My Lord || [Creepypasta Slenderman]

Capítulo 19

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2 AÑOS DESPUÉS.
24 de Junio.
7:17 p.m.

Nancy Lavoie.

2 largos años han transcurrido de una manera lenta y poco agradable.

Aunque la verdad ya me acostumbré...

Justo ahora me pongo a pensar en todo lo que ha pasado y lo que he llegado a olvidar. Aún pienso en el hombre que debería haberme apoyado en todo, mi padre; en Mara, ¿qué estará haciendo?

¿Tu vida es difícil? ¿El pueblo ha olvidado ya lo que pasó conmigo? ¿Qué pasó? ¿Estarás bien? ¿Comes a tus horas o tan siquiera puedes conciliar el sueño, tía?

¿Qué será de ti?

A veces deseo irme y regresar con ella, pero ni siquiera he descubierto la manera de poder limpiar mi nombre, lo que sí es seguro, es que tan solo ponga un pie en el pueblo me atraparán.

A veces pienso en que me quemarán como a una bruja o me cortarán el cuello. Pensar en ello hace que me arda el cuerpo y me toque ligeramente mi garganta, imaginando el dolor que se siente que te corten con un gran machete.

He leído que tú cabeza aún es conciente de lo que pasa, solo unos segundos.

Debe ser horrible sentir que ruedas de manera fácil y... ya no sientes el peso de tu cuerpo.

Para mí lo sería.

— Estaré regresando lo más pronto que pueda — mencionó Albert mientras salíamos afuera de la cabaña.

Era un día deprimente para mí, ahora está lloviendo, pronto su intensidad aumentará y empezará a empapar todo a su paso.

Ya he pasado todas las estaciones en este lugar.

He visto el bosque entero ponerse verde, naranja, marchitarse y dejar caer sus hojas al suelo de algunos árboles grandes, y llenarse de blanco por la fría nieve.

Ahora la lluvia es la que permanece. De hecho, hace rato se había calmado, dejando de llover, pero el cielo se nubló mucho más, así que ahora el agua se empezó a soltar.

Hay nubes muy grises en el cielo...

— De acuerdo — dije mientras me abracé a mí misma al sentir el fresco aire golpear mi cuerpo. A pesar de estar abrigada sentía perfectamente el aire fresco que me hacía temblar unos segundos.

Estoy inquieta. Muy inquieta.

— Lo harás bien, Nancy — de repente me animó mi amigo mientras me brindaba una gran sonrisa, él buscaba calmarme desde hace rato, pero no lo ha logrado — Has estado conmigo y he visto tu gran trabajo. Eres una gran secretaria.

— ¿Cómo qué secretaria? — pregunté molesta y él carcajeó al ver mi expresión.

— Estoy bromeando. ¿Por qué te preocupas tanto?

Me costaba y a su vez me daba vergüenza decirlo. Mi cuerpo tiembla más cuando él viene a mi mente, sobre todo cuando me lo imagino delante de mí.

— Me quedaré con él, sé que me costará hablarle  — la relación con Slender se ha complicado bastante — Es... muy difícil para mí que ahora tenga que verlo seguido cuando ha estado tan tenso en asunto entre nosotros.

De repente un día ya no quería recibirme o hablar conmigo cuando le dirigía la palabra. Todo empezó desde aquella noche que lo vi tan agitado y haciendo un desastre en la cocina. Platos, vasos, uno que otro adorno que estaba ahí quedó destruido en el suelo, eso no me importó para nada.