Capítulo 22

129 12 21
                                    

•———————•༻❁༺•———————•
DOS DÍAS DESPUÉS.
11:12 a.m.

Nancy Lavoie.

Hace unos momentos he abierto los ojos. Había estado despierta desde muy temprano, ni siquiera me percaté de cuando quedé dormida, simplemente caí en la oscuridad y sin sueño alguno en mi mente.

No he soñado nada...

Justo ahora me he quedado mirando a la ventana que estaba recogida de las cortinas azules que había colocado hace tiempo; nunca abría esa ventana, era muy raro, pero justo ahora estaba abierta. Podía ver una parte del cielo y otra del profundo bosque que nos rodeaba.

Incluso entra aire fresco que me hace temblar.

— Abrí la ventana para que entrara aire, estabas sudando — escuché la voz de Slend cerca pero no me inmuté en verlo, estaba atrapada por la vista de la ventana que estaba ligeramente empañada del cristal.

Es el segundo día teniéndolo aquí en la habitación...

Milagrosamente no ha sido nada molesto o irritante, se ha mantenido sereno y callado. Sólo ha estado aquí conmigo, sentado en una silla que tenía aquí en mi habitación, con una pequeña mesa enfrente donde ha colocado sus cosas como hojas blancas con escritos y uno que otro libro.

— Está bien... — musité después de unos segundos. Me quedé tranquila en la cama aún acostada, me sentía extraña, quizá aún por el ligero dolor que permanece en mi pierna y un calor alrededor de la herida.

No me siento bien.

Mi cuerpo tiembla ligeramente al sentir frío, así que con mi mano izquierda alzo más la sábana que cubre mi cuerpo, me cubro hasta el cuello sin importar que sienta mi cuerpo caliente al tocarme a mí misma.

Tengo temperatura.

Cerré mis ojos con ganas de dormir otro rato más, cada extremidad me cosquilleaba y era aún más irritante la sensación.

— Nancy — sentí su presencia cerca de mi lado izquierdo, tocaba mi frente con la palma de su mano para verificar mi temperatura. Lentamente abrí mis ojos encontrándome con su preocupado rostro que me prestaba atención absoluta, inmediatamente pensé en sus necesidades y mi preocupación volvió a mí.

¿Cómo seguirá su herida?
¿Estará bien?

La verdad veo que está igual que siempre, parece como si no hubiera recibido ningún golpe o herida, andan de aquí para allá con tanta normalidad y eso me hace pensar si aún es un humano.

No lo sé...
Estoy pensando cosas extrañas...

— Tienes temperatura — mencionó él mientras alejaba su mano de mi frente — Te traeré antibióticos, ¿no eres alérgica a nada de eso verdad? — cuestionó él mientras solo sentía una gran atracción por ver cada facción suya.

Realmente estoy mal...

Lo miraba con tanta atención, sin avergonzarme por como lo hago y ni siquiera procesaba bien lo que me preguntó.

— Nueces — le dije mientras miraba sus labios.

— ¿Nueces? — preguntó extrañado.

— Las nueces me podrían matar... — dije mientras miraba sus largas pestañas y de paso esos ojos negros con un ligero brillo. Saqué mi mano izquierda y coloqué mis dedos en su frente, ahora yo verificaba su temperatura, no sé si era yo que estaba ahora hirviendo pero su piel era agradable para mí — Ahora sabes mi debilidad.

My Lord || [Creepypasta Slenderman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora