Capítulo 75

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Heesung avanzó por los pasillos buscando a Jungwon, con su mente atrapada en un remolino de pensamientos. El aire permanecía cargado de un aura pesada, y a cada paso que daba, el recuerdo del aroma embriagante de tu sangre le rozaba la conciencia, tentando sus pensamientos, traicionado a su cabeza
Sin embargo, la preocupación por tu estado y la extraña conducta de Jungwon lo mantenían ocupado.
Finalmente, encontró a Jungwon en la sala de música, una habitación acústica y apartada de la mansión, Jungwon yacía sentado cerca de la ventana, con la mirada fija en el cielo nocturno, sumido en su propio mundo.
Heesung cerró la puerta detrás de si al entrar en la habitación, el pelinegro giró la cabeza lentamente, haciendo notar en sus ojos un vacío desolador, cómo si la culpa lo estuviera matando por dentro.

-Jungwon... -llamó Heeseung, su tono firme pero cauteloso.

La imagen de tu cuerpo herido seguía grabada en su cabeza, y la necesidad de respuestas se hizo cada vez más fuerte.
No recibió ni tampoco esperó una respuesta por parte del pelinegro, simplemente continuó hablando:

-¿Qué pasó Jungwon? -preguntó Heeseung, su voz apenas era susurro, aunque cada palabra era firme y pesada.

Jungwon no respondió de inmediato. Sus labios temblaron y se movieron en silencio, buscando las palabras que no encontraba. Bajó la cabeza, sus ojos se clavaron en el suelo, incapaces de sostener la intensidad de la expectante mirada de Heesung.

-Me dejé llevar... -murmuró finalmente, su voz quebrándose - no sé cómo pasó... Estaba bien al principio, pero luego, algo dentro de mí... Explotó. Era como si... Como si no pudiera detenerme. Todo lo que sentía, todo lo que deseaba, se desbordó y no pude... No pude controlarlo.

Heesung dio un paso adelante, mantuvo sus ojos fijos en Jungwon, tratando de entender cómo su compañero había perdido el control de esa manera. Era la primera vez que veía a Jungwon tan vulnerable, tan roto.

-Entiendo lo difícil que es para ti, entiendo cómo te sientes pero no puedo justificar lo ue hiciste -negó Heesung - ¿que hubiera pasado si no hubiese llegado a tiempo? La hubieses vuelto a morder.

Jungwon cerró los ojos con fuerza, como si al hacerlo pudiera escapar de los recuerdos que lo atormentaban. Apretó los puños, sus uñas se clavaron en las palmas de sus manos, buscando un dolor físico que pudiera distraerlo del dolor emocional que lo consumía.

-¿Por qué, Jungwon? -insistió Heeseung, su voz más suave, intentando arrancar la verdad de los labios temblorosos de su amigo - ¿qué te hizo perder el control?

Por un momento, Jungwon se quedó en silencio, dejando que la culpa lo devorara, sintiendo el peso de sus palabras en sus propios hombros. Pero entonces, como si un interruptor se hubiera activado en su mente, su expresión comenzó a cambiar.
Jungwon levantó la cabeza lentamente hacia Heesung, pero en lugar de la tristeza o el arrepentimiento que él esperaba, vio algo diferente en sus ojos; una chispa de fascinación, casi de éxtasis. Aquello lo descolocó, tensando cada fibra de su ser.

-Su sangre... -respondió Jungwon con un murmuró casi inaudible.
-No lo entiendo Jungwon...
-Heesung... -continuó hablando Jungwon, cómo si hubiese descubierto algo brillante - la sangre de ___... Es... Indescriptible.

Heesung frunció el ceño. Ese no era el Jungwon que conocía, continuó acercándose, manteniendo una distancia prudente, intentando contener la creciente inquietud que lo embargaba.

-¿Qué estás diciendo? -inquirió con cautela, intentando leer la expresión de Jungwon. Quería entender, pero también temía lo que podría descubrir.

Jungwon soltó una pequeña risa, casi como si estuviera disfrutando de un secreto que sólo él conocía.

-Su sangre es diferente, Heesung -sus ojos brillaban fascinados - no es como la de cualquier humano... Ni siquiera como la de otros vampiros. Es poderosa. Apenas probé un poco y... Todo mi cuerpo se sintió poderoso.

Toda la culpa que había sentido Jungwon, se había desvanecido.
Heeseñung retrocedió un paso, abrumado por la declaración. Algo había cambiado en Jungwon, y no podía ignorar la frialdad en su voz y el tono psicótico que había utilizado.

-Eso no es lo que importa ahora, casi la matas ¿no sientes nada al respecto? -Heesung intentó razonar con él, buscando cualquier rastro de remordimiento.

Pero Jungwon simplemente lo miró con una expresión serena, casi indiferente.

-¿Matarla? No... No sería capaz de eso -negó.
-No lo pareció, ___ está inconsciente.
-Mi intención nunca fué dañarla -se excusó con una mano a la altura del pecho - pero su sangre... Me ha mostrado algo más. Y te aseguro que no soy el único que lo sentirá.
-¿Te estás oyendo Jungwon? Estas insinuando que debemos servirnos de ___ así cómo si nada.
-Heesung debes probarla -insistió Jungwon - entonces lo entenderás, todos lo entenderán.

Heesung sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. El Jungwon que conocía estaba desapareciendo ante sus ojos, reemplazado por alguien que veía tu sangre de una manera más útil que sagrada.

-Escucha Jungwon -Heeseung recordó el mensaje que debía entregar - Sunoo se quedó con ella, está furioso contigo y quiere hablar del tema más tarde.

Jungwon ladeó la cabeza, sus ojos destellaban con malicia.

-Sunoo... -murmuró, como si estuviera probando el nombre en sus labios - él siempre ha querido protegerla ¿no?
-Por lo menos no estuvo a punto de matarla -dijo Heesung.
-Piénsalo ¿te has preguntado por qué? Si se entera de lo que su sangre puede hacer, querrá quedárselo todo para sí mismo -dijo con cierta alteración en su voz - nos lo ocultará, Heeseung. Querrá privarnos de la experiencia... de éste poder, no podemos permitirlo.

El corazón de Heesung latió con fuerza ante las palabras de Jungwon. ¿Estaba realmente sugiriendo que Sunoo se volvería en contra de ellos? No, había algo más en juego allí.

-Jungwon, esto está mal -Heesung trató de calmarlo - necesitas enfriar la cabeza, piensa con claridad. No deberíamos estar hablando de ésto, no ahora.

Pero la sonrisa de Jungwon solo se amplió, y Heesung supo que algo oscuro estaba germinando en su interior.

-Piénsalo, Heesung -dijo con calma en un tono bajo - su sangre es la clave, no dejes que Sunoo te quite lo que te pertenece, ___ es nuestra ¿lo olvidaste?

𝕸𝖔𝖔𝖓𝖘𝖙𝖗𝖚𝖈𝖐 - 𝕰𝖓𝖍𝖞𝖕𝖊𝖓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora