Ashira había descansado solo un día tras la batalla con Barghest, pero no podía permitirse más tiempo. Su objetivo, el reino de las hadas, no estaba lejos. Montaba a buen ritmo, cuando de repente, una lanza metálica, brillante con un resplandor azul, cayó del cielo frente a ella, incrustándose en el suelo con una fuerza abrumadora. Su caballo relinchó, deteniéndose bruscamente. Ashira, con los ojos entrecerrados, se bajó del caballo y alzó la mirada en la dirección de donde había venido el ataque.Entre las ramas de un gran árbol, una figura femenina, pequeña pero imponente, estaba de pie, con una armadura luminosa que parecía vibrar cozn energía mágica. Era una joven de cabellos largos y plateados que contrastaban con el azul oscuro y brillante de su armadura, la cual parecía hecha para canalizar poder, no solo para proteger. Sus ojos afilados observaban a Ashira con seriedad, pero era su pose, con una lanza idéntica a la que había sido lanzada, lo que demostraba su peligrosidad.
Ashira frunció el ceño brevemeqnte antes de esbozar una sonrisa sarcástica. —Oye... ¿Acaso no te enseñaron que jugar con lanzas es peligroso, niña?. —Su tono burlón resonaba en el silencio del bosque.
La caballero en el árbol no movió un solo músculo, pero su expresión se tensó ligeramente, molesta. -Soy mucho mayor que tú, mocosa -respondió con frialdad, su voz llena de un orgullo helado.
Ashira chasqueó la lengua y se encogió de hombros, manteniendo su tono burlón. —Vamos, niña... ¿Quieres que te lleve con tus padres? —dijo con un brillo juguetón en los ojos—. No soy mala, no te haré daño.
El comentario hizo que un destello de ira cruzara por los ojos de Melusine, pero en lugar de responder con palabras, desapareció de su lugar en un destello de velocidad abrumadora. Antes de que Ashira pudiera reaccionar completamente, la guerrera ya estaba a un paso de ella, lanzando un golpe fulminante con su lanza.
Ashira apenas tuvo tiempo de invocar su propia lanza, una de sus armas negras encantadas, justo a tiempo para bloquear el ataque. El choque de las lanzas emitió un fuerte chasquido metálico, y Ashira sintió cómo el impacto la hacía retroceder, obligándola a deslizarse varios metros hacia atrás mientras sus pies intentaban mantener el equilibrio sobre el suelo irregular del bosque.
—Es muy rápida... —pensó Ashira, con una sonrisa que no ocultaba la emoción ante el desafío.
Melusine, sin expresión en su rostro, apretó más fuerte la empuñadura de su lanza mientras empujaba a Ashira hacia atrás. —Soy Melusine, la caballero hada más fuerte del reino. —Su tono era frío y cortante.
—Eso ya lo veremos... —Ashira respondió con una sonrisa más amplia, su corazón latiendo con anticipación. Sabía que se enfrentaba a alguien formidable.
La pelea se intensificó en un instante. Melusine no perdió tiempo y comenzó a presionar a Ashira con una ráfaga de ataques veloces. Sus movimientos eran tan rápidos que las lanzas parecían un borrón, cortando el aire con destellos de luz. Ashira apenas podía defenderse, su lanza negra bloqueaba los golpes como podía, pero sentía el peso de cada ataque. El bosque se llenaba del sonido de metal chocando con metal, las hojas temblando con la fuerza de cada impacto.
—Más fuerte que Barghest... —murmuró Ashira entre dientes, sus músculos tensándose para resistir el siguiente golpe. Los movimientos de Melusine eran precisos, y parecía leer cada uno de los intentos de Ashira de contraatacar, acorralándola más y más.
Ashira saltó hacia un lado en el último segundo, esquivando un golpe que hubiera sido devastador. Aprovechó el momento y, con rapidez, extendió su mano hacia el pecho de Melusine. De su palma, una ráfaga de viento mágico salió disparada, golpeando a Melusine directamente y enviándola volando contra un árbol, el cual se quebró con el impacto.
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Herencia de Luz y Sombra
FanficAshira, nacio siendo la hija de Morgan Le Fay, es abandonada por su madre en las frías calles de Camelot. Creciendo en la miseria, su vida da un giro inesperado cuando el sabio Merlin convence a Artoria Pendragon, la Rey de los Caballeros, para que...