Capítulo 63: 01:00

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La sala común estaba iluminada por la suave luz de las lámparas, creando un ambiente cálido y acogedor. Sin embargo, había cierta tensión en el aire, como una tormenta eléctrica que estaba a punto de desatarse. Jay, Sunoo, Jake, Jungwon, Niki y Sunghoon estaban dispersos por la sala, cada uno inmerso en sus propios pensamientos.
Sunghoon con sus gafas puestas leía concentrado un libro de cocina, Niki jugaba en su Nintendo, Jake yacía sentado frente a la chimenea encendida con Layla acostada sobre su regazo, Jungwon y Jay tenían su propia conversación, y Sunoo observababa pensativo por la ventana el jardín principal.
Ya había pasado casi una semana desde los acontecimientos principales, eran al rededor de la una de la madrugada y tu yacías durmiendo plácidamente en tu habitación luego de un atareado día prácticas, las cuales fueron las últimas ya que habías desarrollado tus habilidades con normalidad, excepto aquella que te hacía diferente la cual no te había dado señales de querer manifestarse.
Heeseung, quien había estado en su habitación tocando una suave melodía en um antiguo piamo, irrumpió en la sala común con un semblante preocupado y hasta enfermo. Los demás lo miraron con atención, notando su respiración agitada, el sudor asentado en su frente y la sombra de desesperación en sus ojos.

—Está pasando otra vez... —su voz era pesada y adolorida.
—¿Heeseung? —Jake se adelantó, notando de inmediato que algo no estaba bien — ¿Qué te pasa?
—Yo... No sé qué está pasando, pero desde que ella apareció, siento que algo en mí está cambiando —respondió con voz tensa, mientras su mirada se encontraba con la de cada uno de los presentes — es como si mis instintos... Estuvieran volviéndose locos.

Sunghoon frunció el ceño sin despegar la mirada del libro, sintiendo una punzada de reconocimiento en las palabras de Heeseung.

—También lo he notado —admitió, con un tono más grave de lo habitual — algo dentro de mí se agita cada vez que ella está cerca. Es como si mi autocontrol se estuviera desmoronando.
—No son los únicos que se sienten así —dijo Jake pasando una mano por su rostro— algo nos está afectando a todos.
—Son sus feromonas —añadió Jay, su voz sonaba cargada de tensión — nos está alterando animicamente.
—Todos sabemos que la situación es compleja —Jungwon, miró a los demás con una sonrisa irónica — pero no es su culpa que estemos así.
—Está comenzando y la presencia de ___ lo está intensificando —dijo Heesung.
—Hablas de... —dijo Niki confundido.
—Si Niki, te vas a poner en celo cómo una maldita perra —se burló Jake.
—¡¡Jake!! —le gritó Sunoo — ¿que pasa contigo?
—¿No ves que el princeso es sensible? —dijo Jay.
—Ay ya, sólo le dije la verdad —se quejó Jake.
—¿Espera entramos en celo cómo los lobos? —Niki parecía horrorizado — ¿qué carajos autora? Que asco
—No literalmente, Niki —dijo Jungwon — simplemente la simple existencia de ___ nos altera químicamente, es algo que sucede cada cuatro años.
—Nosotros ya lo hemos experimentado —continuó Sunoo — tú aún no porque no estabas lo suficientemente desarrollado.
—Pero si pasa cada cuatro años... ¿Por que Jake se comporta así todo el tiempo? —preguntó Niki.
—Porque Jake está mal de la cabeza —dijo Sunghoon.
—Si seras... —rechistó Jake.
—Pero ¿por qué ahora? —preguntó con frustración Heesung — ¿por qué su presencia nos afecta tanto?
—Es su sangre... Su esencia —explicó Sunoo, su voz era suave pero resonó en la sala.
—Pero antes no nos afectaba de ésta manera —dijo Jay.
—Ella es diferente y lo sabemos —explicó Sunoo — Su destino como reina de los vampiros significa que su presencia no es como la de cualquier otra, su sangre real tiene un impacto mucho mayor en nuestros sentidos.
—¿Entonces qué? —preguntó Jay, su tono era desafiante — ¿perderemos el control? ¿Nos dejamos llevar por éstos impulsos? Porque no pienso permitir que algo así suceda.
—No es tan simple, Jay —respondió Jake, con una seriedad inusitada — nuestras hormonas y feromonas están reaccionando a ella y con el celo de por medio, es imposible ignorar lo que estamos sintiéndo.
—¿Y qué propones, Jake? —Sunghoon se movió inquieto en su asiento — ¿Le decimos la verdad y esperamos que eso cambie algo? Estamos en medio del celo y ella está en el centro de todo.
—Lo primero es admitir que estamos siendo afectados —Heeseung respiró profundamente, intentando calmarse — si no lo hacemos, esto solo empeorará.
—Esto es una locura —Jay golpeó la mesa con frustración — necesitamos encontrar una manera de protegernos y protegerla a ella.
—¿Protegerla de qué? —preguntó Sunoo com ironía — ¿de nosotros los monstruos?

El silencio cayó sobre ellos nuevamente, cada uno luchando con sus propios demonios internos. Todos sentían la presión creciente, una necesidad irracional y voraz de estar cerca de ___, de protegerla, y al mismo tiempo, de poseerla.

—Este es su destino, no hay forma de evitarlo —dijo Jungwon, rompiendo el silencio que se había instalado — y honestamente, no sé si alguna vez estaremos listos para lo que eso significa.

Sunoo lo miró con suspicacia, recordando la conversación que habían tenido dias antes.

—¿Estás diciendo que debemos simplemente ceder a estos impulsos? —preguntó con frialdad, sus ojos se estrecharon — ¿que lo mejor es que aceptemos lo que sentimos por ella sin cuestionarlo?
—Lo que digo es que no podemos luchar contra nuestra naturaleza —dijo Jungwon con voz firme, devolviendole la mirada con un brillo peligroso en sus ojos — y si intentamos negarlo, solo haremos las cosas más difíciles para todos. ___ está destinada a ser nuestra reina, y eso significa que cada uno de nosotros tendrá que decidir qué lugar ocupará en su vida.
—¿Y qué harás, Jungwon? —preguntó con un tono sardónico — ¿estás dispuesto a jugar con sus emociones para asegurarte de que te elija a ti?
—Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para protegerla, Sunoo —respondió en voz baja, su tono era casi un susurro pero cargado de determinación.
—Ten cuidado, Jungwon —dijo Sunoo con una voz más baja y peligrosa — los celos y la obsesión no son lo mismo que proteger a alguien.

𝕸𝖔𝖔𝖓𝖘𝖙𝖗𝖚𝖈𝖐 - 𝕰𝖓𝖍𝖞𝖕𝖊𝖓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora