Capítulo 2

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9:49 p.m.

Nancy Lavoie.

Aquel hombre desapareció de mi vista poco a poco mientras se adentraba más en el bosque. Es tan extraño que alguien viva ahí, no pensé que se pudiera hacer eso, ahora sé que realmente sí.

Aunque debe ser muy solitario...

Me siento tan mal de no poder agradecerle bien, no sé qué hubiera hecho, pero de verdad lo hubiera intentado aunque me dijera que no quería nada a cambio.

— Que frío... — susurré lamentándome de haber salido de casa sin un suéter abrigador. Comencé a temblar tanto que no evité abrazarme a mí misma mientras me daba vuelta y caminaba a casa.

Siento la cara adolorida por el frío y de los golpes que Abigail me dió. Sí, esa chica de rostro pecoso, cabello rubio y ojos claros se llama Abigail, junto con su demás grupo, Daisy su mejor amiga de tez blanca y ojos rasgados y negros; Ulises es el novio de Abigail que siempre me agarra de los brazos para que su enana novia pueda golpearme, es alto y de tez blanca y morena, cabello castaño y rizado; y el otro amigo de Abigail llamado Ronan, igual de alto de Ulises, tez blanca y de cabello y ojos negros. Todos con edad de 16 años, incluyéndome.

Los conozco tan perfectamente bien porque son compañeros de mi salón de clases. Lamentablemente han sido compañeros casi toda mi vida desde que llegué a este lugar con mis padres, justo cuando era pequeña. Desde kinder podía observarlos juntos, tal cual como la caricatura donde sale Scooby Doo, solamente que este equipo ni misterios resolvían y ni nada provechoso hacían con su vida. Aunque, son buenos en clase, por lo que los profesores les tienen preferencia.

Todo este acoso comenzó cuando mi padre, un hombre tan desvergonzado y sin moral alguna se atrevió a tener un amorío a escondidas con la madre de Abril; el esposo de la mamá de Abigail terminó sin vesícula, después de recuperarse le pidió el divorcio a la madre de Abigail. Mi padre no fue el único ileso, lo mandaron a golpear, una golpiza que le impidió levantarse unos 5 días completos, pero eso no fue capaz de poder componerlo, simplemente siguió con lo mismo, pero afortunadamente no se juntó con la madre de Abigail, dios, habría sido una pesadilla.

No me imagino a esa mujer viviendo en mi casa. Qué horror, mucho menos a Abigail.

Desde que eso pasó comencé a ser el blanco de Abigail, no han dejado de molestar y acosar a tal grado de llegar a golpes. Los profesores lo han notado, pero no han hecho nada al respecto. Simplemente ignoran y evitan tener relación alguna con este problema.

Hubo una vez que hablé con el director, sin la compañía de mi padre. Me terminó mandando con la psicóloga de la escuela junto a Abigail, Daisy, Ulises y Ronan. Ha, ese día lo recuerdo perfectamente, fue la primera pelea cuando tenía 12 años, recuerdo haber terminado con el brazo dislocado.

Desde ahí comenzó la peor tortura. Una dosis de medicina amarga cada momento de mi día o noche, sin esperarlo, siempre están buscando joderme sí o sí.

Suelto un largo suspiro, mientras de nuevo pienso en ese hombre.

Miro a mi alrededor, ya he llegado a las calles donde no tardo en llegar a mi casa. La nieve cae lentamente, manchando de blanco todas partes. Manchando las calles de concreto, donde no hay ni una sola alma andante, ni una sola que me pueda haber ayudado en ese momento de desesperación.

Solamente él...
Sólo estaba él y salió a ayudarme...

Fruncí mi ceño molesta, creyendo que debí haberle agradecido más, solamente parecía estar enfocado en irse y alejarse lo más antes posible.

My Lord || [Creepypasta Slenderman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora