Capítulo 3

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-¿Crees que tu hermano nos ayude?- dice Chris.

-Yo digo que si, Henry tendrá la cara de ser un maldito desgraciado, pero es de buen corazón- dice Lily.

-Lo bueno que lo defiendes- le dice Chris soltando una risita.

-Bueno, ahora así andando- dice Lily levantándose de la cama, Chris y yo copiamos su acción.

Si supieran como me siento en estos momentos, siento que me suda la cola del miedo, no entiendo porqué Henry me provoca este efecto en mí, ninguna persona lo ha echo, solo él, respiro profundo, saco fuerzas para seguir a Lily.

Diosito por favor que no haga preguntas ni nada y todo sea rápido, digo mentalmente.

<<Querida Jena, deja el miedo, esto lo haces por Bruno>> me dice mi conciencia, le doy la razón esto lo hago por Bruno.

Bajamos las escales y nos dirigimos al comedor, pero cuando llegamos no hay nadie, mi corazón se aliviana, entonces aparece su nana de Lily, la señora Magda.

-Hola mis niños, ¿En que les ayudo?- nos dice cálidamente.

-Nana, ¿Sabes en donde esta mi hermano?- le dice Lily.

-Esta en su despacho mi niña- le contesta.

-¿Esta reunido con alguien o esta solo?- Lily le responde.

-Esta solo, su reunión se cancelo- le dice.

-Gracias nana- nos despedimos de ella.

Nos dirigimos al despacho de Henry, que se encuentra en la planta baja, siento como todo mi ser se pone tenso, trato de tranquilizarme pero mi cuerpo no quiere cooperar, nos detenemos en frente de la puerta, en este momento siento como mi corazón quisiera salir, Lily toca la puerta y en cuestión de segundos la puerta es abierta por él. Nos mira sorprendidos, hasta yo estoy sorprendida de que yo no salga corriendo, entonces la voz de él hace que me desconcentre de todos los pensamientos que tengo. 

-¿Que se les ofrece?- dice fríamente, yo evito verlo.

-Hermano, necesitamos tu ayuda- él la ve sorprendido, Lily no es de las personas que pide ayuda, es demasiado autosuficiente como para hacerlo, se hace un lado y nos hace pasar a su despacho.

Su despacho, es algo grande, su piso es gris, sus paredes son negras, tiene unos grandes ventanales y cortinas grises, en el lado derecho esta su escritorio también negro y en el lado izquierdo tiene unos sillones color grises, su despacho es moderno, pero elegante a la vez.

-Tomen asiento- dice Henry, nos sentamos los tres en el sillón grande, Henry se sentó en frente de nosotros, doy gracias a los dioses que estoy sentada en medio de mis amigos así me siento segura.

-¿Que pasa Lily?- le dice Henry.

-Bueno queríamos ver si nos ayudas a contratar a alguien para que siga a una persona- dice Lily.

-¿Seguir?- le contesta.

-Bueno esto es una historia larga- dice Christian.

-Pues ya están aquí, así que los escucho- yo estoy mirando mis manos, se que debo de hablar, así que agarro fuerzas y hablo.

-Bue..no- tartamudeo, así que doy un leve carraspeo y lo vuelvo intentar- Bueno, lo que pasa es que secuestraron al chico que me gusta, pero ese no es el problema, fui entrevistada por la policía, me mostraron una evidencia que le pertenece a un amigo de la infancia, que es una pulsera, después de eso me lo encontré cuando iba de regreso a mi casa, le pregunte por la pulsera, me dijo que alguien se la había robado, pero lo sentí muy nervioso, después se disculpo conmigo por no poder pasar a mi casa, pero tenia cosas que hacer, luego cuando entre a mi casa y subí a mi habitación encontré una nota, que decía que era de alguien que no quería que me acercara a más chicos y que era la primera advertencia que no agotara su paciencia- termino de contarle.

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