11
El monóculo de una mujer.
—¿En serio haremos esto? —preguntó Luther.
Nos habíamos reunido todos a excepción de Klaus, fuera de la mansión de Reginald, nosotros llegamos después, pero estos tres todavía no se animaban a entrar.
—Si —dice Viktor.
Estamos dispuestos a avanzar y Luther nos detiene.
—Aguarda, no vas a las reuniones familiares, apenas llamas y jamás aportas a nuestro boletín de noticias y aun así ¿te urge ver a papá? —cuestionó Luther.
—Luther, no es momento de sacar conclusiones absurdas —habló Allison.
—Estoy atascado, estoy atascado en una eterna discusión mental con él y siento que la única manera de superarlo es diciéndole lo que siento de una buena vez ¿entiendes? —confesó Viktor.
Le paso un brazo por los hombros, nada de esto está siendo fácil para nadie.
—Te entiendo perfectamente —aceptó Luther.
—Sólo me gustaría recordarles a ambos que la última vez que hablaste con papá, te mató —ironizó Allison.
Luther baja la mirada a su pecho.
—Eso no volverá a pasar —ríe nervioso, pero nadie más lo hace— ¿verdad?
—Nadie va morir ¿estamos? —sentencia Five.
—Porqué lo más probable es que no nos dejen verlo —aseguró Diego.
—Si no es por la buenas, les voy a reventar el cerebro con un rumor —murmuró Allison.
Aun no entrábamos y ya estaba la defensiva.
—Andando —ordenó Five.
Five y Allison se adelantaron y los demás nos quedamos procesando todo esto.
—¿Crees que si podamos hablar con él? —le pregunté a Diego.
—Lo averiguaremos —murmuró y fue con los demás.
Lila y yo los seguimos hasta que Five y Allison se detuvieron frente a los guardias de la puerta, estos hablaron por la radio, pero ninguno pudo entender bien lo que decían. Uno de ellos baja las escaleras y encara a Allison.
—¿Puedo ayudarlos? —preguntó.
Five iba a hablar, pero Allison le pone una mano en el pecho, evitándolo.
—Si, corre a decirle a Reggie que vamos a entrar, le guste o no —sentenció.
El guardia se quita los lentes y mira a Allison con una sonrisa.
—Claro señorita Hargreeves, bienvenidos, los estábamos esperando —respondió.
Abrí los ojos enormemente y todos estábamos igual de sorprendidos.
—Vengan, los acompañaré adentro —enunció con una sonrisa.
El guardia se da la vuelta y ninguno de los siete se mueve de su lugar.
—¿Qué carajos está pasado aquí? —murmuró Luther.
—Más te vale que no sea otra de tus emboscadas —amenazó Five.
Allison lo miró con completo desagrado.
—¿Le dijiste que íbamos a venir? —la cuestione.
—No, no he hablado con él en cinco años —aseguró y fue la primera en avanzar.
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Sempiterno.
Teen FictionSi algo está destinado a ser, será. Si hay algo que tenga que pasar, pasará. No podemos cambiar el pasado, porque dañariamos el futuro, no podemos cambiar el futuro, porque dañariamos el presente. Y, ¿qué pasa si ya no hay una solución? ¿Qué pasa c...