es tarea fácil.

-No gracias, prefiero solo ser espectadora, además debo organizar las frutas de hoy, hay una pequeña actividad, recuérdalo- Y era más que cierto, a veces ni yo misma entendía en que se basaba mi trabajo aquí, en un pequeño resumen día de por medio hacíamos actividades en las cuales iban los jóvenes y adultos, eran recreativas, pero siempre con grandes lecciones por detrás.

-cierto que no estas de vacaciones, entonces que te vaya bien en tu actividad de hoy mientras yo sigo en mi humano vs perro.

Y así como lo dijo solo lo veía dando jalones de aquí allá y pequeños chillidos de perro, empecé alistar las cosas y me di cuenta de que la tarea de hoy era algo precioso, algo que muy pocas veces hacemos, casi que nunca, pues el día de hoy debían hacer una carta así mismo, y que difícil es edificarse uno mismo cuando no se sabe ni quien es, una actividad que definitivamente seria interesante, mientras estaba ensimismada en mis pensamientos escuche el conocido sonido de un motor, pues ya había aprendió a identificarlo, acomode las frutas en las cajas correspondientes, las agarre y así mismo me subí al vehículo que me ha transportado todos estos días, de no subirme a motos jamás a hacerlo todos los días.

El jardín de los liriosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora