Capítulo 5: Forjando el Futuro

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Había pasado un año desde que Ashira se sumergió en el estudio de encantamientos y runas mágicas. Este tiempo lo dedicó también a aprender de los mejores herreros de Camelot, perfeccionando sus habilidades para forjar armas y armaduras. La intensidad de su dedicación la había llevado a descuidar otras áreas de su vida, pero su meta estaba clara: convertirse en la mejor, no solo para servir a Artoria, sino también para protegerla de cualquier amenaza.

Últimamente, Ashira había pasado largas horas en la biblioteca, fascinada por los relatos de un rey antiguo llamado Gilgamesh. Lo que más le llamó la atención fue su habilidad de atacar usando su "Gate of Babylon", un poder que le permitía abrir portales dorados desde los cuales lanzaba un arsenal infinito de armas. Este concepto despertó en Ashira una idea audaz: crear un artefacto que pudiera replicar esa habilidad, permitiéndole invocar lanzas mágicas a voluntad. Con esto, sería capaz de luchar al lado de Artoria y garantizar su seguridad en cualquier batalla.

Durante los siguientes meses, Ashira se dedicó por completo a la creación de un anillo mágico. Su diseño era complejo, empezando por la elección del metal, un material raro y poderoso conocido como Adamantio Arcano. Este metal no solo era extremadamente resistente, sino que también tenía la capacidad única de absorber y canalizar magia.

El proceso de forja fue arduo. Ashira pasó incontables noches inscribiendo runas mágicas en el anillo, asegurándose de que cada una estuviera perfectamente alineada para cumplir con su propósito. Estas runas permitían al anillo absorber magia y transformarla en lanzas que podían ser invocadas a voluntad. Sin embargo, también era consciente de los riesgos: si el anillo absorbía demasiada magia, podría sobrecargarse y volverse inestable.

Después de un año y medio de trabajo, Ashira finalmente logró terminar su anillo. Era una obra maestra de la forja y la magia, capaz de generar lanzas desde cualquier punto del entorno. Además, el anillo tenía un sistema de manejo de mana que le permitía almacenar y utilizar la energía mágica de manera eficiente. Pero Ashira sabía que aún tenía mucho que aprender sobre cómo usarlo en combate real.

Con su nuevo anillo en mano, Ashira sentía que estaba un paso más cerca de alcanzar su meta. No solo quería ser la mejor para impresionar a Artoria, sino también para tener el poder necesario para redimir a su madre, Morgan Le Fay, algún día. Aunque sabía que sería una tarea difícil, Ashira estaba decidida a ser más fuerte, más astuta y más poderosa que cualquiera en Camelot, incluso que su propia madre.

La determinación en su mirada mientras ajustaba el anillo en su dedo era inquebrantable. Ahora, solo quedaba poner a prueba su creación y demostrar su verdadero valor en el campo de batalla.

Ashira entró en la biblioteca con determinación, el anillo que había creado descansaba en su mano. Encontró a Merlin concentrado en un libro polvoriento, pero cuando ella se acercó, él alzó la vista con su habitual sonrisa enigmática.

—Merlin, quiero que evalúes esto —dijo Ashira, mostrando el anillo con orgullo contenido.

Merlin tomó el anillo y lo examinó detenidamente, sus ojos brillando con un interés genuino.

—Interesante... —murmuró mientras trazaba con un dedo las runas grabadas en el metal—. Has hecho un buen trabajo aquí, Ashira. Este anillo no solo es una obra de arte en la forja, sino que también demuestra un entendimiento profundo de la magia y sus aplicaciones.

Ashira sintió un calor de satisfacción, pero permaneció en silencio, esperando el veredicto completo de Merlin.

—Sin embargo —continuó Merlin—, veo algunas imperfecciones. Algunas de las runas no están tan bien alineadas como deberían, lo que podría afectar la eficiencia en el combate real. También, el riesgo de sobrecarga es algo a tener en cuenta. Si no manejas bien el flujo de mana, podrías terminar hiriéndote a ti misma.

Herencia de Luz y SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora