Capítulo 24

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Anderson me esperaba afuera del tecnológico, como cada día que tenía el día libre en su trabajo para acompañarme a mi casa. Cuando salí, su sonrisa se iluminó. Se para frente a mí, y me saludo con un beso nervioso. 

—¿Qué sucede? —le preguntó extrañada. Es raro verlo nervioso. 

—Paula —comenzó, tomando una respiración profunda—, hay algo de lo que quiero hablar contigo.

Lo miré con curiosidad, inclinando ligeramente la cabeza.

—Ok. Te ves un poco nervioso.

Anderson sonrió nerviosamente. —Es solo que… He estado pensando mucho en nosotros y en nuestro futuro juntos. Y creo que ha llegado el momento de dar un paso más.

Mi ceño se frunció levemente, pero mi interés creció. 

—¿A qué te refieres?

—Quiero pedir tu mano —dijo finalmente—. Me gustaría hablar con tu madre y tu hermano mayor para pedirles su bendición.

Mis ojos se abrieron con sorpresa y emoción. 

- ¿De verdad? ¡Eso es increíble! Pero… ¿estás seguro? 

Anderson se acercó con firmeza. 

- Yo estoy listo para esto. Quiero que nuestra relación sea formal y contar con la aceptación de tu familia significa mucho para mí.

Sonrei ampliamente, mis mejillas sonrojándose ligeramente. 

—Me encantaría que lo hicieras. Mi madre siempre ha querido conocer a alguien especial en mi vida, y mi hermano… bueno, él es un poco protector, pero ya los conoce, así que…

Entonces, ¿qué te parece si organizamos una cena? Podríamos invitar a tu madre y a tu hermano antes de que yo haga la propuesta formal.

Estoy entusiasmada. 

—¡Si! Eso sería perfecto. Podemos hacerla en nuestra casa este fin de semana. No es que cocinar sea mi fuerte, pero intentaré preparar algo sencillo y delicioso.

Ambos comenzamos a planificar la cena de camino a casa, mientras la emoción crecía entre ambos. Me siento nerviosa porque este es el primer paso hacia un compromiso más profundo, pero también entendí que para él es importante ganarse el corazón de mi familia.

—Estoy tan emocionada por esto —susurre—. Sé que todo saldrá bien.

—Haré todo lo posible para demostrarles cuánto te amo y cuánto significas para mí —dijo él con una sonrisa confiada en su rostro. 

La noche de la cena llegó, y el aire estaba impregnado de un delicioso aroma a especias y hierbas frescas. Encontré a Anderson en la entrada de mi casa, nervioso pero decidido. Había llegado temprano para ayudarme en los últimos preparativos. 

—Todo está casi listo. Solo falta que lleguen mi madre y mi hermano.

Anderson asintió; nunca lo había visto tan nervioso; este es un momento crucial; no solo quiere impresionar a mi familia, sino también ganarse su aprobación.

Poco después, se escuchó el sonido de la camioneta de mi hermano. Fui a abrir la puerta y, al instante, entraron mi madre, y mi hermano mayor. 

¡Anderson! —exclamó mi madre al verlo—. ¡Qué bueno verte! 

—¿Cocinaste, Paula? —dice extrañada. - ¡Qué bien huele! 

Tomas se acercó a Anderson con una expresión amistosa, pero confundido al mismo tiempo.

- ¡Hey! ¿Qué sucede? —dice mientras lo saluda. 

—Quisimos prepararles una cena —respondió Anderson con una sonrisa. 

La cena transcurrió entre risas y anécdotas familiares. Anderson se esforzó por participar en las conversaciones y hacer sentir cómodos a todos.

Sin embargo, mientras avanzaba la noche, después que terminamos de cenar, él se aclaró la garganta y me miró; yo le sonríe animándolo. 

—Quiero agradecerles por esta maravillosa cena —comenzó Anderson—. Ha sido un verdadero placer. 

Mi madre lo miró con curiosidad. — Nos alegra que estés aquí, Anderson.

Anderson tomó aire profundamente antes de continuar.

—Hay algo más que me gustaría compartir con ustedes esta noche… Algo importante.

Tomás frunció ligeramente el ceño mientras mi madre lo observaba atentamente.

—Paula es una persona muy especial para mí —dijo Anderson mirando directamente a mi madre—. Desde que entró en mi vida, sentí una conexión única con ella. Y es por eso que estoy aquí hoy.

El ambiente se volvió tenso; todos esperabamos ansiosos sus siguientes palabras.

—He estado pensando en nuestro futuro juntos —continuó— y quiero pedirles su bendición para poder salir con Paula como novios formales. 

Mi madre quedó momentáneamente en silencio, sorprendida por la sinceridad de Anderson. Tomás lo miraba fijamente como si estuviera evaluando cada palabra.

Finalmente, mi madre respondió.

- Anderson… eso es muy bonito. No puedo decirte cuánto significa esto para mí como madre saber que alguien tan maravilloso quiere cuidar de mi hija.

Sentimos cómo una ola de alivio nos invadía al escuchar esas palabras.

—¿Cuál es tu intención? —preguntó Tomas con seriedad y los brazos cruzados. 

- Quiero casarme con ella. 

Eso me sorprendió incluso a mí. Habíamos hablado de noviazgo, pero casarse eran palabras mayores. No pude evitar sentir mariposas en mi estómago. 

—¿Estás seguro de lo que estás haciendo? El matrimonio no es un juego; es un compromiso real. —Le dijo mi hermano. 

—Lo sé perfectamente, Tomás. —Afirmó Anderson firmemente. —Estoy completamente comprometido con Paula y estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío que venga en nuestro camino juntos.

Después de unos momentos de silencio tenso, Tomas finalmente relajó sus hombros y asintió levemente. 

—Si realmente amas a mi hermana y estás dispuesto a cuidarla como se merece… entonces te doy mi aprobación.

Mi madre se levantó emocionada y me abrazó primero antes de dirigirse hacia Anderson.

—Bienvenido a nuestra familia entonces. Estoy segura de que harás feliz a mi hija.

Las lágrimas brillaban en mis ojos, al verlo abrazar a mi madre con gratitud. Este es solo el comienzo de una nueva etapa en nuestras vidas juntos.

LIENZOS DEL SILENCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora