Capítulo 14.
Aprendí amar cada mañana, Charles las hacia muchísimo mejor, teníamos mucha más confianza que antes, yo no solo era su cliente, era su amiga, más que nunca, nos enviábamos mensajes a cada hora, empezamos a compartir chistes internos entre ambos. Así que, como todas las mañanas al llegar a casa con una gran sonrisa, ignoraba la curiosidad de Luis, me enfocaba en los deliciosos desayunos de Francisca o en las historias de Sofí, desde que compartí tiempo con ella y sus preciados pollitos, nos habíamos vuelto un poco más cercanas, al menos ya sabía que no era la más callada, estaba muy equivocada cuando pensé eso. Sofí siempre tenia una historia que contar, ya fuera de alguno de sus pollitos o de su vida personal, lo que me llevaba a pensar en que momento hacia tantas cosas si generalmente (por no decir que siempre) se encontraba en casa.
- ¿Pueden creer eso?
- La verdad era algo obvio – respondía Luis, solo habían pasado dos días de mi conversación con mar, pero parecía medio siglo, todos eran mucho más abiertos, más ellos, parecía que estaban esperando que tuviera esa charla con mar.
- No es algo obvio, estas equivocado- Algo que había notado es que sofí se llevaban bien pero siempre se contradecían el uno al otro, era divertido de ver, una parte interna de mí pensaba que había algo entre ellos.
- ¿Por qué todas las mañanas son iguales? – dijo Ben entrando al gran espacio en donde se encontraba el comedor, con unos guantes cubiertos de tierra.
- Llego el aburrido y solitario Ben- dijo Luis.
- Vine por un poco de café, pensé que todos estaban en sus lugares de trabajo.
- Alana entra hoy después de almuerzo, hay una actividad con las margaritas- a veces quería la habilidad de Luis a simplificar todo- Sofí y yo estamos en un gran tema de conversación, ya en cinco minutos empezamos nuestra rutina.
- Más te vale Luis, tus perros estuvieron haciendo de las suyas en el jardín trasero el día de ayer.
- ¿Mis perros? Esos son perros de Mar, solo que a ella no le dices nada.
- Ya hemos hablado de esto muchas veces.
- Sabes que lo que digo es cierto, esos perros no son míos, solo me encargo de sus necesidades básicas.
- Eres el encargado de ellos, es tu único trabajo, mantenerlos en control.
- ¿Mi único trabajo? No solo cuido a los perros Ben, por si se te olvida, hago más que eso.
Me daba la perspectiva de que Ben era alguien quisquilloso y Luis alguien que no se callaba nunca, una combinación no muy buena en estos casos. Fue así como Luis se levanto sin decir nada más, solo salió de la casa se monto en el pequeño camión camino a la granja, seguramente, Ben solo se sirvió una taza de café y salió al jardín. Le dedique una mirada a Sofí, pero ella solo me esquivaba, tras un suspiro solo me miro.
-Creo que es momento de que vaya a puesto de trabajo.
Todo había sucedido tan rápido, de una conversación amena a un silencio incomodo del cual no entendía nada, no le quería meter mente a problemas ajenos a mí, sabía que hoy había actividad, en la cual Mar ya me había enviado la lista de compras de hoy, había cambiado un poquito.
Al llegar al super solo vi al chico nuevo, el cual me agradaba, tenia un curioso humor, pero no se comparaba con el humor de Charles, al nombrarle la lista del día de hoy tuvo la misma reacción que yo.
-Jmmm la lista cambio el día de hoy.
-Pienso lo mismo, mejor se lo dejo a Charles.
-Por favor no es nada complicado, es casi lo mismo.
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El jardín de los lirios
Genç KurguDespués de vivir toda su vida en el mismo lugar, Alana y su familia pasan por situaciones que los llevan a cambiar su estilo de vida, algo que no pone de muy buen humor a Alana, pues siente que esta viviendo en una gran tormenta sin cesar, de la cua...