Capitulo XIV

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4 de Agosto, Domingo

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4 de Agosto, Domingo

Abril

Hoy era la final de tenis de los Juegos Olímpicos. Carlos contra Novak Djokovic. Estábamos en los vestuarios los dos, como de costumbre, besándonos y abrazándonos.

- La harás genial, no estés nervioso — le sonreí y me acerqué a él para abrazarlo.

Él no me contestó, pero me abrazó igual y me apretó contra él, suspirando. Como si quisiera librarse de los nervios en mí. Acaricié su pelo con cuidado, dejando pequeños besos en su cuello.

- Si sigues así, no creo que salga a jugar — susurró riendo.

— Entonces paro —reí con él.

Negó con la cabeza y junto a nuestros labios en un beso tierno.

- Arriba, que falta poco y te tienes que preparar.

Me separé de él, ya que estaba sentada en sus piernas, y le ayudé a levantarse. Me volvió a abrazar dando besos en mi cabeza.

- Te veo arriba, suerte, Carlitos — le besé en la mejilla y me dirigí a la puerta.

Vino por detrás de mí y antes de salir me cogió de la muñeca, haciendo que yo me girara y me besara en los labios.

- Ahora sí que te puedes ir — con una sonrisa cerró la puerta.

Sonreí por la acción y subí hacia las gradas, intentando que nadie me viera subiendo de los vestuarios. Las gradas estaban petadas de gente.

Como de costumbre, busqué a Álvaro y a sus padres con la mirada y cuando los encontré caminé hacia ellos. Les di una sonrisa a cada uno y me senté a lado de Álvaro.

Minutos después, Carlos y Djokovic salieron a calentar, llevándose aplausos de la gente. Me temblaba la pierna de lo nerviosa que estaba por el último partido. Carlos se jugaba su primer oro, y el oro para España.

Sin darme cuenta, el partido ya había empezado cuando volví a la tierra. El primer set fue muy largo. Ambos estaban empatados todo el rato, llegando hasta el 7-6. Al final y con mucho esfuerzo de parte de los dos, terminó llevándoselo Djokovic.

Carlos se acercó con una mueca en la cara hacia nosotros, le sonreí mientras se quitaba en sudor de la cara y volvió a sentarse, poniéndose el hielo en el cuello.

El segundo set fue igual de duro, ambos habían durado una barbaridad de tiempo. Como el anterior, ambos empataban todo el raro, llegando otra vez a 7-6.

Y por desgracia para todos los españoles y para Carlos, Djokovic consiguió el segundo set. Obteniendo su victoria. La grada saltó de felicidad, igual que nosotros, aplaudiendo a Carlos por su esfuerzo. Lo había hecho genial, y nadie podría decir lo contrario.

Sin ninguna reacción, se acercó a recoger sus cosas. Sin irse, ya que le iban a entrevistar. Antes de que pudiera empezar a hablar, las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas. Se escondió la cara con la mano, intentando detener las lágrimas.

𝐀𝐋𝐋 𝐓𝐎𝐎 𝐖𝐄𝐋𝐋 - Carlos AlcarazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora