"¿Te gustaría pasar el día conmigo? Tengo una sorpresa."
Decía el texto del mensaje que me envió Anderson a primera hora del día. Mi corazón se aceleró al pensar en lo que podría significar. Después de semanas de tensiones y conversaciones difíciles, finalmente parecía que estábamos avanzando hacia algo más.
"¡Claro! ¿A dónde vamos?"
"Es una sorpresa. Solo confía en mí 😉".
Poco después, nos encontramos y subimos a su motocicleta. El camino hacia la ciudad vecina estaba lleno de paisajes y risas y no pude evitar sentirme feliz. Era como si todos los problemas del pasado se fueran desvaneciendo mientras disfrutabamos del momento juntos.
Sin embargo, a medida que nos acercabamos a nuestro destino, algo inesperado ocurrió. En una parada para estirar las piernas, nos encontramos a Nathaly, una chica que reconocí de inmediato, una antigua compañera de clase de Anderson. La chica es conocida por su personalidad extrovertida.
- ¡Anderson! ¡Qué sorpresa verte aquí! —exclamó Nathaly con una sonrisa deslumbrante mientras se acerca a nosotros. Su mirada se posó en mí por un minúsculo instante antes de volver a centrarse en él.
—¿Qué te trae por aquí? —siguió hablando, colgandose de su brazo e ignorando mi presencia.
Mi estómago se retorció al ver la forma en que ella coqueteaba abiertamente con Anderson, tocando su brazo y riendo con despreocupación. Era evidente que Nathaly disfrutaba del momento y no tenía reparos en mostrarlo.
—Estamos pasando el día juntos —le respondió Anderson sonriendo cortesmente, soltandose de su brazo.
Nathaly no pareció captar la señal y continuó coqueteando.
—¡Oh que bueno! ¿Por qué no te unes a nosotros? Podríamos divertirnos mucho más. - Su tono era juguetón y provocador.
Mis mejillas ardían, no quiero ser celosa ni insegura, pero la situación es incómoda.
—Gracias por tu invitación, Nathaly, pero estamos bien así —dijo él con firmeza, dejando claro que no estaba interesado en prolongar esa conversación. - Paula y yo tenemos otros planes.
La expresión de Nathaly cambió ligeramente al darse cuenta de que su coqueteo no estaba funcionando como esperaba.
- Oh, está bien… ¡Será en otra ocasión entonces! —exclamó sin perder su alegría. Y se despidió.
Una vez que Nathaly se fue, un alivio inmediato me recorrió mezclado con un poco de frustración.
—Lo siento si eso arruinó nuestro día —dijo Anderson mientras pedía unas bebidas.
—No tienes por qué disculparte —le dije con una sonrisa.
—Aunque… Parecía muy interesada en ti —le digo sin poder evitarle la broma.
- Claro que no! - dice el - ella siempre a sido asi.
—Porque siempre ha estado interesada —le digo riendo porque no sé si realmente no se da cuenta o solo se hace.
—Pero yo estoy aquí contigo porque quiero estar contigo —dice entregandome una bebida y eliminando mis inseguridades momentáneas.
—Gracias —le digo sinceramente después de unos momentos de silencio.
—No hay nadie más con quien preferiría estar. —susurra cuando volvemos al camino.
Finalmente llegamos a nuestro destino: una hermosa ciudad en la base de una montaña llena de coloridos edificios y un ambiente vibrante. Mientras paseabamos por las calles adoquinadas, toda la tensión del encuentro anterior desapareció lentamente.
Exploramos boutiques locales, probamos deliciosos platillos en un pequeño y cálido restaurante y compartimos risas mientras caminábamos por una plaza al atardecer. Cada momento parecía reforzar el vínculo entre nosotros; era como si todo lo demás hubiera quedado atrás.
Al final del día, mientras contemplabamos la niebla cubriendo las montañas, supe que este día había sido especial para ambos a pesar del tropiezo inicial.
—Gracias por este día maravilloso —dije mirando a Anderson con gratitud genuina.
—Gracias a ti por ser tan increíble —respondió él sonriendo ampliamente antes de acariciar mi mejilla.
—Tu piel está muy fría. —Susurró mientras se inclinaba sobre mí. - Necesitas calentarte
No pude responder nada; mi respiración se volvió entrecortada por la anticipación de su cercanía. No puedo quitar mi vista de sus labios. En un movimiento delicado pero decidido, Anderson se inclinó hacia mí y nuestros labios se encontraron por primera vez.
El beso fue suave al principio, como si ambos estuviéramos explorando un nuevo territorio lleno de promesas y emociones. Cerré mis ojos y me dejé llevar por la calidez del momento; era como si todo encajara perfectamente en ese instante mágico.
La brisa fría envolvió nuestros cuerpos mientras nuestros labios se movían al unísono, creando una conexión profunda que iba más allá de las palabras. Es un beso lleno de ternura y deseo; un símbolo de todo lo que habíamos vivido juntos hasta ahora y todo lo que aún estaba por venir.
Cuando finalmente nos separamos, ambos abrimos los ojos lentamente. No pude evitar la mezcla de alegría y sorpresa al ver la sonrisa radiante en el rostro de Anderson.
—Wow —murmuró él con admiración. - Eso fue… increíble.
Yo reí nerviosamente mientras mi corazón seguía latiendo con fuerza.
—Sí… sí lo fue —respondí con una sonrisa tímida.
Anderson tomó mi mano, entrelazando sus dedos con los míos mientras regresábamos hacia donde habíamos dejado la motocicleta.
—Quiero hacer esto más a menudo —dijo él con sinceridad mientras caminábamos.
—¿El beso o el paseo? —preguntó sonriendo.
—Ambos —dijo él devolviéndome la sonrisa.
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LIENZOS DEL SILENCIO
RomanceLienzos del silencio es una historia desgarradora sobre la lucha de Paula por encontrar la voz propia en medio del caos y el dolor. A través del arte y las conexiones humanas, Paula deberá enfrentarse a sus demonios y decidir si puede perdonar a aqu...