🍀Capítulo 9🍀

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Noelle se encontraba frente a la imponente puerta de la Orden de los Caballeros Amanecer Dorado, sintiendo el peso de la decisión que estaba a punto de tomar. Sabía que Yuno se estaba quedando allí, pero aún así, no podía decidir si debía tocar la puerta o no.

"¿Y si mejor le envío una carta?" pensó, mordiéndose el labio inferior. "No, eso podría dar lugar a malentendidos. Si ven mi nombre en la carta, van a pensar cosas que no son..."

Suspiró y comenzó a caminar de un lado a otro, practicando cómo decir para que la dejen entrar para ver a Yuno sin que pareciera... extraño.

—¿Qué le digo ahora? —susurró. —¿Tal vez algo como, 'me dejarían pasar a ver a Yuno porque tengo algo importante que decirle'?

—Claro, me imagino que está entrenando —dijo una voz inesperada a sus espaldas.

—¡Muchas gracias! —respondió Noelle de inmediato, pero luego se dio cuenta de con quién estaba hablando y sus ojos se abrieron como platos. —¿¡Capitán Vangeance!? —exclamó, sus mejillas sonrojándose al darse cuenta de que había estado hablando sola frente a él.

—¿Vas a ver a Yuno o no? —preguntó con voz serena, sin mostrar ninguna emoción.

—Sí... —respondió Noelle, aunque su tono estaba lleno de duda.

—Entonces entra, no hay ningún problema —dijo el capitán, haciendo un gesto con la mano para que pasara.

—Gracias, capitán... —murmuró Noelle, sintiendo su corazón latir con fuerza mientras cruzaba la entrada. 



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Se asomó tímidamente y lo vio. Yuno estaba entrenando, con el torso desnudo y sudor cubriendo su piel. Su abdomen estaba bien definido, y cada movimiento mostraba la fuerza que había ganado con los años. Noelle se quedó paralizada, la vista la dejó momentáneamente sin aliento, y por un instante, se olvidó de por qué estaba allí.

Pero Yuno notó su presencia y, al girarse, la atrapó observándolo.

—¿Noelle...? —preguntó, con una ligera sorpresa en su voz. —¿Qué haces aquí?

—Pues... —Noelle trató de articular alguna palabra, pero su mente estaba en blanco. Ver a Yuno en ese estado había hecho que se olvidara completamente de lo que tenía que decir.

—¿Admirando la vista? —bromeó Yuno, con una sonrisa pícara.

—¡NO! —gritó Noelle, sintiendo cómo su rostro se ponía completamente rojo.

Yuno soltó una carcajada, claramente entretenido con la situación.

—¿Qué necesitas, Noelle? —preguntó, con un tono más serio, pero aún con una sonrisa en los labios.

Prefiero Estar Contigo - Yuno y NoelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora